Cambios durante el embarazo: piel, pelos y uñas

¿Estás esperando un bebé? Entonces ya te habrás dado cuenta de que tu cuerpo está cambiando.  Y no hablamos solamente de los cambios durante el embarazo en la  forma y tamaño por el  crecimiento del bebé; de hecho todo tu metabolismo cambia para adaptarse a la condición de gestante y llevar a feliz término esta primera etapa de esa nueva vida.

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Cambios en la mujer embarazada
Los cambios durante el embarazo en piel, pelos y uñas

En realidad vivimos en una sociedad dominada por el consumismo, con paradigmas de felicidad bastante alejados de nuestra vida cotidiana, donde las “ricas y famosas” muestran en las pantallas sus cuerpos perfectos pocas semanas después de tener a sus bebés… ¡como si nunca hubiesen tenido los pies hinchados o les hubiera dolido la espalda! Sabemos que la realidad es bastante diferente, pero sin llegar a esos extremos, desde aquí queremos alentarte para que no te descuides. Podemos llevar orgullosamente algunas huellas de la maternidad es nuestro físico, pero es importante, después del parto, vernos bien; por nuestros hijos, nuestras parejas y por nosotras mismas.

Excepto que haya enfermedades preexistentes que exijan cuidados especiales, no hay motivos para que te sientas mal durante los meses de embarazo, una etapa de la vida de las mujeres llena de energía e inspiración. ¿Hablábamos de pies y piernas hinchados o dolor de espaldas? Todas las futuras mamás saben que los padecerán. Sin embargo, la mayoría no está tan informada acerca de los cambios en la piel, vello, cabellos y uñas que pueden suceder.  ¿Tú sí quieres saberlo? Entonces… ¡sigue leyendo!

Cambios en la piel de las embarazadas

Manchas oscuras y cloasma

Uno de los cambios durante el embarazo es el funcionamiento de nuestras glándulas y órganos, ya que el cuerpo necesita energía extra para el bebé (esto no quiere decir que haya que “comer por dos”, después de todo… ¡sigues siendo una sola persona!). Por ejemplo nuestro órgano más extenso (la piel) contiene unas células llamadas melanocitos, que son las encargadas de producir la melanina, el pigmento responsable del color de nuestra piel, cabellos y ojos. Durante el embarazo los melanocitos producen más melanina de la necesaria y en consecuencia aparecen las llamadas “manchas oscuras” en los senos, en los pezones o en la cara interna de los muslos.

También el aumento de la melanina se manifiesta en manchas marrones en las mejillas, nariz y frente. En realidad, como lo explica la Organización Mundial de la Salud,  es un problema llamado melasma, pero si aparece durante el embarazo se llama cloasma o “máscara del embarazo”.

No hay forma de prevenir este problema pero sí de evitar que las manchas se extiendan más de la cuenta. Te recomendamos utilizar protector solar, cubrir la cara y la piel al salir al aire libre y utilizar maquillaje hipoalergénico para cubrir las manchas más evidentes.   Estas manchas deberían ir disipándose gradualmente después del parto, aunque en algunos casos han llegado a permanecer durante meses.

La línea negra

Algunas mujeres advierten una línea oscura que atraviesa su vientre, generalmente desde el ombligo hasta el pubis. ¡Tal vez siempre estuvo allí y nunca le prestaste atención! Es la llamada “línea negra” y también debe desaparecer después del parto.

La linea negra
Uno de los cambios en la piel es la línea negra

Estrías gravídicas

Las desagradables estrías pueden aparecer en el vientre y las piernas. Se deben al estiramiento de la piel por el crecimiento del bebé. Normalmente aparecen en el último trimestre, en el abdomen, glúteos, senos y muslos. Las estrías comienzan como marcas de color rojizo y a medida que pasa el tiempo adquieren un tono nacarado. Una vez que aparecen es bastante difícil, aunque no imposible, hacerlas desaparecer, ya que en realidad son cicatrices de lesiones en la piel. Te recomendamos consumir alimentos frescos, ricos en agua y vitamina A, permanecer hidratada y utilizar cremas humectantes y nutritivas.

