Es inevitable. Vivimos en la era de la tecnología y nadie escapa de ella. Niños, mayores… todos, sin distinción de género, nos enfrentamos cada día a una pantalla, ya sea porque trabajamos con el ordenador o simplemente porque, ¿quién no tiene un teléfono móvil en su bolsillo, lo use más o menos? La adicción a la tecnología es un mal de nuestros tiempos y, aunque afecta a todos los grupos de edades, son los pequeños los más vulnerables ya que no tienen aún raciocinio para distinguir entre el bien y el mal, para saber cuándo es demasiado o cuándo deben frenar. Si casi no lo tenemos ni nosotros, ¿de verdad creéis que le podemos pedir a nuestros pequeños que sepan cuándo deben apagar la tele o la Tablet?
Las tecnopatías en los niños, o adicción a la tecnología en los niños, es especialmente frecuente hoy en día porque muchas de sus formas de ocio son a través de estos dispositivos. Juegos, dibujos animados, películas, música, fotos… todo pasa por una pantalla, con o sin teclado, pero todo esto hace que desde muy pequeños estén conectados a la red de redes sin que ellos sean conscientes.
Los niños de hoy en día no nacen con un pan bajo el brazo, lo hacen con un smartphone y una conexión WiFi a Internet. Y está muy bien, no se les debe aislar de la tecnología porque sin duda la van a necesitar en su futuro, pero nuestra labor como padres es enseñarles cómo deben gestionarla y darles otras alternativas.
Si te interesa el tema, quédate por aquí. En solo cinco minutos de lectura te vamos a dar cinco consejos super útiles para que trates de detectar a tiempo las tecnopatías en los niños y le pongas solución.
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Contenido
5 consejos para prevenir y solucionar las tecnopatías en los niños
Observa su comportamiento y comprueba si puede existir una adicción
Lo primero de todo, queremos pedirte cautela. Sabemos que para muchas personas la tecnología es un gran enemigo, pero no es así. El enemigo es no saber gestionarla. La tecnología por sí sola es una herramienta impresionantemente buena, por lo que, el hecho de que tu hijo esté en contacto con un smartphone o un ordenador no es nada negativo, todo lo contrario. Que les guste, también es natural. ¿Acaso no te gusta a ti también?
Por eso, lo primero de todo, antes de buscar soluciones a posibles tecnopatías en los niños es detectar si efectivamente existe un problema como tal. Detecta si tu hijo tiene una adicción (o principio de) o si solamente le gusta como cualquier otra actividad. ¿Cómo puedes saber esto? Es fácil: observa sus emociones. No midas solo el grado de adicción por las horas que le dedique, ya que puede ser que lo haga por simple aburrimiento o porque no tenga otra cosa mejor que hacer. Puedes ver si deja de hacer otras actividades solo por estar enfrente de una pantalla, si se muestra irascible si un día no puede cogerla o si incluso llora o patalea si le dices que durante un rato no va a poder usarla.
Propón alternativas de ocio
Tanto si tiene principios de adicción como si simplemente quieres que aprenda a gestionar su tiempo libre dándole importancia a diferentes actividades, no solo a estar conectado a internet consumiendo contenido multimedia o navegando por la red, está en tu mano darle estas alternativas.
Es muy fácil querer que tu hijo no recurra a la consola, al smartphone, a la Tablet o a la tele si es un niño que pasa todo el tiempo solo y no se le presta la atención necesaria. Haz planes diferentes, de los de antes. Salir al parque a jugar en los columpios, cocinar (te sorprendería la cantidad de niños que adoran cocinar), hacer algunas manualidades, aprender juntos alguna actividad divertida o hacer deporte, por ejemplo. Nadie mejor que tú conoce a tu hijo y, por tanto, nadie mejor que tú sabrá que le puede gustar más aparte de la tecnología.
No utilices la tecnología como castigo o recompensa
Al igual que hablamos en artículos anteriores sobre lo negativo que es utiliza la comida sana o la comida basura como castigo o recompensa, con la tecnología pasa igual. Si enfocas el mensaje a “si te portas mal no te dejo coger el móvil” (castigo) o “si haces los deberes puedes jugar un rato con la Tablet” (recompensa), le estás mostrando que la tecnología es un objeto de deseo al que aspirar y, por tanto, al que ambicionar y que es adictivo.
Incluye la tecnología de un modo natural en vuestras vidas. Es una herramienta que está ahí, que utilizáis todos, que es muy útil en algunos casos, pero que nunca es el centro de cualquier vida.
Establece límites
Pero, ¿qué pasa si crees que tu hijo ya puede sufrir una de estas tecnopatías en los niños? En este caso ya no hablamos de prevención, como hemos hecho hasta ahora, si no de solución. Antes que nada, ten en cuenta que nadie mejor que un psicológico puede ayudar a resolver este tipo de problemas. Pero si quieres intentarlo por ti mismo, además de los puntos anteriores, llega el momento de ser un poco duro y establecer unas reglas.
No permitas que tu hijo se pase todo su tiempo libre frente a la pantalla, quiera o no. Es preferible que patalee un par de días pero que poco a poco aprenda a hacer otras cosas a que claudiques siempre y termine siendo un niño antisocial que no sabe hacer otra cosa para divertirse que recurrir a las tecnologías. No es lo que quieres, ¿verdad? Establece un límite horario, siempre después de haber cumplido con las obligaciones escolares y si no hay otro plan (por ejemplo, si vienen los abuelos de visita, prohibido estar con la consola, pero si estáis en casa, no pasa nada si está una hora antes de cenar viendo una serie en Netflix o jugando a algún juego en la Tablet). También trata de respetar los horarios de sueño para que estas tecnopatías en los niños no interfiera en su salud.
No los escondas de ella
Y, por último, recuerda lo que te hemos tratado de transmitir a lo largo de este artículo: la tecnología le va a ayudar mucho en su vida, por lo tanto, tratar de mantenerle al margen es un completo error. Deja que aprenda de ella, que sepa desenvolverse bien en diferentes entornos y que viva una evolución natural. A fin de cuentas, el día de mañana la va a necesitar para todo, tanto para su vida académica como laboral, y hasta para su vida social.
Es importante que la sepa integrar de una forma natural en su vida y como cualquier otra cosa más.
No olvides que la forma de ocio es muy diferente hoy que hace unos años, pero incluso para ti. Por eso, también debes entender que la forma de educar hoy en día es distinta, pero siempre vigilar que no tenga ninguna repercusión en el desarrollo de tu pequeño. Si detectas algún tipo de adicción, recuerda que los psicólogos son quienes realmente tienen las herramientas necesarias para ayudarte.
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