La sinusitis infantil no es un simple resfriado: conoce las diferencias

La sinusitis aparece cuando se inflaman los senos paranasales. Estos se encuentran en el interior de la cara y el cráneo, y en estado normal contienen aire. Si en un pequeño, como complicación de un catarro previo, ocurre una acumulación de mucosidad y se obstruyen los agujeros de salida de estos senos, estamos en presencia de una sinusitis infantil. Esta afección se presenta con una variada sintomatología y es común confundirla con una alergia o un resfriado.

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Se hace entonces necesaria la visita a la consulta pediátrica para determinar las causas y el tipo sinusitis que está padeciendo tu hijo y en dependencia de su diagnóstico recibir el tratamiento correspondiente, pues de descuidarla el pequeño puede sufrir de algunas complicaciones.

Desarrollo de los senos durante la etapa infantil

Cuando se habla de senos paranasales en el adulto se incluyen los senos etmoidales, maxilares, esfenoidales y frontales, pero en los niños los senos que presente dependerán de su edad porque aparecen en periodos diferentes de la vida.

La sinusitis en niños
La sinusitis en niños tiene una sintomatología variada y puede ser aguda o crónica de acuerdo a su evolución, las secreciones se acumulan y son en parte responsables de algunos de sus sintomas

En el momento del nacimiento existen los senos etmoidales y maxilares, los esfenoidales no se desarrollarán hasta los 5 años y por su parte los frontales lo hacen entre los 7 y 8 años de vida.

¿Cuáles son las causas y síntomas de la sinusitis en niños?

La sinusitis infantil puede estar ocasionada por la infección por hongos, bacterias o virus de las mucosas de los senos paranasales. Un agente determinante en la aparición de la enfermedad son los cambios bruscos de temperatura.

Senos paranasales después de los 8 años
En la etapa adulta todos los senos paranasales están completamente desarrollados, pero pueden acumular gérmenes que infesten y provoquen la inflamación y acumulación de secreciones que dan origen a las molestias de la sinusitis

Cuando el niño presenta congestión nasal con goteo, dolor de garganta, dolor de cabeza, dificultad para percibir los olores, tos persistente sobre todo en horario nocturno, dolor detrás de los ojos, cansancio y fiebre podría estar padeciendo de sinusitis.

Tipos de sinusitis en los niños

Las sinusitis pueden ser agudas o crónicas. Cuando esta se presenta como un cuadro agudo, los síntomas perduran durante cuatro semanas o más, y su causa más frecuente es bacteriana. Por lo general se presentan como una complicación de infecciones respiratorias de tipo viral en niños menores de 4 años.

Se habla de sinusitis crónica, cuando las manifestaciones de la enfermedad duran  más de tres meses y es causada por bacterias o por hongos.

Es de destacar que en la sinusitis infecciosa la fiebre y mucosidad duran aproximadamente dos semanas y en los casos de sinusitis alérgica no se presenta fiebre.

¿Cómo diferenciar el resfriado de la sinusitis?

Por lo general los resfriados duran entre siete y hasta diez días. Comienzan con goteo nasal que luego de unos dos días se vuelve espeso, de color blanco, amarillo o verdoso y luego se seca. Al inicio del resfriado el niño puede presentar fiebre moderada que dura unos tres días y tos que se hace más intensa durante la noche.

Los síntomas del resfriado normalmente son más severos durante los cinco primeros días y luego paulatinamente van mejorando hasta desaparecer completamente.

Después de un resfriado puede aparecer la sinusitis
La sinusitis puede ser confundida con un resfriado pero sus síntomas varían sobre todo en su evolución y algunas manifestaciones clínicas. Ante la duda consulta con el pediatra porque los tratamientos difieren.

En el caso de la sinusitis, se manifiesta con mucosidad nasal de color amarillo, fiebre hasta cuatro días continuadamente, y tos persistente tanto por el día como durante la noche. También se presenta dolor de cabeza intenso que se refleja alrededor o detrás de los ojos, y se percibe más fuerte cuando se agacha la cabeza o se tose. El niño puede presentar inflamación y ojeras, sobre todo al despertar  y puede presentar pérdida del olfato. Este malestar puede durar por más de diez días sin que se observe mejoría.

