Como hemos explicado en ocasiones anteriores el embarazo es una etapa muy especial de la mujer y una de sus características es la alta demanda nutricional que le impone a la gestante y uno de los micronutrientes más requeridos en esta etapa es el hierro. Cuando se prolonga el déficit de este micronutriente da origen a la anemia en el embarazo. Pero además hay otras causas que también pueden ocasionar la anemia.
La Organización Mundial de la Salud, considera que la carencia de hierro es la causa fundamental de anemia a nivel mundial y al mismo tiempo se considera la deficiencia nutricional de mayor importancia. Los datos del 2020 de esta organización consideran que el 33% de las mujeres no embarazadas la padecen, por su parte afecta al 40% de las embarazadas y al 42% de los niños. Pero como veremos a continuación el déficit de hierro no es la única causa de anemia en el embarazo.
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La anemia en el embarazo por deficiencia de hierro es uno de los trastornos de salud más frecuentes en las mujeres a nivel mundial. En los países en vías de desarrollo puede llegar a afectar al 80% de las mujeres. En los desarrollados se estima entre 17-20%.
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Anemia en las embarazadas
La anemia se produce cuando el número de glóbulos rojos o su capacidad de transportar oxígeno, no satisface las necesidades fisiológicas del organismo y más aun durante el embarazo. Las demandas específicas de oxígeno se modifican durante las diferentes etapas del embarazo.
Se determina que existe anemia cuando hay una baja concentración de hemoglobina en sangre. Se detecta mediante un análisis de laboratorio llamado hematocrito que estima el nivel de hemoglobina. Cuando este se encuentra por debajo de determinados rangos es que se considera que la embarazada tiene anemia.
La anemia no es una enfermedad en sí, sino un síntoma de varias enfermedades. En las embarazadas el tipo de anemia más común se produce por déficit de hierro por las grandes demandas que requiere la formación del feto y la placenta.
Niveles de hemoglobina para considerar anemia en el embarazo
Según la Organización Mundial de la Salud los valores normales de hemoglobina en mujeres no embarazadas mayores de 15 años deben estar por encima de los 12 g/dL. La mayoría de los autores aceptan como valores normales niveles entre 11,5 a 14,5 g/dL. Estos valores son menores que para los hombres debido a las pérdidas de sangre ocasionadas por la menstruación. La OMS considera la anemia en el embarazo cuando se encuentra un nivel de hemoglobina menor a 11 g/dL. Con valores entre 10 y 10,9 g/dL la consideran leve, la consideran anemia moderada si están ente 7,0 y 9,9 g/dL y grave si son menores de 7,0 g/dL.
Por su parte los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos de América (CDC) la consideran acorde con los trimestres del embarazo. Para el primer y tercer trimestre establecen que el nivel de hemoglobina sea inferior a 11 g/dL, y durante el segundo trimestre cuando es inferior a 10,5 g/dL.
Tipos de anemia en el embarazo
Durante el embarazo se pueden manifestar diferentes tipos de anemia, asociadas a la causa que la determina. Las más comunes son las siguientes:
Anemia fisiológica del embarazo
Se llama así porque normalmente los cambios asociados al fisiologismo de la embarazada determinan que la mujer tenga un mayor volumen de sangre y por supuesto al tener una mayor cantidad de sangre los glóbulos rojos se diluyen.
Entre las 6 y 12 semanas de embarazo la cantidad de sangre aumenta entre un 10 a 15% y sigue su incremento hasta las 30-34 semanas. La sangre aumenta entre 1,1 a 1,6 litros al final del embarazo aumentando el volumen de sangre total entre un 30 a 50% con relación a mujeres no embarazadas. Por su parte los glóbulos rojos crecen entre un 15 a 30% o sea por debajo del crecimiento del volumen sanguíneo. Este tipo de anemia por dilución es más común en el último trimestre del embarazo.
