Mi bebé llora mucho…Es una frase que seguramente ya has esbozado si eres una madre primeriza. Debes comprender que el llanto es el medio de comunicación del bebé. Cuando tenga hambre, sueño, esté aburrido o quiera algo lo escucharás sollozar.
Calmarlo es una preocupación de cualquier padre. Si son primerizos aún más. En esta travesía identificar el motivo del llanto es la clave. Amerita atención que estés atenta a su reclamo de cuidado. El pequeño siempre llorará por un motivo, así sea para manipular.
Contenido
- 1 Lloro intencional, brazos y atención
- 2 Si no es un llanto intencional, por qué mi bebé llora mucho
Lloro intencional, brazos y atención
El especialista Eduard Estivill, considera que los bebés lloran intencionalmente a partir de los seis meses de vida, cuando ya saben que con esta acción logrará que lo cojan en brazos y le den atención.
Estivill aseguró es este sollozo no es traumático para el infante. Si bien no hay que dejarlo llorar, hay que acompañar su conducta estando a su lado y enseñándole que esa actitud no es adecuada. Esta forma de comunicación la usarán si quieren ser atendidos rápidamente, cuando lo has reñido por haberse portado mal o porque desea conseguir algo que no está a su alcance.
Si no es un llanto intencional, por qué mi bebé llora mucho
Te daremos las razones más frecuentes por las que un bebé puede llorar. Junto a ellas algunos tips que te ayudarán a salvar el momento.
El frío o el calor
Los cambios de temperatura suelen molestarles mucho a los bebés. A ellos les gusta estar a una temperatura neutra. Mantenlos con la ropa de temporada para que ellos puedan encontrar un estado de bienestar.
Malestar general
Ya comprobé que no tiene gases ni cólicos. Mi bebé llora mucho aunque está cómodo. No es fácil saber qué tiene a pesar de haberlo probado todo. Quizás esté enfermo o le duela una zona interna. Toma la temperatura para saber si la fiebre es el motivo de su llanto.
Tu instinto te indicará si algo va realmente mal. El llanto de dolor es distinto a si tiene sueño o hambre. Llévalo a un doctor para tomar decisiones con tiempo.
El hambre
Es la primera idea que se te viene a la cabeza apenas escuchas llorar a tu hijo. Cuando ya detectes las señales que te da para indicar que tiene hambre podrás saciar su apetito para evitar que comience a llorar. Presta atención a:
- Chasquidos con labios.
- Manos en la boca.
- Actitud inquietante.
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Dolores digestivos, como cólicos o gases
Los malestares de estómago son muy comunes en los bebés. Los cólicos y gases suelen causar mucho llanto. Para identificar el cólico basta con observar cuál es la continuidad de los ataques de llanto. Duran, por lo menos, tres horas al día durante semanas seguidas.
El bebé se irrita frecuentemente después de las comidas. Si esto persiste consulta con un pediatra. Si hablamos de los gases, es cierto que pueden dejar a tu hijo en un mar de lágrimas. En caso de que sospeches que lo está padeciendo, acuéstalo en un lugar sobre su espalda, sujeta sus piernas y hazle movimientos como si estuviera sobre una bicicleta.
Claro que estas no son las únicas razones que producen dolores de estómagos. Si el bebé continúa con el llanto puede tener:
- Estreñimiento.
- Obstrucción intestinal.
- Alergia a la leche.
- Gastroenteritis.
- Reflujo.
Los eructos
Es muy común que el niño tenga gases después de comer y quiera eructar. Cuando toma el pecho, come o tiene el biberón se llena de aire y si no se lo sacas se sentirá incómodo. Préstale atención porque si llora es probable que esto es lo que esté causando el mal rato. Para sacárselos dale palmadas suaves en la espalda o en su panza.
Pañal sucio
Después de hacer sus necesidades no pasará mucho tiempo para que el bebé quiera que le cambies el pañal por un limpio. Hay quienes pueden tolerar un pañal sucio por un buen rato, pero hay otros que no y lo comunican con el llanto.
Sueño
Mi bebé llora mucho y es por sueño. ¿Qué tan difícil puede resultar detectar cuando un niño tiene sueño? Solucionarlo no es tan fácil como parece, porque aunque solo necesiten dormir, ellos elegirán llorar y ponerse en actitud de rebeldía.
Te recomendamos que apenas notes un bostezo lo pongas a dormir, así evitarás el caos.
