Diabetes mellitus gestacional: Claves para su diagnóstico y control

Diabetes mellitus gestacional o simplemente diabetes gestacional es una de las posibles complicaciones del embarazo. Requiere una atención personalizada y muy rigurosa, porque puede poner en riesgo tanto a la madre como al feto.

La gestación puede llegar a buen término aun cuando tengas diabetes mellitus gestacional si se realiza el diagnostico oportuno y se toman todas las medidas necesarias

En un 10% de los casos de diabetes y embarazo es porque el diagnóstico ya existía antes de la gestación, pero en más del 90% de las ocasiones se presenta durante el embarazo. Es una de las complicaciones del embarazo más frecuentes.

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Su temprano diagnóstico, control y tratamiento determinará una mejor evolución de esta y que sus repercusiones sobre la madre y el feto sean evitadas.

¿Qué es la diabetes mellitus gestacional y cuáles son sus tipos?

La diabetes es un trastorno metabólico que se caracteriza por la ausencia o deficiencia de la acción de la insulina, una hormona secretada en una parte del páncreas y que permite la entrada de los hidratos de carbono a las células y con ello la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Cuando esta hormona no ejerce sus funciones normales se produce un aumento en los niveles de glucosa en sangre o hiperglucemia.

En el embarazo pueden existir dos tipos de diabetes mellitus: la pregestacional y la diabetes gestacional, esta última es la que está presente en el 90% de los casos de embarazadas con hiperglicemia y a la que nos referiremos en este post.

La diabetes mellitus gestacional se presenta aproximadamente en un 10% de los embarazos, siendo mayor la incidencia en la misma medida que aumenta la edad de la gestante. En España, según los datos disponibles se estima que entre el 3 y el 18% de las embarazadas presentaban diabetes mellitus gestacional.

Mientras la diabetes mellitus pregestacional es una condición conocida previamente a quedar embarazada o se detecta en el primer trimestre de la   gestación. Por su parte, la diabetes mellitus gestacional solo ocurre o se reconoce por vez primera durante el embarazo si la gestante presenta glicemias elevadas acorde con los criterios que posteriormente detallaremos.

¿Por qué ocurre la diabetes mellitus gestacional?

En el embarazo se desarrollan una serie de cambios en el fisiologismo y funcionamiento del organismo para garantizar que la madre le suministre al feto los nutrientes necesarios para su desarrollo. La insulina de la madre desempeña un papel esencial en este proceso, regulando el metabolismo de los carbohidratos, los lípidos, las proteínas y la captación de electrolitos.

Estos sustratos de la madre pasan al feto a través de la placenta, en que la glucosa se transporta por difusión y constituye la fuente energética fundamental. En el caso de los aminoácidos, estos pasan por transporte activo y los ácidos grasos por una difusión simple. La insulina es también la principal hormona anabólica para el feto.

La diabetes mellitus gestacional requiere un diagnóstico, control y tratamiento riguroso para que no repercuta negativamente sobre la madre ni el feto

Durante el primer semestre se incrementa la secreción de insulina por una hiperplasia que sufren las células β pancreáticas inducida por la progesterona y los estrógenos maternos. Este aumento incrementa la utilización de glucosa.

En el segundo y tercer trimestre es cuando la mujer en más propensa a desarrollar diabetes gestacional, porque se incrementa la demanda fetal de nutrientes y por ende la movilización de los depósitos de glucosa. Al aumentar los niveles de prolactina y cortisol, ocurre una resistencia periférica a la insulina, aumentando la glicemia.

Si la madre es obesa, o ha aumentado mucho de peso durante el embarazo o tiene alteraciones en las grasas también llamada dislipidemia, o presenta alteraciones en la regulación del funcionamiento de la insulina deviene en diabetes gestacional. Como la glucosa llega al feto por difusión facilitada, el incremento de glucosa en la madre causa también hiperglicemia fetal.

¿Cuáles son los riesgos de la diabetes para la madre y el feto?

Cuando ocurre la hiperglicemia en la madre, el feto también la padece. Esto causa un crecimiento exagerado durante el segundo y tercer trimestre, y puede traer como consecuencia un trauma obstétrico a la hora del parto por su gran tamaño.

La diabetes mellitus gestacional puede producir complicaciones tanto en la madre como en el feto y se necesita tomar medidas muy estrictas de control de la glicemia

Otras consecuencias son las complicaciones metabólicas neonatales y las  hijas e hijos de madres diabéticas tienen mayor riesgo de desarrollar alteraciones del metabolismo de los hidratos de carbono, obesidad y síndrome metabólico en la edad adulta.

Para la madre, se incrementa el riesgo de desarrollar obesidad en los años posteriores a la gestación, así como diabetes tipo II en el futuro, así como síndrome metabólico y problemas cardiovasculares.

Factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar diabetes gestacional

Dentro de los factores de riesgo para desarrollar diabetes mellitus gestacional están:

  • Antecedentes familiares de diabetes mellitus en primer grado.
  • Diabetes mellitus gestacional en un embarazo anterior.
  • Hijos con malformaciones congénitas.
  • Intolerancia previa a los hidratos de carbono.
  • Obesidad o tener un Índice de Masa Corporal igual o superior a 30 Kg/m2.
  • Que haya existido una muerte perinatal previa sin explicación.
  • Sedentarismo y falta de actividad física.
  • Tener más de 35 años.
  • Síndrome de ovario poliquístico.
  • Tener un hijo anterior con un peso igual o superior a los 4.5 kg.
  • Minorías étnicas con alta prevalencia de diabetes mellitus como sudeste asiático, caribeños de raza negra, latinoamericanos y Oriente Medio.

