Adenoiditis en niños, ¿qué podemos hacer en estos casos?

Una de las patologías más frecuentes durante la infancia es la adenoiditis. Este es un padecimiento que puede ser agudo o crónico, que se produce cuando el tejido adenoideo se inflama y/o infecta, ocasionándole al niño numerosas molestias.

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Las adenoides o vegetaciones son unas masas de tejido linfoide que se encuentran en la parte posterior de la nariz, cerca de la parte interna de las fosas nasales y en la zona superior de la nasofaringe. Son llamadas también amígdalas faríngeas, y junto a las amígdalas palatinas forman el anillo de Waldeyer, que protege las vías respiratorias contra gérmenes y bacterias.

Niña con estado catarral
Los cuadros catarrales a repetición pueden dar origen a la adenoiditis, pudiendo acompañarse de fiebre y de otras manifestaciones, es causa frecuente de ronquidos

¿Por qué se produce la adenoiditis?

En la infancia las adenoides se pueden inflamar e infectar como consecuencia a frecuentes cuadros catarrales en las vías respiratorias altas. Esto provoca una obstrucción nasofaríngea con presencia de rinorrea mucopurulenta, produciendo además que el niño se vea obligado a respirar por la boca y que ronque al dormir. La infección puede ocasionar fiebre y conducir a la hipertrofia adenoidea, o sea el aumento de tamaño de las adenoides.

La adenoiditis puede ser aguda, la que responde al tratamiento y  desaparece. La crónica es cuando permanece en el tiempo y se acentúan los síntomas y secuelas. Pueden ser tratadas con medicamentos, pero si se hace crónica y persiste la hipertrofia adenoidea es necesario acudir a una intervención quirúrgica para extirpar las adenoides, y por tanto eliminar el foco infeccioso definitivamente.

Niño durmiendo
La adenoiditis tiene síntomas floridos y se presenta como consecuencia de infecciones respiratorias a repetición, requiere tratamiento

Factores que pueden desencadenar la adenoiditis

Existen algunos factores que pueden favorecer la aparición de la adenoiditis. Ya conocemos que los catarros a repetición son una causa común, pero también existen otros elementos que desencadenan el mecanismo para el desarrollo de la enfermedad:

  • Alergias: Las enfermedades alérgicas ocasionan inflamación de la mucosa nasal y conducen a la inflamación de las adenoides. Para los pacientes cuyas alergias sean estacionales el grado de inflamación será fluctuante, en tanto no se encuentran expuestos al agente sensibilizante. Aquellos que sufren de alergias permanentes padecen de rinitis alérgica crónica que desencadena la adenoiditis crónica.
  • Asistir a guarderías: En las guarderías los niños se encuentran expuestos a contagiarse con frecuencia de enfermedades respiratorias.
  • Tabaquismo pasivo: El humo de tabaco provoca inflamación de las mucosas y permeabiliza las mismas. Esto trae como consecuencia la aparición de bronquitis, tos crónica e infecciones laringofaríngeas, entre otras patologías.
  • Reflujo gastroesofágico: Los pacientes que la padecen tienen tendencia a padecer también de congestión nasal, rinitis y tos crónica.
  • Contaminación atmosférica: Un ambiente donde abundan partículas finas y sustancias como el ozono, el óxido de nitrógeno y el óxido de azufre incrementa la probabilidad de sufrir infecciones respiratorias y asma, especialmente en los niños.
  • Tipo de alimentación: Los niños que se alimentan con lactancia artificial tienen más propensión a la aparición de cuadros respiratorios que aquellos que reciben lactancia materna. La leche materna proporciona una protección inmunológica contra las infecciones, que no está presente en las fórmulas artificiales.
Niño con adenoiditis
La adenoiditis es una enfermedad común en la infancia y puede ser aguda o crónica, requiere de tratamiento en ocasiones hasta quirúrgico

Tratamiento para la adenoiditis

El tratamiento para la adenoiditis suele tener varios enfoques. Se puede tratar la causa o etiología que provoca la enfermedad, directamente atacar los síntomas, o utilizar medicamentos para intentar su prevención.