Quieren brazos
Durante los primeros meses de vida tener a tu hijo en brazos no significará que lo estés malcriando. Los bebés necesitan sentir amor, estar cerca de sus padres, sentirlos, abrazarlos, verlos a la cara y escuchar los latidos del corazón.
Cuando el niño necesite de eso, llorará para pedir tu atención. Tómalo entre tus brazos por periodos cortos, así no se acostumbrará a estar pegado a ti. Si te comienzas a cansar por el dolor, una buena opción es usar un portabebés delantero.
Qué hago si mi bebé llora mucho y de forma desconsolada
Existen pasos o acciones que frecuentemente dan resultados para calmar el llanto de un bebé.
Recurre a las siguientes medidas:
Hazle masajes
Un masaje se puede convertir en una caricia. Esta es una estrategia que puedes ejecutar de forma habitual. Después del baño o antes de la sienta le harán saber que todo está en calma y que las condiciones están dadas para que esté tranquilo.
Acaríciale la panza, la espalda, sus pies y manos. Masajea sus sienes y el cuello. Usa aceite tibio y frota su cuerpo. Verás que se calmará. Tu presencia y el masaje es una buena combinación.
Mécelo
No hay llanto que no pueda calmarse con los brazos de mamá. Tómalo y arrúllalo. Dile palabras bonitas con mucho cariño. Sentirte hará que deje de llorar porque evocará lo bien que se sentía cuando estaba dentro de tu útero.
La piel es un buen tranquilizante. El contacto dice y trasmite mucho y si él te siente con ese calorcito y el sonido del corazón la tranquilidad podrá llegar.
Cambio de brazos
Si después de mecerlo y arrullarlo no se calma, pide ayuda. Dile al padre que lo cargue o a otra persona que el bebé ya conozca. El cambio de energía funciona. Se te quitarán los nervios por no poder hacer nada para tranquilizarlo y el pequeño sentirá más calma.
Mejor si está desnudo
El llanto puede ser porque el pañal le aprieta mucho o por los gases o cólicos. Despójalo de toda su ropa. Esa libertad de poder patalear a sus anchas puede servir porque no solo lo liberaras de sus prendas sino que podrá liberar su rabia.
Vamos de paseo
Si mecerlo en tus brazos no funciona, usa otras vías. Colócalo en el coche y ponlo andar un rato. Puede ser en la calle o en misma casa. El vaivén, sentir el movimiento suave lo puede tranquilizar. Hay padres que se dejan ganar por la desesperación y como respuesta toman al niño, lo montan en el coche y lo llevan a dar un paseo.
La lavadora
Si mi bebé llora mucho cualquier cosa es válida y la lavadora no es una locura. Hay sonidos que calman a los bebé y el de las lavadoras en uno de ellos. Si el pequeño llora desconsoladamente, cárgalo y ponte al lado de la lavadora, el sonido del motor, ese ronroneo actúa acaparando su atención. Después de unos minutos hará que concilie el dueño.
Aventuras por la casa
Tómalo en brazos y hazle un tour. Enséñale las pinturas que hay o los libros que colocaste en la biblioteca. Cuéntale las historias de los objetos. Seguramente crees que ellos no entenderán nada, pero tu voz y buen ánimo les hará entender que todo está bien.
Dale el pecho
No es recomendable que crean que si lloran tendrán el pecho. Pero, sin duda alguna, esta es la técnica estrella para que deje de llorar. Ese momento engloba muchas claves: sentirá tu calor, el latir del corazón, la mecedora de los brazos y el arrullo de tu voz cálida. Además, la leche lo dejará saciado y con buena energía.
Cosas que no debes hacer
Hay medidas que se toman sin pensar. Son incontrolables porque la situación ya hace que actúes por impulso. Aun así debes tomar en cuenta que el control siempre lo tendrás tú. Ya no vale eso de que mi bebé llora mucho y no sé que más hacer.
Olvídate de hacer las siguientes locuras:
Darle tranquilizantes es forma de remedios, infusiones o té. Así solo afectarás su sistema nervioso.
- Dejarlo llorar porque no se puede acostumbrar a los brazos.
- Dejar que los nervios te ganen.
- Regañarle o gritarle.
- Golpearlo.
Repite hacia tus adentros: Si mi bebé llora mucho solo debo entenderlo. Esa es la mejor forma de saber qué sucede con él.