11 consejos para que tu hijo duerma mejor… tú puedes hacer mucho

Con algunos chicos resulta fácil, pero para otros la hora del sueño es un verdadero desafío. No te preocupes: si deseas que tu hijo duerma mejor, hay numerosas estrategias que puedes emplear.

Las horas de sueño varían acorde con la edad al inicio de su vida pasan la mayor parte del tiempo durmiendo, después paulatinamente van reduciendo las horas

Las horas de sueño, dependen de la edad del pequeño, en los primeros meses de vida pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, después los especialistas recomiendan entre 10 a 14 horas de sueño para el correcto desarrollo de los menores de edad. Posteriormente entre 8 y 10 horas de sueño. Así que revisemos que puedes hacer para que ese milagro se cumpla y tu hijo duerma mejor.

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11 estrategias para que tu hijo duerma mejor

Si deseas que la hora de dormir sea más fácil para todos, esto es lo que puedes hacer.

Aquí encontrarás algunas excelentes recomendaciones para que crees los hábitos que permitan que tu hijo duerma mejor

Establece un horario fijo para ir a dormir

Cuando son bebés es imposible mandarle a la cama con palabras, pero sí que se puede con acciones. Si acostumbras a tu hijo a acostarse a dormir siempre a la misma hora, su reloj biológico se ajustará a ese horario.

En la medida que el niño crece, aparecen las tentaciones de relajar la hora del sueño los fines de semana o los veranos, para estar más tiempo en familia. Pero hay que ser firme en este sentido: romper la rutina de sueño implica más dificultad para recuperarla posteriormente.

Todas las pantallas fuera para que tu hijo duerma mejor

Los dispositivos electrónicos o la tele no ayudan a relajarse antes de dormir. Por el contrario, aquellos programas con contenido que incluya conflictos como el drama, el terror, el suspenso o escenas de violencia pueden alterarlos e incluso ser motivos de pesadillas.

Aún si el contenido es pacífico, la luz de las pantallas engaña a nuestro cerebro a que aún es de día y no se secretan hormonas relacionadas con el descanso como la melatonina. Así que es mejor leer o escuchar música antes de dormir que estar pendiente de una pantalla.

Impón una rutina para ir a la cama

Con unos pocos pasos, se puede establecer desde pequeños una rutina que le indique a su reloj biológico, que se vaya preparando para dormir. Algunos expertos recomiendan que un baño con agua tibia puede ser una buena rutina.

Hay mucho que puedes hacer para que tu hijo duerma mejor, desde preparar un entorno más agradable hasta establecer un ritual para acercarlo a la cama

Cepillarse los dientes, ponerse un pijama, leer un libro, contar un cuento o hablar sobre los hechos del día son sólo algunos ejemplos de pasos de la rutina para ir a la cama. Mientras estas acciones sean tranquilas y consistentes en el tiempo, el sueño llegará.

Para que tu hijo duerma mejor: ¡Acostarse temprano!

Cuando los niños están demasiado cansados, les cuesta más el acomodarse lo suficiente para dormir. Sin embargo, cuando duermen más temprano no solo concilian mejor el sueño, sino que eso posibilita también que los padres tengan un poco más de tiempo para sus tareas nocturnas. Hasta el comienzo de la escuela, el momento entre las 7:30 y las 8:30 de la tarde es ideal para que los niños vayan a la cama.

Todos los caminos conducen a cama

Asegúrate que la rutina de la hora de dormir de tus hijos va conduciendo sucesivamente al dormitorio. Nada de deambular por casa, bañándose en un lado, tomando un refrigerio en otro, vistiendo el pijama en otro lugar y luego leyendo un cuento en la sala de estar.

Enfoca todas las actividades para que su cama sea el centro y final de la tarde.

Para que tu hijo duerma mejor no admitas rodeos ni dilaciones

Cuando llega la hora del sueño, no pueden haber pedidos de última hora. Está bien dar un abrazo  acariciarlo, también leer una última página, pero solo puede haber una concesión por vez.

A la segunda hay que ser firmes y decir que no. Es hora de dormir, y la hora de dormir hay que respetarla con constancia y paciencia.

El santuario del descanso

Crea un refugio para dormir que le sea a tu pequeño cómodo y confortable. La temperatura ha de ser fresca en verano y cálida en invierno. La iluminación debe ser tenue. Mejor que la oscuridad total, es tener alguna lucecita nocturna suave en la habitación. De esta manera, si el niño despierta en mitad de la noche no se sentirá desorientado, y podrá guiarse si necesita ir al baño.

Podría ser que parte de la rutina de tu hijo incluya dormir con algún juguete o su muñeco predilecto, esto los ayudará a identificar que llegó la hora de dormir

Otros elementos de su santuario deben ser una cama y almohada confortables, ropa de cama adecuada y algún que otro juguete preferido (uno o máximo dos) que le ayude a dormir.

Adiós a la cafeína

Este estimulante hace que el cuerpo no pueda reducir su marcha y le resulte muy difícil el conciliar el sueño… y no está solo en una taza de café cargado. Un refresco carbonatado de 12 onzas puede contener cerca de 25 miligramos de cafeína, mientras un té helado puede llegar a los 40 miligramos. El chocolate o las nueces pueden contener este y otros estimulantes.

La cafeína no está entre los requerimientos nutricionales infantiles, así que trata de evitarla. O al menos no permitas que la consuma después del  mediodía, para que el menor tenga tiempo de metabolizarla hasta la noche.

La actividad física ayuda al sueño

Un niño que se haya mantenido activo durante el día necesitará descanso en la noche, así que debes garantizar para que tu hijo duerma mejor que haya tenido suficiente ejercicio diurno.

Además de la importancia de la actividad física para su crecimiento y desarrollo, está demostrado que los niños duermen más y mejor si se ejercitan al menos dos horas durante el día, pero nunca inmediatamente antes de irse a la cama.

Siestas cortas…para que tu hijo duerma mejor por las noches

Es normal y hasta saludable que los niños menores de tres años duerman la siesta, pues en ellos el período de sueño oscila entre las 12 a 14 horas diarias. Esta generalmente dura de 1 a 3 horas luego del almuerzo: si tu hijo duerme más o la siesta comienza a una hora muy avanzada de la tarde, va a afectar el sueño nocturno.

Por mucho que te apene, interrumpe la siesta si ves que se prolonga demasiado. Esto evitará luego que tengan problemas para conciliar el sueño. Ya sobre los 5 años el niño no necesita dormir siesta, aunque se le puede dejar echar una cabezada de una hora si tiene demasiada somnolencia después del almuerzo.

Se debe crear un ambiente propicio para el descanso que favorezca un sueño reparador y tranquilo

Sé firme a la hora de dormir

Más de una vez te pedirán un capítulo extra de su libro predilecto, pasar ese nivel del videojuego o media hora adicional de televisión. Parece una concesión sencilla, pero cualquier alteración de la rutina del sueño en perjudicial para que tu hijo duerma mejor en las noches.

Estas peticiones parecen razonables, pero ten siempre en mente que lo que realmente tu hijo necesita es dormir.

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