Cuando tu hijo se despierta con los párpados inflamados, enrojecidos y con costras en la base de las pestañas, una pregunta surge ¿Podría ser blefaritis?… Y si se trata de un bebé te hará temer por el futuro de su visión. Aquí te explicamos lo más importante sobre esta enfermedad y como prepararte para entenderla y poder ayudar a tu hijo.
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Te estarás preguntando… ¿Qué es blefaritis?
Esta es una condición oftalmológica que se caracteriza por la inflamación de los párpados, con presencia de costras o caspa en la base de las pestañas y enrojecimiento de los ojos. Es considerada una enfermedad benigna, pero sus síntomas pueden ser molestos.
La blefaritis es considerada una enfermedad crónica, pero no te asustes: esto no significa que tu hijo la padezca todos los días, sino que puede aparecer de forma recurrente a lo largo de la vida. Se puede aliviar, pero sus causas prevalecen y puede manifestarse frecuentemente.
Esta afección no es contagiosa, o sea no se transmite de una persona a otra pero puede ser que la conjuntivitis que en ocasiones se asocia a la misma si lo sea.
¿Cuáles son las causas de la blefaritis?
Las causas exactas se desconocen, pero se ha planteado que ocurre cuando las glándulas sebáceas o glándulas de Meibomio en el margen palpebral secretan más grasa de lo normal y se obstruyen, sus secreciones se estancan y se forman ácidos grasos que provocan irritación en los ojos.
El exceso de sebo anteriormente planteado determina el crecimiento excesivo de bacterias y provocan inflamación en los párpados y resequedad ocular, orzuelos en el exterior del párpado o en ocasiones un chalazión interno. La infección bacteriana más frecuente es producida por estafilococos.
Aunque poco frecuente, también puede ser causado por alergias, en cuyo caso se denomina blefaritis alérgica. También puede asociarse a alergias a productos cosméticos o a determinados medicamentos. En ocasiones la blefaritis y la conjuntivitis pueden aparecer al mismo tiempo.
La blefaritis también podría estar asociada a otras enfermedades de la piel como la dermatitis seborreica o la rosácea que provoca el enrojecimiento de la cara. Existen otras causas para que se produzca la blefaritis, como tener ácaros en las pestañas.
Si no es tratada adecuadamente, la blefaritis puede provocar un engrosamiento de los párpados y voltearlos hacia adentro o hacia afuera. Esto puede incluso dañar la córnea, por las pestañas que lastiman el interior del ojo.
¿Cuáles son los síntomas de la blefaritis?
Los síntomas de la blefaritis son muy diversos, y comúnmente aparecen al despertar y van mejorando durante el día. He aquí una lista bastante completa:
- Descamación, costras o caspa constante de los párpados.
- Enrojecimiento e inflamación de las márgenes del párpado
- Enrojecimiento crónico e irritación de los ojos.
- Ardor y picazón en los ojos.
- Sequedad ocular.
- Sensibilidad a la luz.
- Sensación de arenilla dentro del ojo.
Estos síntomas se pueden manifestar en mayor o menor grado y sólo en casos excepcionales se le incorporan la pérdida de pestañas.
¿Cómo se puede efectuar el diagnóstico de blefaritis?
Cuando observas que tu hijo tiene algunas de las manifestaciones anteriores, debes de llevarlo al oftalmólogo que es el especialista más capacitado para atender esta afección.
La sintomatología de esta enfermedad es típica y en la mayoría de los casos el médico puede efectuar su diagnóstico basado en el examen clínico de los ojos y las alteraciones en las glándulas de Meibomio y el resto de los síntomas previamente descritos.
Como previamente señalamos la blefaritis puede asociarse a otras enfermedades oculares, lesiones de la córnea como la queratitis, conjuntivitis, pérdida de pestañas, ulceras, heridas en las pestañas y otras.
