¿Tu hijo está enfermo? Lo primero que te vamos a pedir es que respires. Relájate, si tú te agobias, no vas a conseguir nada aparte de pasarlo mal y no darle a tu hijo los cuidados que necesita. Si estás buscando remedios naturales sobre cómo bajar la fiebre en los niños, has llegado al lugar indicado.
Todos conocemos medicamentos bastante efectivos como el Apiretal, pero si esto tampoco sirve o si tarda en hacerle efecto (o, por el contrario, se pasa muy pronto el efecto), hay una serie de trucos que puedes hacer para conseguir bajar algunas décimas la temperatura de tu hijo.
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Trucos sobre cómo bajar la fiebre en los niños
Mejor frío que calor
A nadie le gusta ver a su hijo pasando frío, pero en este caso, es lo mejor que puedes hacer. Siempre que no pongas al niño en condiciones extremas o en corrientes de aire directas, un poco de frío le vendrá bien. Quita la calefacción, desvístele o ponle ropa ligera y dale un baño de agua fresquita (recalcamos, fresquita, no fría). Lo ideal es que la temperatura del agua esté un par de grados por debajo a la suya. Déjale sumergido en la bañera un rato para que su cuerpo vaya bajando la temperatura.
Paños de agua fría
Seguro que recuerdas cuando, de pequeño, tus padres te daban friegas de agua fría en la cabeza. Es tan fácil como coger una toalla o un trapo, humedecerlo en agua fría y colocarlo en frente y brazos hasta que se seque o pierda frescor. A partir de aquí, volvemos a cambiarlo y repetimos operación varias veces.
Hidrátale bien
Es muy importante que beba muchos líquidos para que no se deshidrate debido a la alta temperatura de su cuerpo. Zumos, agua y caldo, aunque no coma otra cosa el resto del día por inapetencia, con estos tres elementos se mantendrá nutrido e hidratado un par de días.
¿Cómo sé cuándo debo llevarle al médico?
Los padres tienden a acudir a la consulta del doctor a la mínima, pero hay muchas veces que lo pensamos mucho antes de ir, por ser cautos y no molestar. Pero, ¿cómo saber si el caso es urgente o no? Yo siempre digo que, ante la duda, mejor ir.
Hay una serie de casos en los que verás más claro si debes ir o no. Por ejemplo, la edad es un indicativo fabuloso para ayudarnos a tomar la decisión. Si el niño tiene menos de 3 meses, ve sin dudarlo; a partir de ahí, no pierdas tampoco tiempo en ir si la fiebre supera los 39 grados. Por otro lado, la duración de la misma también nos alertará de la gravedad del problema: si la fiebre se prorroga por más de 48 o 72 horas, ve a consultar con un especialista. Incluso, el estado del niño nos dará pistas: si está muy decaído o incluso irritable, si le cuesta respirar o le salen erupciones en la piel… no lo pienses y acude al médico.
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