Todas las enfermedades en los niños generan gran preocupación en los padres, pero aún más cuando se producen en los primeros meses de vida. Entre las que se generan molestias se encuentra la es a esa temprana edad, la conjuntivitis en los bebés. Es por lo que hoy comentaremos como hacerle frente a estas y que estés preparado para no preocuparte en demasía. Es una patología frecuente en un órgano tan sensible como los ojos y uno de los principales motivos de consulta en pediatría y oftalmología.
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Por lo general, pese a que sus manifestaciones visibles son preocupantes, las conjuntivitis son de fácil tratamiento. Lo importante en cada caso es que un especialista determine la causa que la provoca y oriente el procedimiento correcto a seguir.
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La conjuntivitis en los bebés
La conjuntivitis en bebés es caracterizada por la inflamación de la membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y que se extiende a la parte anterior del globo ocular, llamada conjuntiva. Al inflamarse esta, se hacen más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da al ojo un color rosado o rojizo.
Esta inflamación provoca que uno o ambos ojos se enrojezcan, lagrimeen y se generen secreciones o lagañas. Además, produce comezón, por lo que el bebé está molesto y se lleva las manitas a la cara.
La conjuntivitis suele aparecer más frecuentemente durante o después de un estado gripal, cuando el sistema inmune del bebé está más débil. No obstante, puede también ocurrir de forma independiente.
Esta condición es una infección menor y, pese a su mal aspecto, no es grave ni compromete la visión futura del bebé. No obstante, debe tratarse por sus molestias y que no derive en procesos más peligrosos.
Existen varias causas que pueden originar la conjuntivitis. Entre ellas se encuentran las bacterias (conjuntivitis bacteriana), los virus (conjuntivitis viral), debido a la presencia de algún elemento que cause una respuesta alérgica (conjuntivitis alérgica) o por una sustancia que irrite los ojos del bebé (conjuntivitis irritativa). En los dos primeros casos, esta enfermedad oftalmológica será muy contagiosa.
La conjuntivitis alérgica puede ser desencadenada por el césped, polen, caspa animal y por los ácaros del polvo. En el caso de la conjuntivitis irritativa, puede ser causada por cualquier sustancia que irrite los ojos como la contaminación atmosférica, algunos productos de limpieza o el cloro de las piscinas.
Conjuntivitis en recién nacidos
Los recién nacidos son muy susceptibles a desarrollar conjuntivitis y en ellos aparecen las complicaciones más graves, pues su sistema inmune está muy inmaduro.
Esto es de especial importancia en el caso de que la madre presente alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS). Durante el parto, las bacterias o virus pueden transferirse a los ojos del bebé, causándole conjuntivitis.
Para evitar esto es común que tras el alumbramiento el personal médico aplique de inmediato pomada o gotas antibióticas en los ojos del neonato. Este tratamiento preventivo puede causar de hecho una conjuntivitis química de carácter débil, que se soluciona por sí misma.
Para evitar la conjuntivitis del recién nacido por enfermedades de transmisión sexual, previo al parto suele hacerse un cribado en la embarazada para detectar posibles ETS y se incorpora esta práctica de forma habitual entre los cuidados que se le deben brindar a la embarazada, siempre es una medida de precaución.
Síntomas de la conjuntivitis en bebés
En las conjuntivitis en los bebés pueden aparecer varios de estos síntomas:
- Ojos enrojecidos e irritados localizado en uno o los dos ojos.
- Picazón, escozor y molestias en los ojos.
- Cuando se trata de una conjuntivitis bacteriana puede parecer fiebre baja.
- Inflamación alrededor de uno o ambos ojos.
- Puede aparecer además inflamación de los párpados.
- Irritabilidad e inquietud en los pequeños.
- Ojos pegados al tratarlos de abrir o aparición de lagañas.
- Ojos lacrimosos, con secreción blanca o amarillenta y espesa.
- Molestias ante la luz por aumento de la sensibilidad a la luminosidad.
- Ocasionalmente pueden producirse afectaciones en el apetito.
No obstante, en todos los casos es necesario contar con la opinión de un especialista para que dictamine la causa e indique el tratamiento más apropiado. Adicionalmente, existen otras afecciones oculares graves con síntomas similares a los de la conjuntivitis que el facultativo debe valorar.
