¿Qué puedes hacer ante los problemas gastrointestinales más comunes?

Para los padres que tienen su primer bebé los problemas gastrointestinales de esta primera etapa de la vida de su pequeño, se convierten en un verdadero dolor de cabeza. Saber lidiar con ellos y conocer cuando son problemas serios o simplemente manifestaciones de un sistema digestivo inmaduro y en proceso de desarrollo te ayudará a enfrentarlos de mejor manera.

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Debes tener presente que durante sus primeros meses de vida, el bebé tiene que aprender a procesar los nutrientes y eliminar los desechos. Todo esto implica adaptaciones fisiológicas de su sistema digestivo. Con las informaciones que a continuación Canal Chupete te brinda, podrás ayudarlo a que estas molestias se alivien y que no te angusties ante los problemas gastrointestinales de tu bebé.

Bebe pequeño
Durante los primeros meses de vida el bebé tiene que aprender a procesar los alimentos y va adaptando su aparato gastrointestinal a este nuevo reto, con la introduccion de nuevos alimentos aparte de la leche se enfrenta a otra nueva experiencia

¿Cuáles son los problemas gastrointestinales más frecuentes en los bebés?

Durante los primeros meses de vida de tu pequeñín la forma en que asimile la leche ya sea materna o de fórmula es fundamental para su desarrollo. Es su fuente fundamental de nutrientes y básico para que exprese su potencial de crecimiento y que alcance las habilidades físicas e intelectuales de cada una de sus etapas.

Los problemas gastrointestinales más comunes que pudieran interferir con la absorción, asimilación y aprovechamiento de estos nutrientes son:

Eliminación de gases
Uno de los problemas digestivos más comunes en los bebés son los gases, hay diferentes maniobras que los ayudarán a aliviar los molestias que los mismos producen, lo que unido a una técnica correcta de alimentación ayudarán a su prevención

Gases y cólicos

Las propias bacterias del intestino producen gases y estos pueden quedar retenidos en el tracto gastrointestinal. Por otra parte una técnica inconcreta de amamantamiento, el propio aire de los pomos de leche, el llanto y la intranquilidad pueden aumentar la cantidad de gases. Cuando los gases se acumulan se crea una distensión y presión de su pequeño abdomen que puede ocasionar cólicos y dolor.

Puedes reconocer si el llanto del bebé es debido a los gases, porque al observar su abdomen el mismo puede parecer inflado. Si además se arquea sobre su espalda. Todo lo anterior más el llanto continuo son señales de gases, pero además en la misma medida que más llora, mayor será la acumulación de gases. Usualmente esta sintomatología está presente entre las 3 y 4 meses después del nacimiento y empeora entre las 6 y 8 semanas.

Lo fundamental para aliviar las molestias de los gases y cólicos es emplear técnicas para la alimentación correctas y tratar de que expulse los gases en exceso. Varias posiciones puedes emplear para facilitar la eliminación de los mismos. Ponerlo en el hombro entre un pecho y otro. Colocarlo boca arriba y llevar sus piernecitas hasta el pecho. En ocasiones es necesario recurrir al uso de medicamentos pero siempre indicados por el pediatra.

Regurgitaciones

Las regurgitaciones se producen cuando el bebé expulsa parte del contenido gástrico de forma espontánea. El líquido casi siempre es blanquecino y es llamado reflujo gastroesofágico, que es diferente a la enfermedad del reflujo gastroesofágico.

Estos síntomas se producen cuando la válvula que impide el paso del contenido estomacal al esófago todavía no es suficientemente fuerte para frenar el retroceso de los alimentos. Lo anterior es más evidente cuando el consumo de alimentos es muy rápido o en demasía.

En la mayoría de los bebés las regurgitaciones van disminuyendo en la medida que su sistema digestivo madura y desaparece entre los 4 y los 12 meses. No te queda otra alternativa que tratar de evitarlos y prepararte para estas eventualidades.

Aprendiendo a procesar los alimentos
Los problemas gastrointestinales son muy frecuentes en los bebés porque están aprendiendo y adaptando su tracto gastrointestinal al procesamiento de los alimentos, pero hay algunas evidencias que pudieran corresponderse con signos de alarma y sospechar algunas enfermedades

Lo que previamente mencionamos para la expulsión de los gases ayuda a evitar las regurgitaciones. También es conveniente que lo mantengas erecto entre 20 y 30 minutos después de alimentarlo para que su digestión se facilite.

Cuando las regurgitaciones son tan frecuentes que provocan que el pequeño no aumente de peso normalmente, tenga hipo, tos marcada, falta de aire o que se ponga morado debe ser visto por un pediatra. Podría en estos casos tratarse de la Enfermedad del reflujo gastroesofágico que requiere tratamiento con medicamentos.