Acné

Aunque nunca hayas tenido acné, o sólo lo hayas padecido durante la adolescencia… ¡puede aparecer durante el embarazo! Si es tu caso, sigue nuestros consejos:

  • Lávate el rostro dos veces al día con agua tibia; puedes utilizar un producto exfoliante suave;
  • Si tienes cabellos grasos, lávate la cabeza todos los días y mantén el cabello recogido;
  • No te toques los granitos del acné para evitar que se infecten y queden cicatrices;
  • Elige cosméticos hipoalergénicos.
  • Evita los medicamentos para tratar el acné (o consulta con tu médico) ya que algunos contienen sustancias que pueden ser nocivas para el bebé. Si el acné está muy extendido, prefiere los medicamentos tópicos, es decir los que se aplican directamente sobre la piel ya que la absorción de medicamento es mínima y no puede hacer daño al bebé. Por supuesto evita utilizar sin receta médica, productos con hormonas o antibióticos. Se ha probado que los medicamentos con isotretinoína pueden causar problemas congénitos en el bebé.

Arañitas

Las arañitas o arañas vasculares son daños en las vasos sanguíneos de las piernas, rostro, cuello, brazos; especialmente aparecen durante los primeros meses del embarazo. Deberían disiparse después del parto.

Varices

Las varices pueden aparecer porque el aumento de peso y el bebé ejercen presión sobre las venas de las piernas aunque también pueden aparecer en la vagina y el recto (en este caso se denominan hemorroides). Si en tu familia hay mujeres varicosas, es más probable que aparezcan varices durante el embarazo. Es difícil prevenirlas pero te recomendamos probar estas estrategias:

  • Mantener las piernas elevadas (a la altura del corazón) durante las horas de reposo;
  • Hacer ejercicio, caminar, nadar, bailar;
  • Utilizar medias elásticas;
  • Consumir alimentos ricos en fibra, verduras y frutas frescas y alimentos con hierro.
  • Evitar permanecer mucho tiempo sentada o de pie.
  • Procurar aumentar normalmente de peso.
  • Ante cualquier tipo de cambios en la piel consulta con tu médico, pues puede ser el síntoma de un problema más grave.

Picazón y prurito

No se conoce la causa de este problema que a veces puede manifestarse con la aparición de urticarias o sarpullidos, ronchas o parches rojos. Generalmente aparecen en el vientre y piernas.  Para calmar estos síntomas te recomendamos utilizar jabón blanco, es decir, sin fragancia y aplicar cremas humectantes sin perfume o paños fríos en el área para aliviar la picazón y el ardor. Un trastorno más grave es el llamado “prurigo del embarazo”; se trata de pequeños bultos con el aspecto de picaduras de insecto en cualquier parte del cuerpo y en cualquier momento del embarazo.

Cambios durante el embarazo del vello y cabello

Otro de los cambios durante el embarazo, también a causa de las variaciones hormonales, es la modificación de las condiciones de tu cabello y vello. En algunos casos aumenta de grosor o crece más abundantemente; en otros, puede aparecer vello en lugares extraños como senos, cara o abdomen. ¡No te preocupes! Estos pelos desaparecerán a los tres meses del nacimiento del bebé, cuando las hormonas vuelvan a sus niveles normales. Si te resulta muy molesto simplemente depílate con cremas o cera o mejor aún utiliza un decolorante para disimularlo.

También puede suceder que pierdas cabello. Te recomendamos no utilizar productos para evitar la caída del cabello; prueba con champúes nutritivos o simplemente… ¡espera a que nazca el bebé! Entre los tres y seis meses posteriores al nacimiento, la circulación vuelve a normalizarse.

Ronchas
Las pequeñas ronchas pueden ser molestas

Cambios durante el embarazo: las uñas

Finalmente hablemos de las uñas, que también sufrirán cambios durante el embarazo.  Al igual que la piel y cabellos, puede modificarse la estructura y crecimiento de las uñas.  En algunos casos las uñas pueden crecer más rápidamente o, por el contrario, pueden debilitarse y tornarse quebradizas. ¡No olvides que tu cuerpo está destinando mucho calcio a los huesos del bebé! Todos estos problemas deben desaparecer después del parto, cuando tu metabolismo recupere su normalidad.

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Fuente: El Embarazo, Hojas de Educación para pacientes de The American College of Obstetricians and Gynecologists, SP169