Convulsiones febriles, un momento aterrador sin consecuencias

La primera vez que tu hijo tenga convulsiones febriles será un momento inolvidable, siempre lo recordarás y permanecerá en tu memoria como uno de los de mayor sobresalto y temor. Más sin embargo esta es una manifestación ocasional en niños menores de 5 años cuando su temperatura excede los 38 grados centígrados. Pero estos momentos aterradores en la mayoría de las ocasiones no se corresponden con daños en los pequeños ni consecuencias a largo plazo.

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Te invito a acompañarnos en esta recorrido por las causas, síntomas y tratamiento de las convulsiones febriles. Informándote, puedes prevenirlas o actuar a tiempo y así no tendrás que pasar por ese gran susto.

Las convulsiones febriles
Durante las convulsiones febriles la familia pasa por momentos aterradores, pero hasta ahora no se han descrito afectaciones severas

¿Qué son las convulsiones febriles?

Si tu bebé presenta movimientos bruscos y repentinos de los músculos, rigidez y además tiene fiebre por encima de 38° C, estará presentando una convulsión febril. Estas afectan a bebés entre 6 meses y niños menores de  5 años de edad.

Las convulsiones febriles cesan por sí mismas y su duración puede ser de pocos segundos o minutos. Lo más probable es que posterior a las mismas el niño experimente somnolencia y confusión.

Las convulsiones febriles suceden más a menudo de lo que se piensa, pero no son frecuentes ni aparecen siempre que hay fiebre.

¿Qué causa las convulsiones febriles?

Las convulsiones febriles se producen como consecuencia de una temperatura superior a  los 100.4°F equivalente a 38°C. No se conoce a ciencia cierta qué provoca las convulsiones febriles. Por lo general se relacionan con algunas infecciones virales y a antecedentes familiares o genéticos. Si algún familiar directo padeció alguna vez de convulsiones febriles, quizás tu hijo también las pueda padecer en los primeros años de vida. Una enfermedad tan frecuente como el resfriado común puede dar origen a convulsiones febriles.

Tenerla en una ocasión no impide que en ocasiones posteriores se vuelvan a repetir hasta que el niño sobrepase los 5 años de edad. Se describe que excepcionalmente un niño pudiera tener 3 episodios de convulsiones febriles durante esa etapa de su vida. Por lo general las convulsiones febriles se presentan en las primeras 24 horas de la enfermedad viral.

Control de la temperatura
Los niños mayores de 9 meses y menores de 5 años son los más propensos a manifestar las convulsiones febriles

¿Cuáles son los síntomas de las convulsiones febriles?

Los síntomas más usuales que puede presentar tu pequeño cuando tiene convulsiones febriles son:

  1. Contracciones musculares y rigidez.
  2. A veces puede llorar y quejarse.
  3. Puede caer si se encuentra parado.
  4. Tu bebé puede vomitar y morderse la lengua.
  5. Podría presentar dificultad para respirar y ponerse morado.
  6. Su cuerpo se sacude a uno y otro lado y no responde a tu voz.
  7. Puede orinarse.

Su duración puede ser de pocos segundos o minutos, pero no excede los 10 minutos. Luego de que la convulsión el niño se sentirá cansado y con sueño. No debes darle agua,  alimentos o medicamentos durante ni inmediatamente después de la convulsión: espera a que tu pequeño esté completamente alerta y la crisis haya pasado.

Niña en el piso
Como consecuencia de las convulsiones febriles el niño puede caer al piso, por lo que se debe garantizar que no hayan objetos peligrosos en su entorno

Si la convulsión de tu bebé dura más de 10 a 15 minutos, no es una convulsión febril normal y debes solicitar ayuda inmediata. Tampoco es común que en la misma enfermedad se presente más de una convulsión febril. Afortunadamente, esto no suele suceder y lo más seguro es que tu pequeño se recupere en breve.

Diagnóstico de convulsiones febriles

El diagnóstico de convulsiones febriles típicas se hace mediante la historia referida por los familiares y la sintomatología clínica. Generalmente no se encuentra ningún indicio de otra afección y solo se constata la enfermedad causante de la fiebre que originó la convulsión. No se encuentran al examen físico lesiones neurológicas.