Pero debes tener presente que alrededor de la mitad de las mujeres con diabetes gestacional no presentan factores de riesgo, es por ello que es conveniente hacer un cribado de esta afección a todas la embarazadas.

¿Cuáles son las pruebas de cribado y diagnóstico para la diabetes mellitus gestacional?

La mayoría de las embarazadas no evidencian síntomas aparentes de la diabetes gestacional, no obstante, en algunas se podría sospechar cuando hay una ganancia de peso excesiva, podría aparecer un aumento en la sed, cansancio y cuando aumenta la frecuencia de las micciones.

Para el diagnóstico de diabetes mellitus gestacional se deben haber encontrado dos glicemias en ayunas en días diferentes con valores superiores a los 126 mg/dL. También cuando se encuentra al azar valores de azúcar pro encima de los 200 mg/dL y se confirma el diagnóstico con una prueba de sobrecarga oral de glucosa.

Por lo general para el cribado y diagnóstico se emplean dos tipos de pruebas la prueba de O’ Sullivan y la de sobrecarga de glucosa.

Para hacer el diagnóstico de la diabetes mellitus gestacional se practican dos pruebas fundamentales la prueba de O’ Sullivan y la sobrecarga oral de glucosa

Prueba de O’ Sullivan

Entre la semana 24 y 28 se realiza el cribado empleado la llamada prueba de O’ Sullivan. Cuando hay factores de riesgo se realiza en el primer trimestre. Esta prueba se efectúa con la ingestión de 50 gramos de glucosa en cualquier momento del día y se determina el nivel de azúcar en la sangre una hora después.

Si el nivel de azúcar en el plasma venoso una hora después de ingerir la glucosa es igual o superior a 140mg/dL (7,8 mmol/L), se considera que la prueba de O’ Sullivan es positiva. Para confirmar el diagnóstico se realiza la prueba de sobrecarga de glucosa.

¿Cuándo se realiza la prueba de O’Sullivan?

Primer trimestre: Embarazadas con factores de riesgo como los previamente enumerados.

Segundo trimestre: Entre las 24 y 28 semanas de embarazo a todas las gestantes sin diagnostico previo, es llamado cribaje universal.

Tercer trimestre: Embarazadas que muestran algunos síntomas que hacen pensar en el desarrollo de diabetes gestacional y que previamente no habían sido diagnosticadas.  A este grupo se le hará directamente la prueba de sobrecarga oral de glucosa.

Sobrecarga de glucosa

La prueba de sobrecarga oral de glucosa se les realiza a las embarazadas que han dado positivas a la prueba anterior. En este caso se emplean 100 gramos de glucosa y se extrae sangre en ayunas, y 1, 2 y 3 horas después de la ingestión de la glucosa.

Se diagnostica como positiva si los valores de dos o más puntos se comportan de la siguiente manera:

  • Ayunas: mayor de 105 mg/dL o 5,8 mmol/L.
  • 1 hora: mayor 190 mg/dL igual a 10,6 mmol/L.
  • 2 horas: mayor 165 mg/dL o 9,2 mmol/L.
  • 3 horas: mayor 145 mg/dL igual a 8,1 mmol/l.

Los criterios para el cribado y el diagnóstico pueden variar ente los diferentes países, instituciones y laboratorios. Los valores previamente señalados se corresponden a las recomendaciones de las sociedades profesionales de España y por National Diabetes Data Group.

¿Qué conducta se sigue cuando se diagnostica la diabetes gestacional?

En la diabetes mellitus gestacional debe restringirse la ingesta de hidratos de carbono y realizar una vigilancia metabólica estricta. La gran mayoría de las embarazadas con diabetes mellitus gestacional logran controlar sus niveles de glucosa mediante la dieta recomendada por un nutricionista y su combinación con ejercicios físicos de baja a moderada intensidad.

La diabetes mellitus gestacional se puede mantener bajo control con una adecuada restricción de los carbohidratos, actividad física y en caso de ser necesario medicamentos

De ser necesario el facultativo puede prescribir hipoglucemiantes orales o insulina. En todo caso, la presencia de diabetes mellitus gestacional clasifica al embarazo como de riesgo, por lo que se debe realizar un seguimiento periódico de este.

Diabetes, parto y puerperio

En las gestantes con diabetes se recomienda el parto vaginal según las consideraciones obstétricas habituales. Solo se considerará la cesárea si en feto tiene un peso superior a los 4 kg, para evitar la distocia de hombros y otras lesiones durante el parto.

Entre el 90 y el 95% de las madres con diabetes mellitus gestacional la intolerancia a la glucosa se normaliza después del parto, por lo que puede restaurarse un régimen de alimentación normal, sin restricciones ni control de glicemia.

No obstante, se le alerta que tiene alrededor de un 50% de posibilidades de desarrollar diabetes en un futuro, por lo que es necesario mantener un estilo de vida saludable que evite la obesidad.

El binomio diabetes y embarazo puede resultar peligroso tanto para la madre como para el feto. No obstante, con un buen control de la dieta y el uso de medicamentos si es preciso puede transitarse por la gestación de forma segura y feliz.

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