Tratamiento etiológico:

  • Terapia inmunológica: se utilizan generalmente vacunas para contrarrestar las alergias.
  • Inhibidores de la Bomba de Protones (IBP): se emplean cuando se sospecha la existencia de reflujo gastroesofágico.
  • Antibióticos: se administran si se sospecha de una infección de origen bacteriano.

Tratamiento sintomático:

  • Lavados nasales con suero fisiológico
  • Antipiréticos
  • Antiinflamatorios no esteroideos
  • Vasoconstrictores nasales
  • Corticoides tópicos nasales
  • Antihistamínicos

Algunos especialistas indican además medicamentos antitusígenos y mucolíticos, pero no se ha demostrado que tenga alguna eficacia directa sobre la patología.

Niño con su pediatra
Para confirmar el diagnóstico de adenoiditis se requiere la revision de la orofaringe y en algunas ocasiones de exámenes de imágenes

En el caso de la prevención o profilaxis se recomienda la terapia inmunológica por vía oral, en especial para aquellos pacientes que sufren de adenoiditis a repetición.

Síntomas de hipertrofia adenoidea

Una de las consecuencias de la adenoiditis es la hipertrofia adenoidea, que ocurre cuando el tejido linfático que compone las adenoides aumenta de tamaño a causa de repetidas infecciones. Este padecimiento produce síntomas que se relacionan con la obstrucción de las vías aéreas:

  • Tos
  • Halitosis (mal aliento)
  • Respiración oral
  • Ronquidos
  • Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS)
  • Facies adenoidea, se llama asi es cuando la hipertrofia adenoidea se mantiene por mucho tiempo y el rostro se deforma. Los orificios nasales son pequeños, la boca permanece abierta, el labio superior se eleva y deja ver los dientes, el maxilar es estrecho e hipoplásico y la bóveda palatina es alta
  • Secreción nasal con tendencia a la cronicidad
  • Mal funcionamiento de las trompas auditivas, con inflamaciones frecuentes
Adenoiditis crónica
En ocasiones los niños con adenoiditis crónica desarrollan un rostro típico de estos cuadros respiratorios altos

Confirmando la hipertrofia adenoidal

Ante la sospecha de encontrarse ante un caso de hipertrofia adenoidal provocado por adenoiditis, el especialista recomendará realizar pruebas para confirmar el aumento de tamaño de las mismas. Generalmente se utiliza una sola, pero puede requerirse una confirmación. Los exámenes que se realizan son:

  • Rinoscopia posterior con espejillo faríngeo
  • Endoscopia nasal
  • Exámenes de imágenes como radiografía lateral, TAC o RNM
  • Pruebas de funcionalidad: para comprobar el tránsito del flujo aéreo por las vías superiores  para conocer el grado de permeabilidad nasal

Tratamiento para la hipertrofia adenoidal

Como la adenoiditis la hipertrofia adenoidal puede llevar un tratamiento medicamentoso consistente en una terapia corticoesteroidea. Sin embargo, en la mayoría de los casos el padecimiento persiste y si se valora que la hipertrofia es moderada o severa se recomienda la intervención quirúrgica o adenoidectomía.

 Esta operación permite la extracción quirúrgica de las adenoides y es realizada por un cirujano especializado en el área de otorrinolaringología. Se utiliza anestesia general para mantener al niño tranquilo y se lleva a cabo a través de la boca abierta, por lo que no deja cicatriz visible.

La recuperación de esta cirugía es relativamente rápida  y el posoperatorio tiene buen pronóstico y resulta poco doloroso. Si el niño sufre dolor después de la intervención se puede administrar analgésicos, siempre bajo la prescripción del especialista.

Para los primeros días se recomienda reposo para evitar hemorragias. Es poco común que se utilicen antibióticos, se hace si se tiene sospecha de una sobreinfección o en los pacientes con enfermedades cardíacas para prevenir la aparición de endocarditis.

Aunque los riesgos son mínimos como se trata de una intervención quirúrgica es recomendable analizar con el médico la relación riesgo-beneficio para evitar hacerla si no es estrictamente necesario.

La adenoiditis debe de ser atendida, pero existen alternativas para atenuar sus molestias.