Enfermedad del reflujo gastroesofágico

Cuando las regurgitaciones son muy severas puede tratarse de la  Enfermedad del reflujo gastroesofágico. Se estima que una tercera parte de los bebés tienen reflujo y de ellos otra tercera parte padecen de esta enfermedad.

Por lo general los bebés afectados por Enfermedad del reflujo gastroesofágico sufren de dolores y lloran durante o después de ser alimentados. Entre las medidas que pueden ayudar a aliviar los síntomas se incluyen las mencionados para los gases y las regurgitaciones.

Además de las recomendaciones anteriores se adiciona levantar la parte de la cabeza del colchón en un ángulo de 30 grados. En ocasiones el pediatra pudiera recomendar el uso de medicamentos para reducir los ácidos del estómago.

Si tu bebé tiene dificultades respiratorias y falta de aire se requiere que de inmediato lo lleves a un centro de urgencias pediátricas.

Vómitos

Los vómitos en proyectil o expulsar grandes cantidades de leche después del consumo de la misma puede ser un síntoma de que algún problema gastrointestinal esta desarrollándose.

En la mayoría de las ocasiones los vómitos pueden ser seguidos de fiebre y diarreas en este caso lo más común es que se trate de una infección viral. Pero también pudieran deberse a una intolerancia a la leche de la fórmula.

Algunas condiciones que impiden una digestión normal pueden desencadenar los vómitos, entre ellos la estenosis pilórica. El síntoma principal de esta afección son los vómitos en proyectil. Por lo general aparece entre las 3 y 5 semanas posteriores al nacimiento del bebé. En estos casos la solución es quirúrgica.

Estenosis pilórica
La estenosis pilórica puede ser una de las causas de vomitos, solo el pediatra podrá recomendar lo más conveniente para cada caso, si se trata de esta enfermedad  la alternativa más eficaz es el tratamiento quirúrgico

Cuando en los vómitos hay sangre o bilis de color verde o si disminuye la expulsión de orina, su boca está seca, tiene poco saliva y parece estar con sueño, podría estar desarrollando un cuadro de deshidratación.

En ocasiones es necesario administrarle soluciones de rehidratación y cuando la deshidratación es severa hay que recurrir a la vía endovenosa.

Diarreas

Cuando los bebés tienen diarreas sus evacuaciones se realizan muy frecuentemente y son muy liquidas. La mayoría de los episodios de diarreas en los bebés entre los 6 y 24 meses son causados por el rotavirus.

Si las diarreas se mantienen por dos o tres semanas y no hay síntomas de infección pudiera sospecharse una intolerancia a la leche. En la mayoría de los casos también los bebés desarrollan una erupción cutánea y podría aparecer en las heces estrías de sangre y mucus.

Las diarreas en los niños pequeños requieren una atención inmediata porque pueden desarrollar estadíos de deshidratación muy rápidamente.

Si los bebés ya comen productos sólidos la dieta conocida por sus siglas en inglés como BRAT (bananas, rice, applesauce y toast) o sea plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas pueden ayudar a combatir la diarrea. Y junto con esta alimentación abundante agua que le permita mojar al menos 4-5 culeros a los más pequeños o 3 a 4 cuando son mayorcitos.

Una medida efectiva para evitar las diarreas por rotavirus es la vacunación que se puede administrar a partir de los 3 meses de edad en tres dosis.

Cambio de pañal
Es conveniente que las características de las deposiciones sean observadas porque pueden reflejar problemas gastrointestinales

Estreñimiento o constipación

Este trastorno gastrointestinal en la mayoría de las ocasiones está relacionado con la introducción de nuevos alimentos, en particular los cereales y la leche entera.

La constipación es  consecuencia de las heces duras que dificulta su salida. En este caso las heces son firmes y secas. Básicamente se resuelve modificando el consumo de alimentos. Si este problema gastrointestinal se asocia con la leche se debe disminuir su consumo y limitarlo a 16 onzas al día.

Si sospechas que el cereal es el causante puedes probar eliminando su consumo por dos o tres días y observar si la consistencia de las heces mejora. En ocasiones el pediatra podría recomendar el consumo de jugos naturales o frutas que mejoren la consistencia de la misma. En algunos casos podría ser necesario el uso de supositorios de glicerina para facilitar la expulsión de las heces.

Con esta información de seguro que estarás mejor preparado para enfrentar los frecuentes problemas digestivos que tu bebé puede presentar y que hacer ante cada uno de ellos.