En la mayoría de los embarazos, luego de haber completado 32 semanas o más, el feto se coloca cabeza abajo en busca del cérvix de la futura madre. Sin embargo no son pocos los casos en los cuales la criatura se encuentra con una presentación de nalgas. Esta posición requiere que sean tomadas medidas para garantizar la salud del bebé y la madre a la hora del parto.
Para conocer todo lo que sucede durante: Semana 32 de embarazo
El alumbramiento vaginal es un proceso natural que pone fin al embarazo y en la gran mayoría de las ocasiones se desarrolla de forma completamente normal sin complicaciones. El organismo de la madre y del feto se preparan para facilitar este momento, pero nunca se tiene la seguridad de no tener una urgencia que requiera la actuación médica.
En el pasado era muy difícil predecir cómo y cuándo ocurriría el nacimiento, pero cada vez los avances de la medicina son mayores y se hace posible observar, controlar e incluso intervenir para garantizar un parto exitoso.
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¿Qué es la presentación de nalgas?
Aproximadamente el 94% de los fetos se mueven dentro del útero de la madre para buscar la posición cabeza abajo o cefálica, que es la más indicada y viable. Esto sucede por lo general mucho antes de iniciarse el trabajo de parto. Pero algunos fetos posicionan sus nalgas o piernas en la pelvis de la madre en lugar de hacerlo en posición cefálica como lo hace la gran mayoría. Precisamente a esto es a lo que se le denomina posición pélvica o presentación de nalgas. Esto es más frecuente en partos antes de término, llegando a alcanzar un 30% y alrededor de un 3-4% cuando las gestaciones están a término.
Cuando el embarazo avanza hacia su final alrededor de la semana 34, el médico es capaz de localizar y definir la posición en la que se encuentra la criatura. Para ello palpa el vientre de la embarazada y gracias al tamaño que ya tiene el feto en ese momento, puede definir donde se encuentra la cabeza, la espalda y las piernas. En el caso de existir dudas, esta exploración se complementa con un ultrasonido que permite confirmar la posición del feto.
La presentación de nalgas puede sugerir la existencia de algún problema de salud con la criatura. Aunque no es lo más frecuente, esta posición puede estar asociada a algún problema que fue el que impidió que el feto se moviera en el útero para colocarse cabeza abajo.
Causas de presentación de nalgas
Aún no quedan claras cuáles son las causas de la presentación de nalgas, en la mayoría de los casos no se puede precisar su origen exacto. Han sido asociadas a la presencia de algunos factores como:
- Antecedentes de partos prematuros o de bajo peso
- Embarazos múltiples
- Presencia de un útero con una forma fuera de lo normal
- Útero con crecimientos anormales, como los fibromas
- Estenosis pélvica
- Placenta previa
- Presencia de una cantidad inadecuada de líquido amniótico
- Alteraciones cromosómicas en el feto
- Cordón umbilical corto
Formas de la presentación de nalgas
Esta posición suele manifestarse en una de las 3 formas siguientes:
Posición de nalgas completa: el feto se encuentra con las nalgas hacia abajo, ambas rodillas del feto están dobladas y los pies cerca de las nalgas.
Presentación incompleta: en este caso las rodillas del bebé se doblan y sus pies y nalgas están más cerca del canal de parto. Cuando el pie está más cercano al canal del parto se emplea el termino de posición podálica.
Posición de nalgas franca (Frank Breech): con las nalgas hacia abajo el feto tiene las piernas por enfrente, pegadas al cuerpo, y los pies cerca de la cabeza.
¿Qué hacer ante una presentación de nalgas?
Una vez que se confirma la presentación de nalgas, la conducta a seguir puede variar. Hay varias opciones una de ellas se basa en creencias populares sobre el efecto de algunos alimentos, posiciones y otros remedios naturales. No hay respaldo científico a la mayoría de estas prácticas. El médico pudiera aconsejarle hacer la versión cefálica externa. La tercera alternativa seria aconsejarle una cesárea o evaluar la posibilidad de un parto por vía vaginal acorde con numerosos factores. Por lo general esta última será casi excepcional y la alternativa menos recomendada.
La maniobra para voltear al feto se conoce como versión cefálica externa. Para realizarla el médico debe tener experiencia en el procedimiento y auxiliarse del ultrasonido. Se realiza presionando el abdomen con ambas manos y ejerciendo una presión coordinada para voltear la criatura cabeza abajo.
Esta maniobra se realiza a partir de las 36 semanas de embarazo, cuando existe una relación ideal entre el tamaño del feto y la cantidad de líquido amniótico. Es un procedimiento que se realiza con frecuencia y tiene algunos riesgos y se plantea efectividad en el 50% de los casos. Puede resultar un poco doloroso para la embarazada. Por lo general se trata de realizar esta maniobra.
El médico es el encargado de estudiar todas las posibilidades y explicarle a la madre las ventajas y desventajas de las opciones. Lo más probable es que el médico estime conveniente recomendar una cesárea y así programarla.
Desventajas de la presentación de nalgas
La presentación de nalgas no es la posición ideal para parir, la más segura es la cefálica. Su desarrollo anatómico y funcional prepara a la cabeza para que sea capaz de salir primero y así favorecer la salida del resto del cuerpo del feto.
A lo anterior se suma que los huesos que conforman la cabeza son flexibles y tienen la capacidad de desplazarse y adaptarse al canal del parto, por lo que su salida se facilita. La pelvis no tiene esta posibilidad.
Si los pies o las nalgas del bebé salen primero por la pelvis, se corre el riesgo de que la criatura se atasque en el canal de parto porque este se encuentra demasiado estrecho para que salga la cabeza. En esos casos se pueden utilizar los fórceps, pero esto constituye un riesgo ya que durante la maniobra el bebé puede sufrir traumatismos.
Otro riesgo se refiere al cordón umbilical. Durante el parto de nalgas puede provocarse el llamado prolapso del cordón. Este ocurre cuando el cordón umbilical se comprime y provoca que se vea interrumpido el suministro de oxígeno y sangre a la criatura lo cual pone en gran riesgo su vida.
Se recomienda estar al tanto acerca de cuál es la posición del feto a medida que se acerca el momento del parto, o sea, luego de las 34-35 semanas. En caso de que el médico sospeche y confirme que la criatura se encuentra en esta posición, es necesario diseñar la conducta a seguir para garantizar que el nacimiento ocurra sin percances y se resguarde la salud de la madre y del bebé.
Un último aspecto a tener en cuenta…
Si estas valorando parir en tu hogar y te dicen que tu bebé está en posición de nalgas, es conveniente que reconsideres tu decisión. No es conveniente que paras en tu casa porque las complicaciones tanto para ti como para tu bebé pueden ser mucho mayores en este tipo de parto y ante la necesidad de una cesárea u otra atención de urgencia, el hospital está mejor preparado.
Para conocer más sobre aspectos relacionados con el tema te invito a leer: Complicaciones en el parto