Entre las múltiples preguntas que los padres se hacen cuando nace su hijo es… ¿Mi bebé oye bien? Y no es para menor porque el adecuado desarrollo de la audición y del lenguaje les hará más fácil su adaptación al camino de la vida fuera del útero materno. Cuando se detecta que tu hijo no oye bien puede tener una hipoacusia o sordera congénita.
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Esta afección puede afectar uno o ambos oídos del bebé, y puede resultar en sordera total o parcial. Esta condición puede detectarse durante los primeros días de vida de un recién nacido y puede determinarse también la magnitud de la afectación. Este diagnóstico temprano permite tratar de forma precoz el deterioro de la audición.
Contenido
- 1 Asociación de la audición con el neurodesarrollo
- 2 Señales tempranas de la hipoacusia
- 3 ¿Por qué tu bebé no oye bien y cuáles son sus características?
- 4 ¿Cuáles podrían ser las causas por las que tu bebé no oye bien?
- 5 Pruebas para verificar si tu bebé tiene defectos auditivos
- 6 ¿Cuáles son las posibles soluciones si tu pequeño no oye bien?
Asociación de la audición con el neurodesarrollo
No hay dudas que el desarrollo de la audición es de gran importancia para el aprendizaje, para las relaciones sociales y se asocia a las posibilidades de expresarse mediante el lenguaje, el habla, la comunicación y la integración social.
Dependiendo de la parte del oído así será su desarrollo, la parte interna comienza en la tercera semana de embarazo y está completamente listo al nacimiento. Pero el recubrimiento de mielina de la vía auditiva se inicia en el sexto mes de embarazo, y al nacimiento solo se ha desarrollado una parte de las neuronas, a los 6 meses se produce la mielinización de la unión con otras neuronas. Su relación con las áreas asociadas al lenguaje continua su avance hasta los dos años. Por su parte la corteza cerebral auditiva incrementa su espesor hasta los 12 años.
Lo anterior demuestra que la detección temprana de la hipoacusia es determinante para alcanzar la máxima respuesta. Los óptimos resultados se obtienen cuando el diagnóstico se efectúa antes de los 6 meses de edad, permite el máximo aprovechamiento de la plasticidad del sistema sensorial en desarrollo. Siempre es mejor entre la etapa de recién nacido y antes de los 24 meses de vida. La detección entre los 2 a 5 años disminuye la respuesta. Este proceso de interconexión y tendido de redes dendríticas es diferente en bebés prematuros o inmaduros.
En cuanto más temprano se realice el diagnóstico menor serán las afectaciones en todas las esferas de la vida del pequeño y mejor será su bienestar físico, emocional y social.
Señales tempranas de la hipoacusia
Los indicadores de una hipoacusia varían con la edad. Si es un recién nacido no se sobresaltará ante un ruido fuerte, mientras un bebé mayor no reaccionará cuando se le habla. Los principales signos de la hipoacusia infantil son la pérdida auditiva y el retraso en el desarrollo del lenguaje.
Se puede sospechar de la presencia de hipoacusia desde el propio nacimiento, cuando el pequeño no reacciona ante un ruido fuerte y no manifiesta sobresalto. Cuando el bebé tiene 4 y 5 meses es capaz de reconocer la voz de los padres, y gira la cabeza buscando de donde proviene cualquier sonido.
Entre los 7 y 8 meses no voltea la cabeza ante una voz conocida o sonidoso no se tranquilizan es un signo de alarma de pérdida auditiva, ya entre los 10 y 12 meses es capaz de determinar de donde proviene el sonido, balbucear y es incapaz de repetir de palabras de una o dos silabas. Si al cumplir los dos años no tiene la capacidad de pronunciar palabras sencillas y de formular frases simples son signos que alertan de una posible afectación auditiva.
¿Por qué tu bebé no oye bien y cuáles son sus características?
La hipoacusia, aunque infrecuente, puede estar presente desde el nacimiento del bebé o manifestarse más tarde. En ocasiones afecta un solo oído o ambos, y en dependencia de su severidad será leve, moderada, grave o profunda. A esta última es la que se le llama sordera. Se estima que la pérdida de audición en recién nacidos se presenta entre 3 a 5 por cada mil nacimientos.
La relación entre la audición y el lenguaje es de tal naturaleza que una de sus clasificaciones se relaciona con su aparición en relación con el lenguaje si es de 0-2 años (prelinguales), entre 2-5 años (perilinguales) y es posterior a la estructuración del lenguaje se llama postlinguales.
En casos más leves, la hipoacusia puede enmascararse hasta la edad escolar, en que se manifiesta como falta de atención y retraso escolar con relación al resto de sus compañeros.
Por ello, es de suma importancia que se detecte de forma precoz esta condición en los recién nacidos, para establecer una estrategia de tratamiento lo más rápido posible.
La hipoacusia es una condición que debe monitorearse regularmente, pues puede empeorar o mantenerse estable en el tiempo. Dentro de los factores de riesgo para que un recién nacido desarrolle hipoacusia están los antecedentes familiares y el bajo peso al nacer
¿Cuáles podrían ser las causas por las que tu bebé no oye bien?
