Sexo y embarazo, ¿cuándo no es recomendable practicarlo?

Los nueve meses que separan el comienzo del embarazo de la llegada del bebé es un largo período de tiempo, durante el cual la pareja debe y necesita tener relaciones sexuales. Sexo y embarazo no son dos actividades contradictorias, sino que se complementan para una gestación feliz, saludable y al mismo tiempo fortalece la relación de la pareja.

Para conocer más sobre el tema te recomiendo que leas: No le tengas miedo al sexo durante el embarazo saludable

Si se está teniendo un embarazo normal, ni la penetración ni los movimientos durante el coito pueden dañar al feto. Este cuenta con la protección de las paredes musculares del útero y el saco amniótico, que además está lleno de líquido amniótico que entre otras funciones lo protege de los impactos físicos.

El sexo y embarazo cuando el embarazo es normal por lo general es beneficioso, pero si el embarazo es de alto riesgo no es recomendado

Sexo y embarazo no están reñidos

En general, salvo en las últimas semanas de la gestación, el sexo durante el embarazo es seguro, siempre y cuando el embarazo se desarrolle normalmente. Ya en las semanas finales se recomienda abstenerse, pues en el semen hay sustancias llamadas prostaglandinas que pueden estimular el comienzo de las contracciones. Esto, claro está, si la fecha de parto no se ha atrasado: de ser así, numerosos especialistas recomiendan que se tenga sexo precisamente para inducir el trabajo de parto.

Las contracciones resultantes del orgasmo son muy diferentes a las que aparecen durante el trabajo de parto, por lo que el sexo durante el embarazo.

¿Cuándo no es recomendable mezclar sexo y embarazo?

Si la mujer presenta un embarazo de alto riesgo, el obstetra puede recomendar que la pareja no tenga relaciones sexuales. Esto sería en el caso de que la embarazada:

  • Presenta contracciones antes de las 37 semanas de gestación
  • Si tiene riesgo de sufrir un aborto espontáneo
  • Tiene antecedentes de abortos espontáneos
  • Cuando el cuello uterino está abierto antes de tiempo
  • Tiene fuga de líquido en el saco amniótico
  • Si la embarazada está afectada por placenta previa
  • Tiene riesgo de parto prematuro
  • Si se presenta sangrado, secreciones o cólicos vaginales
  • Cuando existe un embarazo múltiple

En estos casos, es necesario puntualizar que el especialista no se refiere sólo a coito con penetración, sino cualquier actividad que implique orgasmo y/o excitación sexual.

Sexo y embarazo: mitos y realidades

La sabiduría popular atribuye un aumento de la libido durante el embarazo, pero esto no se comporta de la misma manera en todas las embarazadas.

El deseo sexual de la embarazada varía de persona a persona, y tampoco es igual durante los nueve meses que dura la gestación. Numerosas embarazadas refieren un aumento del deseo sexual durante los últimos dos trimestres del embarazo, pero como anteriormente mencionamos puede ser muy heterogéneo.

Numerosas mujeres se sienten más atractivas y sensuales durante el embarazo, sexo y embarazo no están excluidos

En otras, las embarazadas se sienten más atractivas sexualmente por el hecho de que los cambios hormonales que se operan en sus cuerpos, por lo que se excitan más. También hay mujeres que se cohíben por las variaciones de peso y volumen de su cuerpo, mientras otras se sienten más sensuales con el aumento de tamaño de sus senos.

Otro mito arraigado es que mantener relaciones sexuales en el embarazo es un factor que provoca abortos espontáneos. Esto es falso por completo: los abortos espontáneos son producto de que el feto no está evolucionando de forma adecuada, por lo que se expulsa por no ser viable.

En este período de tiempo es vital que la comunicación fluya y la embarazada converse sobre su sexualidad con su pareja, y ambos exploren las posiciones y momentos en que ambos se sientan más cómodos teniendo relaciones.

Posturas sexuales no recomendables para embarazadas

Sí hay ciertas posiciones que los especialistas no recomiendan para tener sexo durante el embarazo.

Una de ellas es la llamada “posición del misionero”, en que la mujer se tiende boca arriba mientras la pareja la penetra. Esta postura no daña al bebé, pero sí hace que este comprima los vasos sanguíneos principales de la madre y su diafragma. Luego del cuarto mes de embarazo, esto puede resultar peligroso.

Sexo y embarazo son dos palabras íntimamente ligadas a un período de gestación feliz, pero hay algunas situaciones en que la penetración no es conveniente

Cuando la gestación está más avanzada, las formas más cómodas de sexo y embarazo son aquellas en que el hombre realiza la penetración desde la parte posterior, ya sea acostados juntos de lado o en posición vertical. Si la embarazada lo prefiere, también puede colocarse sentada sobre el hombre.

Es necesario tener en cuenta además que el embarazo no protege del contagio de enfermedades de transmisión sexual, por lo que si la mujer no está segura de su pareja es necesario el empleo del condón. Este puede protegerla de enfermedades como el herpes, el papilomavirus, el VIH, la clamidia y otras infecciones que se pueden transmitir al feto.

Sexo luego del parto

Finalizado el trabajo de parto y tras el alumbramiento, viene un período de 6 semanas denominado período posparto durante el cual el sexo no es una prioridad en la mente de la madre.

La tradición ha llamado a ese lapso como “cuarentena”, y existe el mito que si la mujer tiene relaciones en ese tiempo tiene mayores posibilidades de salir embarazada. Tanto esto como la creencia que si se tienen relaciones en esta etapa la lactancia materna se deteriora son falsos.

Las relaciones sexuales hay diversas formas para expresarlas y no siempre implican la penetración y el coito

En esta etapa la libido suele disminuir por otras razones más prácticas, entre las que se encuentran:

  • A causa de problemas emocionales como ansiedad, tristeza posparto o problemas de relación en la pareja.
  • Debido a cambios en los niveles hormonales, readaptándose tras el embarazo.
  • Debido a fatiga después del proceso de parto.
  • El período de curación tras una episiotomía o lesiones en el canal vaginal.
  • Por dolores en los senos mientras se adapta a la lactancia.
  • Por las demandas del recién nacido.
  • Por sangrado posparto normal.
  • Si la mujer tuvo un parto por cesárea.

Luego de que los tejidos hayan cicatrizado, es perfectamente seguro volver a tener relaciones sexuales, pero este proceso puede tardar varias semanas. Es recomendable que la madre pregunte directamente al médico que monitorea su curación cuando es el mejor momento para reanudar el sexo con su pareja.

Normalmente, abstenerse de tener relaciones durante las primeras 6 semanas es un plazo razonable. Pero reanudar el sexo es un criterio que depende de que la madre se sienta cómoda, relajada y preparada físicamente.

Siempre debes de tener en cuenta que las relaciones de pareja, el amor y la complicidad tienen múltiples formas para evidenciarse y no solo depende del coito y la penetración

En este particular es necesario que la pareja se arme de paciencia: la realidad de un nuevo miembro en la familia y el estrés de la paternidad pueden causar que la vida sexual anterior demore en recuperarse hasta varios meses. Siempre debes de tener en cuenta que las relaciones de pareja, el amor y la complicidad tienen múltiples formas para evidenciarse y no solo depende del coito y la penetración.