¿Cuando eras pequeña tus padres te leyeron cuentos para dormir? ¡Felicitaciones! Es gracias a ese hábito, que hoy en día te has convertido en una gran lectora. ¿Eso no sucedió? ¡No te preocupes! Estás a tiempo de revertir la historia, leyéndoles cuentos para dormir a tus hijos.
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Cuándo comenzar a leer cuentos para dormir
En estos tiempos de pantallas y dispositivos móviles, parece que la lectura está quedando un poco desvalorizada. Sin embargo los especialistas recomiendan que hasta los dos años de edad los niños no estén en contacto con pantallas. Y también que el hábito de la lectura debe sembrarse en la más tierna infancia… ¡aún antes de que los niños aprendan a leer!
De hecho, las principales dificultades de los niños en edad escolar y más adelante, en la escuela secundaria y la Universidad, se deben a la falta de comprensión lectora. ¡Tal vez si sus padres les hubiesen leído cuentos para dormir cuando eran bebés, hoy no tendrían este problema!
Para comenzar, te recomendamos familiarizar a los bebés con los libros cuanto antes; de hecho, existen unos geniales libros de material plástico para que los bebés los disfruten en la bañera o puedan llevarlos a la boca sin peligro. También hay libros para bebés de gruesas hojas de cartón, coloridos y llenos de ilustraciones. Cuanto antes los bebés aprendan a manipular un libro más los amarán cuando sean mayores.
Seguramente te estarás preguntando cuándo comenzar a leer a los bebés cuentos para dormir. Déjanos decirte que no hay una edad a la cual comenzar; en realidad, cuando antes puedas hacerlo, mejor será para el bebé y para ti misma, porque más allá de todos los beneficios para el habla y el desarrollo del bebé y otros beneficios como bien lo describe esta cartilla de la Fundación Nemours, leerle cuentos para dormir es una actividad maravillosa, un momento lleno de amor y felicidad.
Conozco muchos niños que, aunque ya saben leer, adoran que sus padres les lean cuentos para dormir, sólo para disfrutar esos momentos inolvidables.
¿Por qué se duermen los niños con los cuentos?
Muchas veces los niños tienen dificultades para conciliar el sueño. En realidad para dormir por la noche y que este sueño sea reparador, es necesario inculcar a los niños el hábito de ir a dormir, y leerle un cuento antes de dormir puede formar parte de esa rutina. Los niños se duermen con los cuentos por muchas razones:
- Si aún no comprenden todas las palabras, las distintas modulaciones de la voz de la mamá o el papá actúa como un arrullo; además los libros para niños tienen textos repetitivos que es lo que más les gusta a los bebés y niños pequeños.
- El momento de la lectura les brinda seguridad, los hace sentirse protegidos y mimados;
- Relacionan el momento de la lectura con la hora de ir a dormir;
- Al leer, se crea una fuerte corriente emocional entre tú y el bebé que estimula la secreción de hormonas relajantes.
Los mejores cuentos para dormir
Durante los primeros meses de vida de tu bebé, puedes leerle casi cualquier cosa; lo único que le interesa en esa etapa es escuchar tu voz. Elige libros con poesías, rimas y frases repetidas.
A medida que va creciendo, puedes leerle libros con figuras que pueda reconocer, como juguetes o bebés. De a poco comprobarás cómo tu bebé se interesa por los libros. Cuando comience a hablar puedes elegir sus propios libros de diferentes texturas y materiales. Libros de tela, de cartón corrugado, con espejos o elementos reflectantes y hojas de cartón fáciles de voltear son divertidos e interesantes.
Los mejores cuentos para dormir a los bebés o niños son… ¡los que tú también disfrutas! El momento de la lectura no debe ser una carga o una obligación. Es cierto que a veces puede ser que no tengas muchas ganas de leer; un mal día, los problemas cotidianos, el cansancio… Si es así, lo mejor será dejar pasar esa noche sin cuento para dormir porque nada debe empañar la felicidad de ese momento.
Si no tienes ganas de leer, sinceramente, es mejor dejarle un libro entre las manos antes que leer de mala gana. Pero trata de que esas oportunidades sean las menos frecuentes; reserva un poco de fuerzas para esa pequeña ceremonia de la lectura… y verás como tú misma te sientes mejor después de hacerlo.
¿No sabes muy bien qué leer? Chequea esta lista:
- Elige cuentos cortos, apropiados a la edad o etapa que está atravesando el niño, por ejemplo libros con imágenes de lo que hace habitualmente, libros sobre la hora de la comida o los juguetes.
- Los niños de dos a tres años adoran los libros repetitivos y fáciles de memorizar ya que así pueden completar las frases y ellos también pueden “leer”. También las rimas, canciones y poesías cortas que puedan memorizar.
- No te preocupes si tu niño te pide que le leas el mismo cuento todas las noches, aunque tú también tengas ganas de leer algo nuevo; la fascinación del niño con un determinado cuento puede durar semanas enteras.
- Haz una lectura participativa, combinada con preguntas en los momentos de pausa, por ejemplo cuando estás por dar vuelta la página (“¿qué pasará ahora?” o “¿Dónde habrá ido el gatito?”) e identificación de las imágenes.
- Destina un tiempo fijo a la lectura; por ejemplo, un cuento o tres o cuatro poesías o canciones. Los cuentos para dormir son una forma de comunicarte con tu hijo, sembrar amor por la lectura y compartir un momento de felicidad pero… ¡cuidado! Los pequeños tiranos pueden ser muy manipuladores y evitar dormirse para que sigas leyendo y así cumplir su objetivo que tenerte cerca tuyo el mayor tiempo posible.
- Si al terminar el cuento el niño aún no se durmió, lo que debes hacer es darle su beso de buenas noches y… ¡hasta mañana!
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