¿Conoces la diferencia entre una familia de adopción y una familia de acogida? En realidad, son diferentes caras de una misma moneda: la protección de un niño que se encuentra en situación de riesgo o al que sus padres biológicos no pueden brindar la satisfacción de sus necesidades. Si en tu entorno hay un niño o niña que necesite el amor de una familia y crees que estás en condiciones de dárselo, esta nota te interesará.
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Diferencias entre adopción y familia de acogida
Tal vez estés pensando en adoptar un niño o niña… Si es así, déjanos decirte en primer lugar que te felicitamos por tu generosidad y buen corazón. ¡Miles de niños, en España y en todo el mundo, esperan ser adoptados por padres que les brinden no solamente protección y satisfacción de sus necesidades, sino también, o quizás más que nada, muchísimo amor como el que seguramente tienes para dar!
Sin embargo, a veces los procedimientos de adopción no son tan sencillos o rápidos como realmente te gustaría. Si estás viviendo esa experiencia, te invitamos a analizar juntas la posibilidad de convertir a tu familia en una familia de acogida, para favorecer a un niño o quizás como un paso previo a la adopción.
Para poder tomar esta trascendental decisión, es necesario conocer a fondo las diferencias entre una adopción y una familia de acogida.
Según la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar, la adopción crea un vínculo de filiación entre los adoptantes y adoptados y hace desaparecer los vínculos entre el niño y su anterior familia biológica. En cambio en la familia de acogida se crea un acuerdo entre las partes; los padres biológicos conservan derechos como visitar a los niños o incluso la patria potestad.
Otra diferencia es que la familia de acogida permite dar cobijo y amor a un niño de la misma familia en cualquier grado de parentesco, mientras que para la adopción no está permitido adoptar descendientes o parientes hasta el segundo grado de afinidad o consanguinidad.
Formatos de la familia de acogida
La familia de acogida es una forma de permitir la integración de un niño a una familia hasta que pueda regresar con su familia biológica o se determine otra forma de protección de acuerdo a los intereses y la situación del niño. En este caso, el acogimiento es temporal.
Hay otras formas de acogimiento: el acogimiento permanente, cuando se estima que no es posible o deseable que el niño vuelva a formar parte de su familia biológica, o el acogimiento preadoptivo, que es el que tiene como finalidad la adopción y puede formar parte de este proceso.
La familia de acogida puede crearse a través de un acogimiento administrativo, que es un acuerdo entre partes o un contrato, que establece los derechos y deberes de cada una de las partes. También puede ser como consecuencia de una decisión judicial, cuando por un acto de un juez se designa una familia de acogida para un niño.
Otras modalidades de la familia de acogida pueden ser el acogimiento especializado, cuando se trata de niños con enfermedades, discapacidades o trastornos del comprtamiento; el acogimiento de urgencia, por un tiempo corto, para niños pequeños, como parte de la realización de un diagnóstico acerca de la situación del niño, y el acogimiento abierto, un recurso para niños de 9 a 18 años que consiste en pasar con la familia de acogida por ejemplo los fines de semana o las vacaciones.
Convierte a tu familia en una familia de acogida
Tal vez ya tienes hijos, una familia constituida… pero todavía tienen mucho amor para dar y deseos de hacer algo por la comunidad. ¿Es tu caso? Entonces te interesará saber que puedes convertir a tu familia en una familia de acogida y dar nuevos hermanos a tus hijos.
De hecho, el sistema de protección a la niñez muchas veces necesita ubicar niños en hogares donde puedan brindarles amor y protección para evitar la institucionalización. En este caso se calcula que hay alrededor de 15.000 niños en residencias por falta de conocimiento o promoción del acogimiento familiar.
En estos casos, el Estado puede sufragar parte de los gastos que demanda la atención de un niño en una familia de acogida.
Para este tipo de acogimiento, es necesario que al menos un miembro de la familia tenga una especialización o formación en la atención de niños, como psicólogo, trabajador social o pedagogo, y pueda asumir la responsabilidad del seguimiento de este niño.
En realidad, la gestión de las familias de acogida está a cargo de cada una de las Comunidades Autónomas, a través de sus órganos correspondientes, como consejerías de familia o similares.
Lo más interesante es que hay muchas familias en esta situación, tanto que se han ido formando asociaciones de familias acogedoras en cada una de las comunidades, como la Asociación de Familias Solidarias en Andalucía, las Familias para la Acogida de Madrid y otras en Castilla-La Mancha, Navara, Segovia y muchas más.
Estas asociaciones brindan asesoramiento e información a las familias que quieren convertirse en familias de acogida. Además, procuran que la familia de acogida sea considerada un modelo de familia más, tanto en las leyes como en la Educación.
Por ejemplo la asociación madrileña se preocupa por el desarrollo de una cultura del acogimiento familiar a través del voluntariado.
Si de todas formas quieres colaborar pero no te sientes en condiciones de crear una familia de acogida, puedes hacerlo acercándote a alguna de las asociaciones y convirtiéndote en voluntario, realizando un aporte económico o participando en los eventos que organizan. ¡Muchos niños te lo agradecerán!
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