¿Cuándo sospechar y cómo proceder ante la diabetes mellitus en niños?

La diabetes mellitus en niños es más común de lo que se piensa, con una incidencia de 1,7 afectados por cada mil habitantes menores de 20 años. Esto la convierte en una de las enfermedades crónicas más frecuentes durante la infancia.

Se caracteriza por el aumento de los niveles de glucosa en sangre por encima de los valores normales, debido a un déficit absoluto de la secreción de la hormona insulina (Diabetes mellitus tipo 1) o un déficit relativo de insulina o defecto en su secreción o efecto (Diabetes mellitus tipo 2).

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Diabetes mellitus en niños tipo 1

En la infancia y la adolescencia es más frecuente la diabetes mellitus tipo 1, de naturaleza autoinmune. Se asocian al desarrollo de la diabetes tipo 1 algunos factores de riesgo como es el hecho de tener antecedentes familiares, así como determinados genes que se asocian a una mayor frecuencia de aparición. También la exposición a determinados virus puede propiciar la destrucción autoinmune de las células de los islotes pancreáticos donde se produce la insulina.

Los síntomas de la diabetes mellitus en niños difieren de acuerdo con su tipo, en el caso del tipo 1 la mayor parte de las veces aparece antes de los 5 años

Estos factores provocan una respuesta autoinmune que va destruyendo los islotes pancreáticos y disminuyendo progresivamente la capacidad del órgano de secretar insulina, dando origen a las manifestaciones clínicos de la diabetes mellitus.

En el caso de esta afección, se requiere para su control el uso de la insulina para suplir su déficit.

Diabetes mellitus en niños tipo 2

Suele aparecer después de los 10 años, a diferencia de la diabetes tipo 1, a la que se le suele dar el nombre de diabetes infantil porque se detecta a edades tempranas.

No obstante, con el aumento de los casos de obesidad y sobrepeso infantil, es cada vez más común que las personas jóvenes presenten diabetes mellitus tipo 2. Este tipo de afección se caracteriza por la resistencia a la insulina o sea la hormona producida por los islotes pancreáticos deja de trabajar eficientemente.

Además del factor de riesgo de la obesidad infantil, si los niños son de ascendencia afroamericana, hispana, indios americana, asiática o isleños del Pacífico, tienen mayor probabilidad de desarrollar este tipo de diabetes. Otro factor de riesgo es ser el fruto de un embarazo donde la madre padeció de diabetes gestacional.

En el caso de la diabetes mellitus en niños cuando es de tipo 2 casi siempre se asocia a factores de riesgo entre ellos el sobrepeso y la obesidad. Ha aumentado su incidencia debido al sedentarismo y el consumo excesivo de carbohidratos

En estos casos por lo general con control dietético y actividad física no hay que recurrir al uso de la insulina como si es imprescindible en la diabetes tipo 1.

En ambos tipos de diabetes, requiere de una atención sistemática porque es crónica y puede conducir a complicaciones graves.

Diabetes mellitus en niños en España

En España se calculan que cada año aparecen alrededor de 1 100 nuevos casos de diabetes mellitus tipo 1 en menores de 15 años, se estima que están afectados alrededor de 33 000 niños. Los estudios consideran que la incidencia media de diabetes en menores de 15 años es de 17,69 casos/100 000 habitantes por año.

Aunque generalmente la diabetes mellitus tipo 2 se presenta en adultos, el incremento de la obesidad infantil, esta conllevando a que la aparición de esta patología entre los adolescentes y niños entre los 11 y 12 años sea más frecuente.

Manifestaciones típicas de diabetes mellitus en niños

En un debut típico de diabetes mellitus en niños es llevado a urgencias luego de días o semanas de no sentirse bien, aunque este tiempo suele ser menor en la medida que es más pequeño. La sed, las micciones frecuentes y la pérdida de peso son los tres síntomas principales que hacen sospechar de un caso de diabetes. Estos pueden estar acompañados de dolor abdominal y vómitos sin causa aparente.

La diabetes tipo 1 se detecta en edades muy tempranas y raramente de forma casual, pues hay muy poco tiempo entre la hiperglucemia y la aparición de los síntomas.

En la diabetes mellitus tipo 2, puede existir una hiperglucemia moderada sin síntomas, que se detecta en análisis de sangre rutinarios, indicados para otros estudios. Suele desarrollarse a edades más tardías y usualmente asociada al sobrepeso y la obesidad.

En la mayoría de los casos la diabetes se detecta antes que ocurra la acidosis metabólica o la deshidratación, pero si no se atienden los síntomas iniciales el diagnóstico puede ser el resultado de las complicaciones agudas de la diabetes.

Complicaciones agudas de la diabetes mellitus en niños

La diabetes mellitus en niños, presenta tres complicaciones agudas, que a diferencia de los efectos crónicos de la enfermedad representan emergencias médicas y ponen en riesgo la vida del niño.

Cetoacidosis diabética (CAD)

Ocurre sobre todo en los casos de diabetes mellitus tipo 1, por la acumulación de cuerpos cetónicos tóxicos en la sangre y la orina.

En los niños puede presentarse sin fiebre, pero el estado general está afectado: ojos hundidos, delgado, respirando con la boca abierta. Esta respiración es rápida y profunda, con pausas inspiratorias y el aliento presenta olor a manzanas verdes (aliento cetónico).