La blefaritis no produce afectaciones en la visión cuando la córnea no está afectada, si esta estructura ocular se afecta si pueden producirse dificultades visuales.
Tratamiento de la blefaritis
El oftalmólogo pediátrico examinará cuidadosamente sus ojos y párpados y definirá qué tipo de tratamiento es el más indicado para la blefaritis de acuerdo a los síntomas que identifique. Por supuesto el otro elemento clave en la conducta a seguir ante una blefaritis es la edad del pequeño, no es lo mismo lo que puedes hacerle a un bebé, que a un niño que puede seguir instrucciones o cuando ya está en la adolescencia.
Algunas alternativas de tratamiento
Para aliviar esta condición y romper el círculo vicioso que se forma debido a la obstrucción de las glándulas de Meibomio y la proliferación de bacterias que forman costras, se debe limpiar cuidadosamente el borde de los párpados y retirar las acumulaciones de caspa.
En el caso de los bebés, debes limpiar suavemente sus pestañas con una toallita húmeda con agua tibia, colocada sobre la base de sus pestañas. Es recomendable emplear algún tipo de champú especial que no irrite.
Otras medidas aplicables para el control de la blefaritis son:
- Frotado del párpado. Este procedimiento retira mecánicamente el exceso de bacterias y las costras de los bordes del párpado.
- Aplicación diaria de compresas tibias para limpiar los párpados y reducir bacterias.
- Desbridamiento electromecánico del borde del párpado eliminando las bacterias, la biopelícula y los ácaros Demodex. También favorece el funcionamiento de glándulas de Meibomio, restaurando su función.
- Tratamiento de pulsación termal (Lipiflow) para disolver la obstrucción de las glándulas de Meibomio.
- Terapia de luz pulsada intensa (IPL) para desobstruir las glándulas de los párpados y retomar el flujo normal del lagrimal.
- Gotas oftálmicas o pomadas para eliminar las bacterias que provocan la blefaritis.
El tratamiento de la blefaritis evita, alivia y puede eliminar los síntomas, pero debe ser seguido con constancia y paciencia. Una inflamación que tardó semanas en desarrollarse no puede desaparecer con una sola cura.
Algunos consejos para aplicar acorde con la edad
Con esta una pequeña guía de lo que debes hacer a modo de prevención, puedes evitar que resurja la blefaritis en los párpados de tu hijo.
- Frota con suavidad alrededor de los bordes de los párpados sin que el producto de limpieza entre en tus ojos.
- Lava tus manos y coloca un paño limpio humedecido previamente con agua tibia sobre los párpados cerrados durante unos minutos. Luego, antes de abrir los ojos, frota cuidadosamente el borde de los párpados y las pestañas con el paño.
- Limpia los párpados varias veces al día cuando comienza la crisis de blefaritis y luego una vez al día en la medida que esta rescinde. Emplea para ello agua tibia y champú de bebé diluido, y luego enjuaga abundantemente con agua tibia.
- Reduce o elimina el maquillaje de ojos.
- Durante el lavado de cabeza, evita que el champú penetre en los ojos para evitar irritación.
- Ante la sequedad ocular usa como rutina gotas oftálmicas de lubricación.
- No uses lentes de contacto en las crisis. Puedes optar por lentes normales y luego del tratamiento efectivo de la blefaritis puedes volver a usar de lentes de contacto si lo deseas.
- Elimina el mal hábito de frotar los ojos y mantén una buena higiene en las manos.
- Emplea suplementos nutricionales como por ejemplo aquellos ricos en ácidos grasos omega-3, para que las glándulas sebáceas o de Meibomio se mantengan sanas y tus ojos bien humectados.
Al no conocerse con exactitud las causas de la blefaritis, es difícil hablar de una sola medida para evitar su aparición, pero sin lugar a dudas mantener una excelente higiene de los párpados ayudará a mantenerla controlada. Así que la higiene será tu mejor aliada y la mejor ayuda para tu hijo.