El chupete es considerado por muchos padres como una herramienta insustituible para calmar a los bebés. Sin dudas hace su trabajo, pero ¿es bueno utilizarlo?
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Como todo, su empleo tiene pros y contras que los padres deben valorar antes de adaptar a los bebés a este socorrido implemento. Aunque en el pasado se le ha estigmatizado, evidencias recientes indican que ofrece claras ventajas. No obstante, pasada cierta edad es necesario retirarlo.
¿Cómo funciona el chupete?
Al nacer, los bebés tienen un fuerte reflejo de succión, que va más allá de la simple nutrición. Para ellos, el succionar tiene un efecto calmante: muchos bebés, incluso antes de nacer, se chupan los pulgares u otros dedos.
Llevar cosas a su boca es también la manera en la que los bebés aprenden a descubrir los objetos a su alrededor.
El chupete viene a suplir esta necesidad de forma más higiénica y ergonómica. Puede ofrecérsele al bebé luego de 3 o 4 semanas de nacido, una vez que haya establecido la rutina de lactancia materna.
Las ventajas de usar el chupete
Usar el chupete entre las comidas es útil para tranquilizar o calmar al bebé (de hecho, en inglés se le llama pacifier). Estas son algunas de las ventajas inmediatas de su uso:
- El chupete cumple una de sus funciones principales calmar al bebé entre una toma de leche y la otra, pues lo entretiene al estar chupando algo que asocia a la lactancia
- Alivia los malestares ocasionados por el transporte, especialmente en los vuelos: en estos le ayudar a “destaparse los oídos”, tal como los adultos bostezan o tragan saliva.
- El chupete es fácil de limpiar, puede también ser hasta desechable y fácil de retirar, mucho más que la costumbre de succionarse el pulgar u otros dedos.
- Es una distracción temporaria ante estímulos adversos. Es útil cuando el bebé va a someterse a inyecciones, análisis de sangre u otros procedimientos molestos, y después de ser realizados.
- Le ayuda a dormir y no tiene ninguna repercusión sobre la calidad de su sueño, ni que despierte por las noches.
No obstante, la Asociación Española de Pediatría (AEP) insiste en que el principal beneficio demostrado es que el chupete reduce el riesgo de muerte súbita infantil, así como la estancia de los niños prematuros en los hospitales.
Esto se debe a que, durante el sueño, el chupete favorece una posición correcta de la lengua y evita además que se obstruyan las vías respiratorias.
Desventajas de usar el chupete
He aquí algunos inconvenientes que debes poner en la balanza a la hora de decidir dar o no el chupete al bebé:
- Aumenta el riesgo de infecciones en el oído medio. No obstante, este no es un problema de salud frecuente antes de los 6 meses, cuando el bebé está más interesado en el chupete. El síndrome de la muerte infantil súbita sí lo es.
- Crea dependencia. Si se utiliza para dormir, puede desencadenar crisis de llanto cuando se le caiga durante la noche.
- Puede afectar la lactancia, pues el mecanismo de succionarlo es diferente al pecho o el biberón. Algunos bebés son muy sensibles a esas variaciones.
Una de las críticas más marcadas de usar el chupete de forma prolongada es que puede acarrear problemas dentales, aunque si se emplea de forma adecuada en los primeros años de vida no acarrea dificultades a largo plazo.
Más allá de los tres años de vida puede desalinear los dientes del niño o provocar una maloclusión dental, que ocurre cuando las arcadas dentales superiores e inferiores no encajan correctamente al realizar la mordida.
Como introducir correctamente el uso del chupete
En el caso de que los padres elijan utilizar este maravilloso aditamento, es importante observar algunos lineamientos para hacerlo de forma correcta.
- El chupete debe reemplazarse con frecuencia en la medida que se desgasta. Los padres deben chequear su integridad y sustituirlo ante cualquier indicación de deterioro.
- El chupete no debe untarse con ninguna sustancia dulce para hacerlo más atractivo, como azúcar o miel.
- Elegir de preferencia chupetes de silicona que puedan lavarse en el lavavajillas.
- En la medida de lo posible, se debe evitar usar ganchos para chupete que puedan abrirse y herir al bebé. Si se utilizan cintas, estas no deben ser tan largas como para que el niño pueda enredarse en ellas y asfixiarse.
- Los padres no deben limpiar el chupete pasándolo por su propia boca. Esto solo transmite gérmenes al bebé.
- No se debe forzar su uso. Si el bebé no está interesado en él o se le cae mientras duerme sin ninguna consecuencia, no se le debe poner en la boca otra vez.
- No incorporarlo antes de las 3 o 4 semanas de vida. Luego de este período, la lactancia materna ya debe realizarse de forma correcta y el chupete no será un impedimento para el amamantamiento eficaz.
- No ofrecerlo como primera opción. Cuando el bebé llora, es preferible cambiarlo de posición o mecerlo un rato para que se calme. El chupete debe ofrecerse únicamente entre las comidas o posterior a la lactancia.
- No utilizar chupetes de dos piezas: pueden atragantar al bebé si se rompen.
- Se debe mantener una correcta higiene del chupete, limpiándolo antes de ofrecerlo. Para ello debe hervirse con frecuencia o pasarlo por el lavavajillas, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses de vida y su sistema inmune se haya desarrollado. Luego puede lavarse solo con agua y jabón.
- Tener recambios a mano: una vez que el bebé se adapta a un tipo de chupete, es inteligente tener disponibles varios del mismo tipo. De esta forma si se ensucia, se pierde o se rompe, sustituirlo no será un problema.
¿Cuándo y cómo dejar de usar el chupete?
Al crecer el bebé, las desventajas de usar el chupete superan sus beneficios. La mayoría de los niños abandona el chupete por voluntad propia entre los 2 a 4 años. Otros, necesitan el refuerzo positivo de los padres.
En el caso que el niño se resista a abandonar el hábito del chupete, es recomendable pedir ayuda a su pediatra o dentista. Estos pueden planear de conjunto con los padres las estrategias necesarias para que dejen de utilizarlos.
Los padres deben recordar que en la moderación está la virtud. De esta forma, pueden aprovecharse las ventajas de usar el chupete minimizando sus aspectos negativos, pero sin dudas el chupete es un gran invento y un magnífica auxiliar en los primeros años de vida de nuestros pequeñitos. Pero como todo lo relacionado con la crianza de tu hijo le toca a los padres de decidir lo que consideran mejor para su bebé.
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