El niño tendrá somnolencia, extremidades frías y taquicardia, aunque la tensión arterial estará dentro de valores normales.

Estado hiperosmolar hiperglucémico

Se origina frente a una hiperglucemia importante, que provoca diuresis osmótica, deshidratación y e hiperosmolaridad secundaria. Es más frecuente en la diabetes mellitus tipo 2.

Coma por cetoacidosis diabética

Es muy raro, resultado de una cetoacidosis diabética mantenida por semanas sin tratamiento médico.

En los tres casos anteriores se requiere de acción médica inmediata, con hospitalización.

Complicaciones a largo plazo…

Además de las complicaciones agudas previamente mencionadas la diabetes mellitus a largo plazo puede provocar:

  • Afecciones cardiovasculares, ya que esta enfermedad propicia el estrechamiento de los vasos sanguíneos y de los accidentes cerebrovasculares y cardíacos.
  • Daño renal, que afecta el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos pequeños y con ello cumplir con su función de filtro.
  • Cuando se mantienen niveles elevados de azúcar en la sangre por periodos prolongados, se puede afectar el funcionamiento normal de los nervios, provocando sensación de hormigueo, entumecimiento y otras manifestaciones.
  • Los vasos sanguíneos de la retina se pueden afectar cuando los niveles de azúcar no se controlan. Esto ocasiona problemas visuales y puede llegar a la ceguera.
  • En la adultez tu hijo podría tener una menor densidad ósea y padecer de osteoporosis.
Los diabéticos deben ser entrenados para el monitoreo de los niveles de glucosa en sangre y tomar todas las medidas para aprender a convivir con la enfermedad

Para evitar estas posibles repercusiones de la diabetes mellitus la mejor prevención es controlar los niveles de glucosa en sangre. Es una enfermedad con la que debes aprender a convivir.

¿Cómo diagnosticar la diabetes mellitus en niños?

La diabetes en niños se diagnostica en base a síntomas clínicos como micciones frecuentes (poliuria), sed constante (polidipsia), pérdida de peso e historial familiar de casos de diabetes.

Ante la sospecha, se procede a realizar un análisis de sangre en dos días diferentes. Si se detecta una glucemia plasmática superior a 200 mg/dl; una glucemia en ayunas mayor de 126 mg/dl; o una glucemia provocada a las 2 horas por encima de 200 mg/dl, se declara que el menor es diabético.

Luego de identificarse la diabetes, se realizarán otras pruebas específicas y se aplican protocolos diagnóstico-terapéuticos, como consultas de oftalmología, educación diabetológica y psicológica, sobre todo en adolescentes.

Aunque la causa fundamental de hiperglucemia en niños es la diabetes mellitus, el facultativo puede indicar otras pruebas para descartar otras causas.

Tratamiento y pronóstico de la diabetes en niños

Una vez diagnosticada la diabetes en niños, es importante que tanto el paciente como sus padres interioricen que esta es una enfermedad crónica, que le acompañará para toda la vida.

El tratamiento de la diabetes tipo 1 para el niño se basa en tres pilares fundamentales para evitar sus complicaciones, tanto agudas como crónicas: insulina, dieta, ejercicio.

La estrategia terapéutica de la diabetes mellitus en niños depende de su tipo, podría ser solo dieta y actividad física, pero la tipo 1 requiere además de insulina

Para los niños y adolescentes con diabetes tipo 2, esta puede controlarse a través de la dieta y ejercicio. No obstante, si esto no es suficiente, se les indica hipoglucemiantes orales o, en casos extremos, tratamiento con insulina.

Por su alta incidencia en la población, la diabetes mellitus es una de las enfermedades más estudiadas a nivel mundial y cuenta con tratamientos efectivos, los cuales mejorarán en el futuro con investigaciones en curso.

Se puede prevenir la diabetes mellitus en los niños

La diabetes mellitus en niños cuando se trata del tipo 1 no puede ser prevenida, porque al ser una enfermedad autoinmune no se conoce exactamente los mecanismos que desencadenan la destrucción de los islotes pancreáticos. Se desarrollan investigaciones sobre algunos medicamentos que pudieran retrasar la aparición de esta cuando hay elevado riesgo de padecerla.

Los niños y adolescentes con diabetes tipo 2, pueden prevenir las complicaciones mediante la dieta y los ejercicios.

La actividad física y la alimentación son pilares en el control de los niveles de la glucosa en sangre para los dos tipos de diabetes mellitus en niños

En los dos tipos de diabetes hay elementos que resultan esenciales. Ellos son:

  • Dieta saludable con restricción de carbohidratos.
  • Practicar actividades físicas de forma regular.
  • Control en el hogar de los niveles de glucosa en sangre.
  • Visitas regulares al especialista médico para control y supervisión.
  • Chequear anualmente la visión y el fondo de ojo después de los 5 años de diagnosticarse la enfermedad.
  • Es muy importante que niños y padres sean informados de este particular, porque un diagnóstico de diabetes suele preocupar mucho a la familia.

Con una adecuada educación diabetológica, monitorizando y ajustando los tres componentes del tratamiento en cada etapa y llevando un adecuado autocontrol de la enfermedad, el niño diabético puede gozar de la misma calidad de vida que un menor sano.

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