Tratamiento de la conjuntivitis en bebés
En dependencia del origen de la conjuntivitis, el pediatra o el oftalmólogo determinará los colirios o pomadas antibióticas si se trata de conjuntivitis bacterianas. Cuando su origen es tipo alérgico se emplean colirios antialérgicos y la limpieza de los ojos con gasas humedecidas con agua hervida o suero fisiológico. Estos tratamientos suelen ser muy efectivos y la conjuntivitis se controla en pocos días.
Conjuntivitis bacteriana
En este tipo de conjuntivitis las lagañas son abundantes, tanto que deben lavarse y retirarse para que los tratamientos sean más efectivos. Se trata con colirios, pomadas o jarabes antibióticos, entre los que son los más comunes el Cloranfenicol, el clorhidrato de Ciprofloxacina y el ácido fusídico.
En situaciones excepcionales este tipo de conjuntivitis puede complicarse a meningitis o neumonías de no ser tratadas de manera conveniente.
Esta forma de conjuntivitis en bebés suele desaparecer de manera espontánea al cabo de una semana. Para aliviar las incomodidades que causa en el menor, se recomienda la limpieza de los ojos utilizando gasas estériles, una para cada ojo para evitar la infección cruzada.
También suele indicarse algún tipo de colirio hidratante para aliviar el malestar.
Conjuntivitis alérgica
Este tipo de conjuntivitis es causada por algún producto o sustancia que produce una respuesta alérgica en el bebé, por lo que lo primero es identificar esa sustancia y eliminarla del entorno del niño.
Luego, suele tratarse con algunos antihistamínicos como el Visadron, Zaditen o utilizando algunos corticoides como la Dexametasona. Estos medicamentos disminuyen la respuesta del sistema inmune y alivian los síntomas.
Pero siempre la consulta, el diagnóstico y el tratamiento debe ser indicado por el médico, nunca lo mediques tu porque pudiera empeorar en lugar de mejorar.
Consejos durante un episodio de conjuntivitis
Mientras dure el tratamiento, es de gran importancia adoptar algunos cuidados especiales, entre ellos:
- Lave meticulosamente sus manos antes y después de realizar el tratamiento.
- Se debe cambiar la ropa de cama del bebé a diario.
- El bebé no debe acudir a la guardería cuando la causa es viral o bacteriana.
- Debe lavar varias veces al día el rostro y las manos del bebé.
- Mantenga los ojos del bebé siempre bien limpios.
- Un bebé con conjuntivitis no se debe besar en el rostro ni abrazar.
- Se deben seguir estrictamente las indicaciones de los especialistas.
- Siempre se deben utilizar pañuelos de papel, algodón o gasas estériles y desecharlos inmediatamente después de usarlos. Es recomendable emplear uno para cada ojo.
- Por el lavado frecuente de tus manos y otros miembros de la familia se puede producir lesiones que se infecten por lo que debes aplicar cremas hidratantes.
- Cada uno de los integrantes de la familia debe tener su debe tener su propia toalla.
La sabiduría popular señala que colocar leche materna en los ojos del bebé alivia la conjuntivitis. Esto es un mito sin fundamento científico.
También está contraindicado utilizar sobre sus ojos agua con ácido bórico. De hecho, esto resulta peligroso por el riesgo de intoxicación que puede causar en el bebé.
¿Se puede hacer algo para prevenir el contagio de conjuntivitis en los bebés?
Cuando hay hermanos mayores que padecen de conjuntivitis es difícil proteger a los bebés porque lasmanifestaciones de cariño por lo general implican el contacto con el pequeño. Las bacterias causantes de la conjuntivitis no se localizan exclusivamente en los ojos pueden estar en el rostro y también en las manos del pequeño o de sus hermanos y la mayoría de las que ocasionan infecciones oculares son altamente contagiosas.
Para evitar que la conjuntivitis se propague dentro de tu hogar sigue las recomendaciones previamente descritas y si está en una guardería exige que se respeten las normas de higiene y periodos de exclusión establecidos.
Si la infección ocular se presente en ocasiones sucesivas, sería conveniente que le pidieras al médico que verifique si en la familia hay algún miembro que sea portador asintomático o sea que transmita la infección, aunque él no la padezca.
Basado en todo lo anterior, la conjuntivitis en la primera etapa de la vida requiere cuidados pero no es nada peligroso.