Los recordatorios de comunión o estampitas, son unas tarjetas que se entregan a los invitados durante o al final de la fiesta. Con los modernos diseños que hay, realmente sería una pena no tenerlos. Pero si sumas los recordatorios de comunión al traje, la comida, el salón, los detalles y todo lo que se necesita para la celebración… ¡pueden desequilibrar cualquier presupuesto! ¿Es tu caso? No desesperes. Aquí estamos nosotros para ayudarte.
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Recordatorios de comunión clásicos
Los recordatorios de comunión clásicos son las conocidas tarjetas en blanco y dorado, con el nombre del niño o niña que toma la Comunión, la fecha, símbolos eucarísticos, figuras de ángeles o frases religiosas. Por supuesto, llevan grabado el tradicional “Recuerdo de mi Primera Comunión”. Estas tarjetas se reparten durante o al final de la fiesta.
Hoy en día podríamos decir que estos recordatorios son… aburridos; pero su diseño representó la Comunión y alegró la celebración de generaciones de niños y niñas.
Sin embargo si se trata de una familia clásica o muy religiosa este tipo de recordatorios de comunión son los más apropiados.
Recordatorios de comunión modernos
Así como el color llego a los trajes y vestidos de comunión… ¡también llegó a la papelería! Coloridos y modernos recordatorios de comunión reemplazan a las clásicas tarjetas blanco inmaculado con bordes dorados.
Una tendencia muy moderna es que toda la papelería de la Primera Comunión tenga el mismo diseño, desde las invitaciones hasta los recordatorios y detalles de Comunión y en muchos casos hasta combinan con el vestido o traje. Por ejemplo si es un niño y va a llevar el clásico traje marinero, la papelería puede llevar un diseño de rayas en rojo, blanco y azul, y detalles de anclas y barquitos. Si es la comunión de una niña y llevará por ejemplo una corona de flores, el motivo floral puede repetirse en la papelería.
Las posibilidades son tan amplias como tu imaginación te dicte: diseños por ordenador, fotografías, ilustraciones a mano, papeles de diferentes texturas y colores, collages, tarjetas tridimensionales…
Recordatorios de comunión multiuso
Sin embargo la tendencia más llamativa es la de los nuevos recordatorios de comunión, que se convierten en un objeto útil como un marcador de páginas o señalador, o valen también como detalle de comunión, es decir, esos pequeños regalos que se entregan a los invitados en agradecimiento por haber participado de la reunión.
Así, tenemos como recordatorios de comunión bolígrafos, espejos, pegatinas, velitas aromáticas, chocolatinas y mucho más. Por cierto, estos detalles llevan impreso o grabado el nombre del niño o niña y la fecha de la comunión.
Recordatorios de comunión tendencia DIY
¿Te encantan las manualidades o… tu presupuesto está un poco ajustado? Entonces la tendencia DIY es para ti. En realidad, no significa otra cosa que “hágalo usted mismo” (Do it yourself), y consiste en inspirarse en algunas de las decenas de ideas de recordatorios de comunión que hay en Internet o en los negocios del ramo, y poner manos a la obra.
La ventaja de los recordatorios de comunión hechos en casa es que serán… ¡absolutamente únicos y originales! Para no mencionar que resultarán mucho más económicos que si los encargas a una papelería o tienda especializada.
Como habrás podido observar, no tienes por qué limitarte a un tarjetón o tarjeta alusivo, clásico o tradicional, sino que puedes innovar y dar rienda suelta a tu creatividad. Por supuesto que si haces participar al pequeño protagonista de la celebración todo será mucho más fácil y divertido.
Actualmente se utiliza mucho la técnica del “scrap”, que consiste en combinar el diseño en papel con cintas, puntillas, botones, trocitos de tela, fotografías, plumas, mostacillas o lo que más te guste para lograr un efecto lleno de encanto, textura y color.
Para hacer recordatorios de comunión con esta técnica sigue estos pasos.
Bolsito mini álbum recordatorio de comunión de niña
Materiales (para cada bolsito): Un rectángulo de cartulina de 12 pulgadas de largo por 4 pulgadas de ancho. Hacer marcas a: 2 1/2 pulgadas, 6 1/2, 7 1/4 y 8 pulgadas; papeles decorados de diferentes diseños, una fotografía de la niña del tamaño de uno de los lados interiores del bolsito, una figurita alusiva pequeña, cinta de raso de color rosa.
Realización: Marcar los siguientes dobleces: las dos primeras marcas hacia adentro, la tercera hacia afuera y la cuarta hacia adentro. Doblar de manera triangular, para que la franja más angosta quede como base y uno de los lados largos caiga como una solapa.
Forrar el interior del lado central con papel decorado y sobre éste pegar una fotografía de la comulgante. Se pueden troquelar los ángulos para introducir las esquinas de la fotografía. Forrar el interior de los otros lados del bolsito con papeles decorados de diferente diseño pero que combinen con el anterior (por ejemplo, dos diseños diferentes de flores pequeñas).
Escribe en el lado interior restante el nombre de la niña, la fecha y el clásico “Recuerdo de mi Primera Comunión”
Decora la parte frontal exterior con papel pintado, aplicaciones de flores o flores pintadas a mano.
Cierre: pega dos trozos de cinta de raso de color rosa, uno en el centro y borde inferior de la solapa, y otro en el centro de la base. Ambos trozos de cinta se unirán en un moño. Para tapar el extremo de la cinta sobre la solapa, pega la figurita alusiva.
El interior del bolsito se puede decorar con flores de tela.
Haz un lazo con las cintas, corta la cinta sobrante y… listo. Fácil, ¿no es cierto?
Recuerda que las claves de los recordatorios de Comunión son: sencillez, buen gusto y economía, pues debe primar el sentido de la celebración como bien lo recuerda la Iglesia Católica.
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