¿Vas a ser mamá o papá y quieres saber por anticipado el color de ojos del bebé? A veces nos sorprende observar un bebé de radiantes ojos azules o verdes cuando sus padres tienen los más habituales ojos de color castaño. Si bien es casi imposible que una pareja de padres de ojos azules tenga un niño con los ojos de color marrón, lo contrario puede ser más probable. ¿Quieres saber por qué? Entonces este artículo es para ti.
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¿Dónde está el color de ojos del bebé?
Para comenzar, y como ya lo hemos hecho en otros artículos, te invitamos a repasar tus conocimientos de biología. El ojo es un delicado órgano con forma de globo, que tiene la misión de transformar la luz en estímulos sensoriales a través de los cuales el cerebro nos devuelve lo que vemos.
El globo ocular está compuesto por tres capas, una externa, fibrosa, formada por la esclerótica, que es la parte blanca, y la córnea; una capa media, formada por la coroides, el cuerpo ciliar y el iris, y la capa interna que contiene la retina y los nervios oculares.
Precisamente la parte coloreada es el iris, pues la esclerótica es siempre blanca y la pupila siempre es de color negro. El color del iris se debe a unos pequeños gránulos que albergan un pigmento llamado melanina, que es la proteína responsable del color y se encuentra también en la piel y los cabellos.
La melanina es segregada en las áreas a colorear por unas células especializadas llamadas melanocitos, que reaccionan en presencia de luz. Por ejemplo una de las funciones más importantes de la melanina es proteger la piel de las peligrosas radiaciones ultravioletas. La falta de melanina provoca algunas enfermedades como el vitíligo y otros problemas de la piel.
La genética humana y el color de los ojos
El color de los ojos de los hijos, como otros rasgos físicos y psicológicos, está predeterminado por la historia genética del bebé, y esto incluye padres, abuelos… ¡y hasta sus bisabuelos! Sin embargo, cada vez se sabe más acerca de la genética y la influencia que ejercen otros factores, como la alimentación o el ambiente, en el desarrollo de las personas, sus características y su salud.
De hecho, enfermedades que hasta hace algunas décadas se consideraban hereditarias, o de las que se creía que se heredaba la predisposición a padecerlas, ahora se explican además por factores ambientales y sociales.
El primero en estudiar los principios de la herencia fue un monje austríaco llamado Gregor Mendel, quien vivió entre 1822 y 1884, y que llevaba a cabo sus experimentos con plantas de porotos en la abadía de Brno. Mendel logró explicar cómo se transmiten algunas características de generación en generación.
Los genes pueden ser de dos clases: dominantes o recesivos (aunque estos son conceptos relativos). Los genes de ojos oscuros son dominantes, es decir que prevalecen sobre los otros; en cambio, los de ojos claros son recesivos. Los genes dominantes se representan con una letra mayúscula y los recesivos con una letra minúscula.
Todo esto parece bastante complicado… ¡y en realidad lo es! Así que lo hemos simplificado en base a unas tablas confeccionadas por el doctor Barry Starr, coordinador del proyecto “The Tech, entendiendo la genética”, del Departamento de Genética de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford. Llamemos B a los genes de los ojos marrones y “b” a los genes de los ojos claros.
- Combinación BB (ambos padres de ojos marrones): probabilidad de niños con ojos marrones 85%; probabilidad de niños con ojos verdes 14%; probabilidad de niños con ojos azules 1%.
- Combinación Bb (un padre ojos marrones y el otro ojos azules): probabilidad de ojos marrones 56%; probabilidad de ojos verdes 37%; probabilidad de ojos azules 7%.
- Combinación bb (ambos padres de ojos azules): probabilidad de ojos marrones 1%; probabilidad de ojos verdes 27%; probabilidad de ojos azules 72%.
Los ojos del recién nacido
¿Observaste que el color de ojos del bebé recién nacido tiende a ser azul o gris? Esto es porque los melanocitos aún no han tenido tiempo de comenzar a producir melanina en reacción a la luz, puesto que mientras estaban en el vientre materno, reinaba la más absoluta oscuridad.
A medida que pasa el tiempo y los melanocitos producen la melanina, los ojos se van tiñendo de su color definitivo… un proceso que lleva aproximadamente todo el primer año de vida del bebé. Existe la creencia de que el cambio de color se debe a que el bebé se alimenta con leche materna. Es un completo error.
Si los melanocitos producen melanina en gran cantidad, los ojos serán más oscuros. Si producen poca melanina, el color de ojos de los bebés tenderá más al azul y gris. Si producen una cantidad intermedia, el color de los ojos tenderá al verde o avellana.
Calculadora del color de ojos del bebé
Si a pesar de todo lo que te hemos explicado hasta ahora todavía estás ansiosa por saber cuál será el color de ojos de tu bebé… ¡No te preocupes! Internet viene en tu ayuda con un montón de herramientas para predecir el color de ojos del bebé.
- TheTech: calculadora del color de ojos desarrollada por el Departamento de Genética de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford para el Tech Museum. Fácil de utilizar, sólo debes rellenar los campos con el color de ojos de los padres, los cuatro abuelos, y eventualmente tíos o tías. Está en inglés.
- Parents: un portal que propone un breve cuestionario para predecir el color de ojos y cabello. También en inglés.
- BabyMed: Otro portal que simplemente solicita el color de ojos de los padres y ofrece una extensa respuesta. En inglés.
El mundo de las aplicaciones móviles también se ha dedicado a predecir el color de los ojos del bebé. Una aplicación gratuita de Android toma en cuenta las tres tonalidades más habituales del color de ojos (marrón, azul y verde) y solicita los colores de los ojos del padre y la madre. En español. Similar a esta, otra aplicación afirma que es capaz de proporcionar “información 100% cierta y correcta, basada en genética y en datos científicos”.
Conclusiones sobre el color de ojos del bebé:
Por esas cuestiones del consumismo y ciertos paradigmas de la felicidad que se imponen desde la televisión o Internet, bastante alejados por cierto de nuestra realidad de todos los días, muchos padres creen que los niños serán más felices o tendrán mejor suerte si tienen ojos claros.
En realidad, su felicidad depende de factores muy diferentes al color de los ojos, su piel, su cabello, su aspecto físico en definitiva: depende del amor y protección que le brinden sus padres, el trato que reciba de otros adultos y los vínculos y estímulos que se vayan creando a su alrededor.
Es perfectamente normal que te preguntes “¿De qué color serán los ojos de mi bebé?” Pero toma todo esto como un juego. Lo importante es que esos ojitos, cuando se abran al mundo, vean la amorosa familia que los está esperando… cualquiera sea su color.
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