Para todos los jóvenes, la primera vez que se enfrenta al sexo es un gran acontecimiento. Es esta una etapa de tu vida, donde te auto reafirmas como hombre o mujer. Te propones metas, condicionadas por la idea que tienes acerca del sexo y lo que deseas recibir en esa primera vez. También recibes presiones externas, por lo que se espera de ti en tu grupo y lo que espera tu pareja.
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Los muchachos y muchachas son propensos a comentar sus vivencias sexuales entre sí, y ello los lleva a crearse expectativas, en ocasiones mucho más altas de las que pueden obtener. En otras muy por debajo, provocadas por inseguridades, temor a las burlas en su grupo de amistades, o sentirse rechazado por su pareja. Esto puede llevarlos a caer en depresión y sentirse vulnerables.
Si te encuentras cerca de tu primera vez, lo más importante es ser tú mismo, y disfrutar de la relación sexual como lo que es: una experiencia única e irrepetible, que sólo tú puedes condicionar.
Influencia de la primera vez desde el punto de vista psicológico
Para que tu primera relación sexual sea gratificante para ti y tu pareja, debes entregarte a ella sin temores, más bien como un despertar a nuevas sensaciones. Explorar y conocer tu sexualidad no debe ser visto como una carrera de velocidad ni una oportunidad que debas apresurarte en tomar. Puedes planificar con suficiente tiempo cómo, dónde y con quien deseas tener esa experiencia maravillosa.
El temor ante estas perspectivas, lo único que consigue es preocuparte innecesariamente y hacer que te sientas frustrado o frustrada, antes de tiempo. Escoge el momento adecuado, selecciona sin prisas un lugar confortable que les ofrezca intimidad, y ten a mano medios de protección para tener una relación sexual segura.
Si la primera relación sexual es dolorosa o traumática porque no existe suficiente o ninguna intimidad, por apresuramiento en el caso de los muchachos y temor al coito en las muchachas, por falta de orgasmo o por inexperiencia, puede resultarte en extremo frustrante.
Otro factor que te puede hacer sentir inseguro es ser forzado o forzada por la propia pareja a tener la relación: este hecho acarrea disfunciones y trastornos en ambos sexos, que pueden extenderse a la adultez. Mientras menor es tu edad, la primera vez tendrá más incidencia en el desarrollo futuro de tu sexualidad.
¿Cuántas veces no has escuchado a alguna de tus amistades, quejarse de su primera vez, como algo emocionalmente negativo? Seguramente muchas. Pero relaciones sexuales hay tantas como hombres y mujeres. Cada una de ellas es única y diferente. Hacer la tuya inolvidable, siempre dependerá de ti.
Enfermedades de transmisión sexual
Sentirte emocionado o emocionada por la expectativa de tu primera vez es algo normal y que debes experimentar como lo que es: una vivencia importante en tu vida.
Para que ese momento perdure en el tiempo como una experiencia sexual motivadora, también debes planificar qué tipo de protección utilizarán para evitar enfermedades de transmisión sexual, como la hepatitis B, la sífilis, la gonorrea, el condiloma, el herpes genital e incluso el VIH.
Conversa con tu pareja sobre el uso del condón, el único medio 100% eficaz para prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Algunos varones aducen que les molesta o que eso quiere decir que la mujer no confía en él. Todo lo contrario: proteger a tu pareja es un acto de amor.
La prevención es necesaria para tu salud y para disfrutar de tu primera vez sin temor.
Embarazo no deseado
Sucede con frecuencia que en la primera relación sexual la muchacha queda embarazada. Por esta razón deben tomarse medidas anticonceptivas para evitar el riesgo que supone un embarazo no deseado. Si ella decide continuar con su gestación, se expone a retrasarse en sus estudios, o ser madre soltera en el supuesto caso de que el muchacho no quiera asumir la paternidad.
En lo relativo a su salud, las adolescentes deben conocer los riesgos a los que se exponen en el caso de quedar embarazadas a edades tempranas. Entre ellos se encuentran la preeclampsia y eclampsia, embolias, enfermedades hipertensivas, diabetes gestacional, embarazos ectópicos y complicaciones diversas durante el parto.
Las adolescentes que han ocultado el embarazo por temor a sus parejas o a sus padres, por lo general se someten a procederes médicos altamente invasivos y peligrosos como la regulación menstrual y el aborto. Lo mejor que puedes hacer en tu primera vez es protegerte, así disfrutarás de una sexualidad plena, segura y feliz.
Métodos anticonceptivos
Conversa con tu pareja y planifiquen de forma agradable su primera relación sexual. Es necesario que ambos se protejan, para evitar embarazos no deseados y posibles ETS.
Lo más recomendable, es que la muchacha emplee pastillas anticonceptivas y el muchacho el condón, pues si bien las píldoras previenen un embarazo indeseado, no protegen al 100% si se olvida tomarlas y tampoco previenen contra las enfermedades de transmisión sexual. Por lo tanto el empleo de ambos métodos resulta ideal para prevenir cualquier embarazo indeseado o una ETS, y hacer de la primera vez una experiencia inolvidable.
Luego tienen a su disposición una gran variedad de métodos anticonceptivos, donde los DIU o dispositivos intrauterinos son los más utilizados a nivel mundial. Cuando tienen una relación desprotegida, la joven puede acudir a la pastilla del día después.
Infórmate tú y tu pareja
Lo más importante para tu primera vez es que no vayas a ella ingenuamente. Incluso, si es la primera vez para ambos, pueden buscar información sobre el tema juntos, lo cual resulta de hecho estimulante como preparación para el gran momento. Existen numerosos artículos y libros en la web y en las bibliotecas, que abordan diversos temas de la sexualidad.
No hay apuro: creen una intimidad entre ustedes. Si la atmósfera debe ser adecuada, es mucho más importante que te sientas a gusto y tengas plena confianza con tu pareja. Aunque en principio no parezca un tema fácil de abordar, la ayuda y el consejo de los padres pueden resultar de gran ayuda.
No solo tienes derecho a informarte junto a tu pareja, sino también el deber, para que tengas una primera vez como siempre has soñado. La primera vez no es una meta, ni algo a lo que debes llegar por presión. Debe ser un acto voluntario, consciente y conociendo las implicaciones y la responsabilidad que entraña ser sexualmente activo.
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