Es innegable que un bebé despierta en los adultos una ternura y un amor al que pocas cosas se comparan. ¿Quién no ha sentido alguna vez la compulsión de besar a los bebés?… Y es que abrazar, besar y acariciar es una manifestación de la ternura que nos inspiran esos inocentes y tiernos pequeñines.
El placer que proporcionan los besos, abrazos y caricias es parte de la conducta normal y son esenciales desde los primeros meses de vida de ese pequeñito. Pero también es importante que conozcas los peligros que pueden acarrear esta acción tan tierna, cuando una persona ajena o no se respeta la correcta higiene.
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No obstante, esto es algo que las madres normalmente ni les gusta ni les permiten hacer a familiares y a amigos. Este comportamiento protector está muy bien justificado por la ciencia y es en realidad correcto. A pesar de que en todos los casos el objetivo es mostrar amor por el niño, los besos lejos de favorecerles pueden poner la salud del menor en peligro.
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¿Por qué no debes besar a los bebés?
La primera razón es una cuestión de higiene. Besar a los bebés, y besar en general no es higiénico, porque deja sobre la piel de la otra persona una mezcla de saliva y las bacterias presentes en la boca del que besa.
No importa si es un beso de los que llaman “de piquito”: aunque no se perciba, igual se transfiere a la otra persona la saliva con que se humectan los labios.
En el caso de los bebés, esta práctica es no solo antihigiénica sino también peligrosa. Como su sistema inmunológico está aún inmaduro, no tiene las defensas requeridas contra los gérmenes que están dejando sobre su piel y mucosas. Suena drástico, pero un simple beso puede resultar la diferencia entre su vida y la muerte y no puedes permitir que por negligencia la salud de tu hijo pueda verse comprometida.
No solo son peligrosos los besos en la boca o en la carita. Cualquier zona de piel del bebé es muy sensible, y a lo largo del día puede estar sometida a rozaduras o lesiones que constituyen más tarde puertas de entrada a esos gérmenes que han dejado en él.
Incluso la práctica de besarle en las plantas de los pies no es recomendable: casi todos los bebés juegan a chuparse sus propios piececitos, transfiriendo de esta forma la saliva cargada de patógenos hacia su boca.
Por todo lo anterior, los pediatras desaconsejan que se besen a los bebés antes de cumplir los primeros tres meses de vida.
¿Qué enfermedades se pueden trasmitir por besar a los bebés?
Hay un gran número de enfermedades que se les puede trasmitir a los bebés besándolos: desde un simple catarro a otras infecciones pulmonares entre las cuales se encuentra el temido nuevo coronavirus o COVID-19.
Una de las más graves… el virus del herpes labial
Ya sea que el portador conozca o no de su situación, si un adulto con herpes labial besa a un bebé hay una buena probabilidad que le transmita la enfermedad. Esta infección es, además de molesta, muy perjudicial para ellos. El virus en los adultos puede no causar manifestaciones pero puede llegar a ser mortal para los bebés.
Un reciente caso de un niño que comenzó por su párpado ha sido muy promocionado por sus propios padres alertando sobre las dañinas consecuencias que pueden tener los besos en las edades tempranas.
Se caracteriza por generar los siguientes síntomas:
- Ampollas y llagas en la boca y su contorno. Estas pueden llegar a ser muy dolorosas, por lo que el bebé se quejará y llorará de forma constante.
- Fiebre alta, que puede resultar peligrosa para su salud y causar convulsiones febriles.
- Irritabilidad producto del dolor y la comezón.
- Deshidratación.
- Infecciones de la piel debido a las llagas, que son puerta de entrada para otras enfermedades.
- En casos aislados y graves, fallos sistémicos en órganos como el hígado o el riñón.
Catarros y gripe
Sin llegar a la necesidad de hablar de infecciones mayores, la transmisión de algo tan simple en apariencia como un catarro o gripe es motivo más que suficiente para prohibir a nuestras visitas el besar a los bebés, y tampoco hacerlo nosotros.