Anemia en el embarazo por deficiencia de hierro o anemia ferropénica
La anemia por déficit de hierro es el tipo más común durante el embarazo y es que el feto en desarrollo emplea los glóbulos rojos de la madre para crecer y desarrollarse y más aun en el último trimestre. Cuando existen reservas suficientes de glóbulos rojos en la médula ósea antes de que se produzca esta demanda creciente, la madre puede enfrentarla gastando estos depósitos. Cuando hay un déficit de hierro en la sangre y no se puede producir la hemoglobina se manifiesta la anemia ferropénica. Esta es la primera causa de déficit nutricional en gestantes.
La anemia gestacional se debe en gran medida a no suplirse los requerimientos de hierro que presupone el desarrollo de la placenta y el feto. Durante esta etapa también aumenta el número de glóbulos rojos en la sangre materna.
Si no existe la cantidad de hierro biodisponible para fabricarlos, se dice que aparece una anemia gestacional. También la embarazada puede estar anémica antes del embarazo, ya sea debido a una enfermedad preexistente o por otras causas como son las menstruaciones abundantes o debido a problemas en la absorción y asimilación del hierro.
Anemia megaloblástica
Este tipo de anemia en el embarazo es mucho menos frecuente. Se debe a la falta de ácido fólico o de vitamina B12, ambas esenciales en la formación de los glóbulos rojos. Estas no se acumulan en el cuerpo, por lo que deben obtenerse a través de la dieta o ser suplementadas.
Las mujeres veganas son las que pueden presentar con más frecuencia déficit de vitamina B12.
La deficiencia de ácido fólico o folato junto con el hierro interviene en el crecimiento celular. También puede generar defectos congénitos de gravedad en el bebé, como la espina bífida. Por ello se recomienda a aquellas mujeres que buscan quedar embarazadas o que estén durante su primer trimestre de embarazo que tomen suplementos de ácido fólico.
Factores de riesgo y síntomas de la anemia gestacional
Una embarazada tiene mayor riesgo de padecer anemia si:
- Tiene un embarazo múltiple.
- No consume suficientes alimentos ricos en hierro como carne, frijoles, cereales, mariscos y lentejas.
- Dieta pobre en alimentos que potencian la absorción del hierro como el jugo de naranja, uvas, fresas y brócoli.
- Consumo excesivo de alimentos que disminuyen la absorción de hierro como productos de soya, espinacas, café y té.
- Tiene anemia previa al embarazo.
- Cuando dos gestaciones semuy próximas.
- Tiene historia de flujo menstrual abundante antes del embarazo.
- Náuseas y vómitos frecuentes durante el embarazo.
- Si padece de enfermedad inflamatoria intestinal.
Síntomas de la anemia en el embarazo
Los síntomas de la anemia son inespecíficos y varían dependiendo de cada proceso a leve, moderado o intenso. Algunos son también comunes durante las etapas normales de la gestación.
No obstante, estos son los más referidos por las gestantes con anemia:
- Apatía.
- Caída abundante de cabello.
- Cansancio injustificado o excesivo.
- Cefalea.
- Episodios de ansiedad.
- Falta de apetito.
- Mareos y vértigos.
- Piel pálida.
- Sensación de debilidad.
- Taquicardia.
- Uñas frágiles y quebradizas.
Ante la sospecha de anemia, el obstetra puede ordenar exámenes de laboratorio adicionales. No obstante, por lo general la hemoglobina es uno de los parámetros que se controlan a lo largo de toda la gestación, por lo que cualquier anomalía debe ser detectada a tiempo.
Repercusiones maternas y fetales de la anemia en el embarazo
La anemia en el embarazo afecta tanto a la madre como al feto. Puede causar bajo peso al nacer y un posible parto prematuro, además de una mayor morbilidad materna. Se han realizado experimentos que demuestran que el desarrollo de los vasos sanguíneos de la placenta es diferente en embarazadas con anemia. Todo ello conduce a afirmar que hay un incremento en el riesgo materno cuando hay anemia en el embarazo.
Otros estudios demuestran que la anemia durante la gestación está asociada con un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad perinatal y que el déficit de hierro tiene importantes implicaciones en el desarrollo neurológico en los primeros años de vida .
Aunque la anemia en el embarazo es bastante común, debe ser diagnosticada, atendida y controlada para cuidar la salud del niño y la madre.