Puede ser producto de un problema tanto en el oído externo como en el oído medio, que disminuyan o impidan por completo el paso de las ondas sonoras. Según la Organización Mundial de la Salud [3]la hipoacusia infantil severa y profunda se debe en una 50% a causas genéticas y el resto a problemas adquiridos o de malformaciones. En dependencia de la causa se determinará la conducta a seguir.
Entre las causas genéticas de hipoacusia, se encuentran diferentes síndromes que se transmiten con carácter dominante o recesivo, así como otros relacionados al cromosoma X o las mitocondrias. La mayoría de las pérdidas auditivas congénitas son hereditarias y se han identificado cerca de 200 tipos diferentes.
Entre las adquiridas se encuentran las que son consecuencia de infecciones transmitidas por la madre, como la toxoplasmosis, rubéola, el sarampión, sífilis, citomegalovirus, o herpes simple. En otras ocasiones es consecuencia de infecciones severas después del nacimiento, como la meningitis bacteriana, paperas o el sarampión.
Entre las adquiridas también se encuentran los posibles efectos de químicos o medicamentos mientras el feto está en el útero, o justo después del nacimiento que tienen un efecto ototóxico como la estreptomicina, kanamicina, neomicina, gentamicina y vancomicina entre otros.
Podría ser de origen traumático de la región ótica o craneal, ruptura timpánica, luxación de los huesecillos y fractura del temporal. La hipoacusia es una de las complicaciones de la prematuridad.
Por último, la hipoacusia central involucra un daño o malformación del nervio auditivo o la forma en que este se comunica al cerebro. Diversos síndromes pueden dar origen a malformaciones auditivas. Esta es la forma más infrecuente de hipoacusia en bebés y niños.
Pruebas para verificar si tu bebé tiene defectos auditivos
Para determinarlo, un especialista examinará al bebé en busca de problemas óseos o evidencias de cambios genéticos que indiquen hipoacusia. Luego, utilizará un otoscopio para examinar el conducto auditivo externo, observar el tímpano y encontrar o descartar problemas que estén causando hipoacusia.
Hay dos pruebas específicas que pueden aplicarse para verificar que el recién nacido tiene una audición normal:
Prueba de respuesta auditiva troncoencefálica (ABR): Se colocan electrodos para medir cómo el nervio auditivo reacciona ante el sonido.
Prueba de emisiones otoacústicas (OAE): Se colocan micrófonos en los oídos del bebé que detectan sonidos cercanos, los cuales han de hacer eco en el conducto auditivo externo si no hay hipoacusia.
En niños mayores, se aplican pruebas llamadas de audiometría de respuesta visual y audiometría del juego, para determinar el rango auditivo del niño.
Por distintas razones únicamente se identifica el 50% de los niños con pérdida de audición significativa. El 50% de los casos con pérdida de audición que no fueron diagnosticados en los primeros años de vida, llegan al diagnóstico en la etapa adulta.
¿Cuáles son las posibles soluciones si tu pequeño no oye bien?
Numerosos países, España incluida, tienen estipulado que se le realice una prueba de audición a los recién nacidos. Si embargo en otros muchos países de habla hispana esto aun es una aspiración.
De detectarse, la hipoacusia puede comenzar a tratarse a partir de los 6 meses de edad, de forma que el bebé desarrolle habilidades de lenguaje normales. El tratamiento depende de la salud del niño y las causas de la hipoacusia e incluye:
- Cirugía para corregir problemas estructurales
- Consultas de logopedia
- Implante coclear para los niños con hipoacusia neurosensorial profunda
- Implantes de tubos de timpanostomía para infecciones de oído repetitivas
- Instrucción en lenguaje de señas
- Medicamentos contra las infecciones
Aunque no existe aún una cura efectiva para la hipoacusia por daños en el oído interno o los nervios auditivos, los problemas del oído medio y externo pueden ser tratados con fármacos o cirugías reconstructivas.
El pronóstico depende de la causa y la gravedad de la hipoacusia, siempre y cuando esta sea detectada lo más temprano posible. El empleo de la logopedia y los adelantos en los audífonos y otros dispositivos de ayuda para la audición, permiten que muchos de los niños con hipoacusia desarrollen habilidades normales del idioma, a la par que otros niños con audición normal.
Si además de la audición disminuida hay otros trastornos, el pronóstico de la hipoacusia dependerá de los otros síntomas y problemas que tenga el bebé.
Las embarazadas deben consultar a su obstetra antes de tomar cualquier medicamento y evitar situaciones que la expongan a enfermedades como la toxoplasmosis.
Aunque la hipoacusia no sea completamente prevenible, se puede estar alerta a sus síntomas para tratarla a tiempo.
A pesar de que se realice la prueba de hipoacusia al nacer, hay que tener en cuenta que esta puede desarrollarse más tarde. Por ello, los padres han de estar alertas si su bebé o niño pequeño no reacciona ante los ruidos fuertes, no hace o imita sonidos o no comienza a hablar cuando debería.
Los niños que se les ha intervenido para recibir un implante cloquear deben acudir al médico de presentar cuello rígido, dolor de cabeza, fiebre o infecciones de oído.
Y para concluir… reiterarte cuanto más temprano se haga el diagnóstico de la hipoacusia mejor será el resultado, no pierdas tiempo, es la salud de tu hijo.
Para conocer más sobre el tema te invito a leer: ¿Por qué es importante la detección temprana de la hipoacusia?