El color y la consistencia de las cacas de tu bebé pueden variar normalmente, pero también pudieran reflejar diferentes enfermedades gastrointestinales. Si se estrenan como madre o padre aquí podrás encontrar respuesta a cuando deberías preocuparte y visitar al pediatra.
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Cambios de textura y color normales en las cacas de tu bebé
Durante los tres días posteriores al nacimiento de tu bebé, sus deposiciones son de color verde o negro. Son llamadas meconio y se corresponden con la eliminación de residuos del líquido amniótico y otros componentes. Esto es completamente normal y no tiene ninguna significación patológica.
En la medida que tu pequeñín comienza a tomar leche esta llega al estómago y los ácidos contenidos en el mismo van fragmentando sus componentes. Estos avanzan hacia el intestino delgado, los nutrientes de la leche y el agua son absorbidos hacia la sangre.
Los componentes que no son absorbidos en esta porción avanzan hacia otras zonas del intestino donde continúa absorbiendo el agua contenida en la leche. Esto es llamado tránsito intestinal y durante el mismo las heces se van endureciendo.
También en este recorrido por el intestino las cacas de tu bebé recogen fluidos intestinales, bilis, bacterias y otros materiales orgánicos que le imprimen un olor y color propio. Existe una gran diversidad entre lo que puede ser considerado como “cacas normales de tu bebé”.
Algunos bebés pueden necesitar hacer caca 8-10 veces en un día, mientras que otros pueden hacerla cada 7-10 días y en ambos casos pudiera ser considerado como normal. El problema radica en que no manifieste síntomas de incomodidad, dolor o que influya negativamente en su desarrollo.
Cuando comienzas con la incorporación de los alimentos y se adicionan productos de color rojo, naranja, amarillo, o verde el color de las cacas de tu bebé pueden ir variando. Estos cambios son normales y se relacionan con los pigmentos contenidos en los diferentes alimentos.
Diferencias en las cacas de tu bebé con la lactancia materna o de fórmula
Por lo general los bebés que se alimentan con leche de fórmula tienden a tener las cacas más sólidas y su coloración es más oscura que los que se alimentan con leche materna.
Por su parte los bebés que se alimentan con leche materna pueden pasar hasta varios días sin hacer caca porque la leche se absorbe casi completamente. Otros sin embargo hacen caca cada vez que maman. En ocasiones la caca es grumosa como si tuviera pequeñas semillas y su color varía entre amarillo y mostaza.
Lo anterior sucede porque por lo general la leche materna se absorbe más que la de fórmula y por tanto es normal que se expulse más cuanto menos se asimila. Pero siempre se debe tener presente que cada bebé es único y puede comportarse de una manera diferente.
¿Cuándo debes de estar preocupada por las cacas de tu bebé?
A pesar de que hay una amplia variabilidad en lo que es considerado como cacas normales, hay algunas señales que de presentarse reclaman la atención médica inmediata. En esos casos debes de acudir a la consulta o llamar al pediatra de tu hijo. Entre las más importantes se destacan:
Aparición de sangre en las heces
La sangre podría aparecer en dos formas diferentes como una sangre roja, brillante o deberse el color rojo al consumo de remolacha, colorantes o algunos medicamentos. Lo primero es comprobar si se trata realmente de sangre.
Podría aparecer un color rojizo, tipo borra de café cuando la sangre procede del estómago o regiones altas del intestino. En estos casos cuando recorre el tracto digestivo cambia de color y toma esta apariencia.
Las deposiciones con estrías de sangre y fiebre podrían ser signos de una gastroenteritis. Si se mantienen diarreas con o sin estrías de sangre por dos semanas pudieran ser manifestaciones de una intolerancia a las proteínas de la leche.
Heces muy poco coloreadas, casi blancas
Cuando las cacas de tu bebé son de color blanco lechoso o si no tienen prácticamente color podría estar relacionado con problemas en el funcionamiento del hígado. En estos casos puede también aparecer un color amarillento en la piel denominado ictericia. Diferentes patologías hepáticas pueden afectar la capacidad de este órgano para producir la bilis.
Estreñimiento o constipación mantenido
En el caso de los bebés el estreñimiento se manifiesta por heces duras y secas, con gran trabajo para que se produzca la evacuación. En ocasiones cuando se expulsa el contenido fecal son pequeñas bolitas.
Casi siempre el estreñimiento se produce como consecuencia de la introducción de nuevos alimentos. Es común al ofrecerle los cereales de arroz, durante el cambio de leche materna a fórmula y cuando se le introduce la leche de vaca. También pudiera ser consecuencia de un incorrecto aporte de fibras y agua. Si las causas que determinan el estreñimiento son las anteriores con modificar la alimentación es suficiente.
Cuando la constipación se acompaña de un mal estado general de tu pequeñín, cuando aparece sangre en las heces, presenta distensión abdominal, está aletargado o irritable sus causas tendrán que ser determinadas por un pediatra.
Heces muy líquidas y frecuentes
Como previamente hemos mencionado las características de las cacas de tu bebé pueden variar sustancialmente. Es por lo anterior que se define como diarreas cuando se producen deposiciones líquidas muy frecuentes. Es un cambio que requiere de atención porque muy rápidamente puede llevar al pequeño a la deshidratación severa.
La fundamental causa de diarreas en los bebés son los virus y en particular el rotavirus. Lo más común es que se produzca la exposición a este agente por la presencia de hermanos mayores en el hogar o por malos hábitos higiénicos en la manipulación de los alimentos.
Recuerda que las deposiciones cuando se le ofrece leche maternal son mas liquidas que con leche de formula. Las diarreas es cuando las heces tienen un aspecto mucho más líquido que las habituales.
Dependiendo de la edad el control de las diarreas puede requerir cambios en la alimentación y soluciones de rehidratación. Lo más importante es observar si tiene poca saliva, si orina menos frecuentemente porque pudieran ser signos de deshidratación y es lo que debes evitar por todos los medios.
No te preocupes si…
Si las cacas de tu bebé son de color amarillo, naranja, o verdes no tienes por qué preocuparte. Estos cambios de coloración generalmente no indican problemas gastrointestinales.