La compota de manzana es una preparación a base de azúcar, agua y fruta fresca. Es considerada una forma de conserva de las frutas y de hecho, esta técnica se originó en Francia y Alemania donde las manzanas son muy abundantes y también variadas las técnicas de conservación. En España la principal productora de manzanas es Asturias.
Es cierto que hay grandes diferencias entre la fruta fresca y la fruta cocida, pero en el caso de la compota de manzana tiene beneficios adicionales. ¿Quieres saber qué es mejor? ¡Sigue leyendo!
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Cómo se prepara la compota de manzana
La compota de manzana, como las compotas en general, es una cocción de fruta en agua con una cantidad de azúcar determinada. Esto es importante, ya que la cantidad de azúcar y el tiempo de cocción pueden hacer la diferencia entre una compota y una mermelada.
Si la idea es preparar compota de manzana, la proporción ideal es de 15% de azúcar por cantidad de fruta aunque de acuerdo a su destino (dieta, alimentación de bebés, alimentación de personas mayores, postre) puede prepararse directamente sin azúcar.
El tiempo de cocción es menor que para una mermelada y la fruta debe colocarse en trozos grandes, a diferencia de la mermelada que se prepara con la fruta picada en trozos pequeños o licuada.
Las variedades ideales para la compota de manzana se encuentran en el mercado de septiembre a junio y son:
- Early Red One: piel brillante, color rojo intenso, sin estrías. Pulpa aromática, dulce, tierna y consistente.
- Red Chief: color rojo intenso con estrías, forma alargada. Pulpa dulce, tierna y consistente.
- Starking: piel brillante, color verde amarillento con estrías rojas. Pulpa dulce, blanca, tierna y consistente. Hay una variedad de origen americano que se encuentra en los comercios todo el año.
- Topred Delicious: Color rojo con estrías, forma cónica, pulpa dulce y tierna aunque puede perder firmeza con el tiempo.
Analiza esta receta básica de compota de manzana:
Ingredientes: ½ Kg. de manzanas de la variedad elegida, agua cantidad necesaria, 50 gr. de azúcar, canela en rama para aromatizar. Preparación: pelar las manzanas, quitarles el corazón con las semillas, cortarlas en cuartos, colocar en el recipiente en el que irán al fuego. Agregar el azúcar, agua hasta cubrir y las ramitas de canela. Llevar a fuego suave y cocinar hasta que los trozos de manzana estén tiernos y transparentes. Puede servirse en trozos o convertida en puré.
Compota de manzana versus fruta fresca
La compota de manzana es una forma fácil de consumir fruta, especialmente dedicada a aquéllos que tienen dificultades para morder y masticar la manzana como ancianos o personas convalecientes. También para los bebés ya que es dulce, suave y fácil de comer y digerir. Aporta fibra soluble y azúcares naturales, y es considerada un reconstituyente natural por ser de fácil digestión y gran aporte de energía. Se puede combinar con miel o aceites neutros para aumentar las calorías.
En invierno, cuando las frutas frescas escasean o da pereza consumirlas, una porción de compota de manzana es la mejor forma de incorporar a la dieta todos los beneficios de la fruta. Para muchas personas, la compota de manzana tiene todo el sabor y aromas de la infancia, que puedes recrear con la característica combinación de compota de frutas con galleta maría.
La fruta cocida pierde vitaminas como la C y las del grupo B y se reduce su contenido en potasio pero se potencia su riqueza en pectina, por lo que está especialmente indicada para combatir el estreñimiento. Otra ventaja de la compota de manzana es que al cocer la fruta se pierde gran parte de su contenido en ácido oxálico, el que puede resultar perjudicial para las personas que padecen de cálculos renales si se consume cruda porque puede convertirse en oxalato cálcico.
Sin embargo no deben consumir compota de manzanas las personas con intolerancia a la fructosa, pero la compota de manzana sin azúcar es ideal para personas con diabetes o para incluir en las dietas para bajar de peso.
Una dieta equilibrada puede contener tanto fruta fresca como compota de manzana ya que sus aplicaciones son diferentes. Si no hay ninguna necesidad alimentaria especial, la compota de manzana es una forma fresca y agradable de variar el consumo de frutas ya que puedes servirlas como postre, acompañadas de una porción de nata batida o queso crema espolvoreadas con canela en polvo. También puedes preparar compotas de frutas combinadas, por ejemplo compota de manzana, peras e higos… ¡deliciosa!
Aplicaciones de la compota de manzana
Si estás investigando acerca de recetas de compota de manzana en Internet, seguramente encontrarás una enorme variedad y además distintos procedimientos. Muchas recetas de compota de manzana comienzan por hornear las frutas y luego reducirlas a puré. Más allá de la forma de preparación, aprovecha la compota de manzana para:
- Utilizar como una mermelada liviana de bajas calorías para el desayuno o la merienda;
- Una taza de compota de manzana con yogur a media mañana o media tarde como colación.
- Combinar con helado para un postre delicioso.
- Postre para bebés, personas mayores o inapetentes;
- Combinar con ciruelas pasas, ideal para combatir el estreñimiento, ya que se potencia el efecto laxante. Las ciruelas pasas tienen un gran contenido de fibra soluble (16 gr. de fibra cada 100 gr. de alimento), además contiene sorbitol y derivados de la hidroxifenilxantina que son estimulantes del tránsito intestinal. La manzana posee (2,3 gr. de fibra cada 100 gr. de alimento). Puede consumirse a cualquier hora del día aunque si se ingiere en por la mañana ayunas su efecto laxante es más poderoso.
- Utilizar en comidas como guarnición especialmente acompañando carnes de cerdo, pato o jabalí ya que suaviza el sabor un tanto silvestre de esta carne.
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