Solamente en contados casos la sinusitis bacteriana se disemina hacia los ojos o al sistema nervioso central. Si el niño presenta inflamación alrededor de los ojos durante todo el día, fuertes dolores de cabeza o en la nuca, fotosensibilidad, irritabilidad y vómitos, se debe acudir a consulta con el pediatra para evitar que la enfermedad se agrave.

Hay una serie de factores que contribuyen a que el riesgo de padecer esta afección aumente, entre ellos se destacan: la debilidad del sistema inmunitario, la rinitis alérgica, sistema inmunitario débil y adenoides agrandadas.

Tratamiento de la sinusitis en los niños

Los niños que presentan sinusitis bacteriana, luego de ser examinados por el pediatra, recibirán tratamiento con antibióticos entre siete y diez días. Los síntomas de la sinusitis deben comenzar a mejorar a partir de los siguientes dos o tres días. No obstante, es imprescindible continuar con el tratamiento por el tiempo indicado y no descontinuarlo aunque exista mejoría. Dejar de suministrar el tratamiento antes de lo previsto por el médico sólo empeora la situación pues podría provocar que la infección retorne con más fuerza, y además la cepa bacteriana podría crear resistencia al antibiótico indicado.

En aquellos casos en los cuales no se observe mejoría de los síntomas luego de los dos o tres días de iniciado el tratamiento con antibióticos, es muy probable que requiera una medicación diferente, por lo que se recomienda una nueva visita al pediatra para que se reexamine la situación.

Rayos x del seno maxilar y seno frontal
Los rayos X de los senos paranasales pueden reflejar, cambios anatómicos y morfológicos relacionados con la sinusitis

Los estudios a través de rayos X de los senos paranasales podrían revelar un engrosamiento de la mucosa por encima de 4 milímetros, también opacidad y presencia de niveles de líquido. Cuando la sinusitis es crónica podría disminuir el tamaño del seno por engrosamiento de la pared ósea.

Cuando la enfermedad no evoluciona favorablemente y se sospecha  algún tipo de complicación clínica, se indicará una tomografía axial computarizada (TAC), para llegar a un diagnóstico más preciso.

¿Cómo cuidar la sinusitis infantil en casa?

Además del tratamiento médico indicado, hay medidas complementarias que puedes hacer en el hogar y que ayudarán a que tu hijo se sienta mejor.

Lo primero, es la hidratación. Como en el caso de una gripe, el agua es el mejor aliado para disolver las mucosidades nasales y en general para el correcto funcionamiento del organismo.

Para aliviar el dolor de cabeza y los senos paranasales se pueden aplicar toallitas humedecidas en agua tibia sobre la cara del niño durante unos minutos. También con este fin son muy útiles las vaporizaciones para descongestionar.

Si las secreciones son espesas, el uso de gotas de solución salina es muy beneficioso. Estas se pueden hacer en casa: solo se requiere un cuarto de cucharadita de sal común y un vaso de ocho onzas de agua previamente hervida.

Suero salino o solución salina
Entre las medidas para atenuar las molestias de la sinusitis se encuentra el uso de solución salina que hasta puede ser preparada en casa con agua hervida y sal

El ibuprofeno es recomendado para bajar la fiebre en los niños, no ocurre lo mismo con la aspirina, pues está comprobado que esta se encuentra relacionada con una muy rara y fatal enfermedad conocida como Síndrome de Reye y no debe ser administrada a menores de 15 años.

Muy útil en la prevención de la sinusitis infantil resulta el uso de un humidificador de aire frío en la habitación donde duerme el niño. El humidificador debe mantenerse cuidadosamente limpio y seco para evitar el crecimiento de bacterias.

Tanto para prevenir la sinusitis en el niño, como para aliviarla si ya la padece, es aconsejable un adecuado consumo de frutas y vegetales por la cantidad de antioxidantes que contienen. Estos compuestos ayudan a fortalecer y elevar las defensas del sistema inmunológico, de modo que el organismo pueda ser capaz de combatir las infecciones con mayor eficacia.

Por último, los padres deben velar por una adecuada higiene evitando la reinfección y asegurando el lavado frecuente de las manos.