Si se tratara de convulsiones asociadas a epilepsia o alguna lesión cerebral generalmente no se acompañan de fiebre. Si las convulsiones se presentan en niños menores de 9 meses, mayores de 5 años o en jóvenes se deben de investigar si hay otras patologías que las pueden ocasionar.

Fiebre en menores de 5 años
Ante la fiebre en menores de 5 años se debe mantener una estrecha vigilancia de la temperatura para evitar las convulsiones febriles

En ocasiones si la historia no es típica y se detectan otros indicios de enfermedad podría ser necesario efectuar una punción lumbar, electroencefalograma o Tomografía axial del cerebro.

También pueden ser necesarios exámenes especiales en un grupo de situaciones especiales como pudieran ser: si las convulsiones se manifiestan solo en una parte del cuerpo, si duran más de 15 minutos, si tuvo más de una convulsión febril en 24 horas y ante cualquier manifestación de afección neurológica.

¿Cómo será el tratamiento de las convulsiones febriles de mi hijo?

Cuando llegues a consulta con tu niño, el pediatra te pedirá que le describas cómo fue la convulsión y el tiempo que duró. Lo más probable es que lo trate con algún antipirético como paracetamol o ibuprofeno en la dosis recomendada para niños para bajarle la fiebre.

Si además de las convulsiones febriles concurren otras situaciones adicionales como:

  1. Diarreas o vómitos
  2. Menos de 9 meses de nacido y más de 5 años de edad.
  3. Si tiene seguimiento médico por trastornos cerebrales o neurológicos conocidos.
  4. Cuando la convulsión afecta  sólo una parte de su cuerpo.
  5. Si la duración de la convulsión fue superior a 15 minutos.
  6. A las situaciones anteriores se suma si en el día presenta más de una convulsión.

En estas situaciones se realizarán otras pruebas para descartar posibles enfermedades como la meningitis, y es posible que lo dejen en observación por algún tiempo. De lo contrario, el pediatra solamente tratará la fiebre de tu bebé.

Precauciones importantes si tu hijo tiene convulsiones febriles

No existe un medicamento que haya demostrado efectividad para evitar las convulsiones febriles, pero hay medidas generales que pueden ayudar a tu hijo durante este cuadro. Entre ellas:

  • Si tu niño convulsiona, aléjalo de sitios que puedan ser peligrosos y de objetos cercanos con los que puede golpearse.
  • Debes colocarlo en un área segura en el piso, alejado de objetos peligrosos.
  • Puedes colocarle una frazada sobre el piso para que esté más cómodo.
  • Muévelo solamente si está en una posición peligrosa.
  • No lo dejes solo en la cuna, la bañera y en general en ningún sitio.
  • Debes colocarlo de costado, boca abajo o girar su cabecita hacia un lado, para que expulse la saliva.
  • Pon debajo de la cabeza de su cabeza algo blando o suave y quítale la ropa ajustada, sobre todo los suéteres.
  • Quítale los espejuelos a tu niño si es que los usa, para que no se dañe los ojos.
  • No introduzcas ningún objeto duro entre los dientes del niño, esto puede dañar su dentadura.
  • Si las convulsiones duran varios minutos llama a un servicio de urgencias, si son de corta duración cuando se recupere consulta con tu médico.
  • De ser posible intenta medir el tiempo duró la convulsión, pues cuando acudas al pediatra seguro te va a preguntar.
  • Sigue las indicaciones médicas estrictamente con relación a los medicamentos para bajar la fiebre. 
Control de la temperatura
Cuando la fiebre aumenta por encima de los 38 grados es que hay más posibilidades de que se presenten las convulsiones febriles

Algunas recomendaciones adicionales

¿Sabes cómo tomar la temperatura de tu bebé? Si notas que tu niño está calentito, toma su temperatura con un termómetro bucal. Si obtienes un resultado de 37,5 ° es normal, si lo mides en el recto debe ser de 38 °C.

No lo sobreprotejas. Esta no será la primera vez que tu bebé enferme: sólo reaccionó de una forma diferente ante la fiebre. Si notas que tu bebé está afiebrado no lo dejes sólo en ningún sitio, toma su temperatura, bájala con antipiréticos y mantenlo observado.

Las convulsiones febriles no se ha demostrado que puedan dañar el cerebro, provocar epilepsia, ni problemas en el aprendizaje y mucho menos causar la muerte. Así que no te preocupes en demasía, mantén la calma, una vez que baje la fiebre todo estará bien.