Ante cualquier síntoma del adulto, por favor pídele no solo que no bese al pequeño, sino que se mantenga lo más alejado posible… o que ni siquiera venga a casa.
No es solamente porque las partículas de su saliva cargadas de patógenos pueden alcanzar al niño cuando tose, estornuda o simplemente habla en sus alrededores. También toda superficie que toque con sus manos puede convertirse en un fómite u objeto con la capacidad de transmitir la enfermedad.
De forma general, los catarros y gripes provocan en el bebé:
- Fiebre
- Tos
- Dolor de cabeza
- Irritación y enrojecimiento de sus ojitos
- Mucosidad abundante
Adicionalmente, un proceso de ese tipo puede complicarse y generar infecciones severas en el oído, neumonía y sinusitis. Es obvio entonces que no deseas que tu bebé se acatarre, así que es mejor que el amigo o el familiar se quede en casa y mande su amor desde lejos, y mucho menos bese a tu hijo.
El Virus Sincitial Respiratorio
Cada año el Virus Sincitial Respiratorio ocasiona más de 33 millones de infecciones de vías respiratorias inferiores que pueden estar localizadas en bronquios, bronquiolos y pulmones. En España se estima que cada año se producen más de 270,000 casos de bronquiolitis de los cuales entre 15 000 y 20 000 requieren ser hospitalizados. La gran mayoría de ellos ocasionados por este agente viral.
El Virus Sincitial Respiratorio puede estar presente en los adultos 24 horas antes de que se comiencen a manifestar los síntomas de infecciones respiratorias. Periodo en el que puede transmitir el virus aunque no parezca enfermo.
Los síntomas de las afecciones provocadas por este virus dependerán de su localización pero pueden ser muy severas en los niños menores de dos años y en los que tienen un sistema inmunitario débil. En ocasiones puede ser tan grave que requieren hospitalización en unidades de cuidados intensivos con soporte ventilatorio y monitoreo cardiaco.
Medidas para que un adulto no enferme a tu bebé
Además de que ningún adulto debe besar a los bebés menores de tres meses, hay otras medidas para evitar que tu hijo se enferme por entrar en contacto con los adultos que le rodean.
Son medidas que, claro, también tú debes cumplir, porque no se puede descartar que durante el primer año de vida puedas incubar alguna enfermedad que puedas transmitir al bebé.
- Cuando un adulto tosa cerca del niño, debe hacerlo cubriendo la boca con el ángulo entre el brazo y el antebrazo. De esta forma no solo reduce el número de partículas en el aire, sino que no contamina sus manos, con las que pudiera transferir patógenos a objetos que el bebé utiliza.
- Los visitantes deben, dentro de la medida de lo posible, mantenerse a más de un metro de distancia del bebé.
- Resulta importante recalcar el continuo y correcto lavado de las manos, para eliminar la posibilidad de transferir bacterias o virus al bebé. El lavado de las manos con agua y jabón debe hacerse durante 15 a 20 segundos. Si un adulto va a cargarlo, tiene obligatoriamente que lavarse las manos bien.
- Es conveniente que el adulto que cargue un bebé cubra sus prendas de vestir con un paño limpio para evitar el contacto con superficies que pueden estar contaminadas.
- La habitación del bebé debe ventilarse a diario para remover cualquier partícula de patógenos presente en ella y evitar que se acumule el polvo.
Y el tema no ha terminado…
Estas son solo algunas de las enfermedades que se pueden transmitir por los besos en el bebé, pero otras como las caries, el coronavirus serán abordadas de forma independiente.
Además de todas las medidas anteriores, es importante que le aclares a los visitantes, de forma amable pero enérgica, que tienen prohibido besar al bebé. Si es necesario, explícales cuan frágil es aún su sistema inmune y cuan fácil resulta que, sin querer, le hagan más mal que bien.
No es que lo quieras privar del amor de quienes lo quieren: es que eres la principal responsable de su salud y pedirles por favor que mantengan su boca lejos de la cara, manos y pies de los bebés porque puede ser una gran medida de prevención.
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