Antibióticos: ¿Cuándo son necesarios y cómo usarlos?

Las madres cuando detectamos que nuestro hijo tiene fiebre nos asustamos porque sabemos que se está defendiendo de algún microrganismo que pretende atacarlo y provocar una infección. Inmediatamente nuestro pensamiento por tradición y seguridad se dirige al uso de antibióticos. Pero cada día surgen más evidencias de lo que significa el uso inadecuado de estos y lo que puede implicar para el futuro del niño.

Para conocer más sobre el tema lee: 7 enfermedades comunes en el primer año en la guardería

El Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría recientemente ha dado a conocer datos sobre el abuso de los antibióticos en este país.  En este informe se revela que los niños menores de tres años han recibido de dos a tres tratamientos de antibióticos en su corta vida y lo más preocupante es que se considera que el 90% de estos no eran necesarios.

Los antibióticos deben ser administrados de una forma responsable y siempre indicados por un médico, porque en la mayoría de los casos los síntomas pueden ser resueltos sin necesidad de su uso

Antibióticos y enfermedades de la infancia

La gran mayoría de las infecciones que se presentan en los bebés y niños pequeños son infecciones virales, y es por lo que los antibióticos no están indicados porque estos no destruyen los virus. Los antibióticos actúan matando las bacterias o sean ejercen su acción sobre estos microrganismos y de acuerdo con el tipo de bacteria será su sensibilidad al efecto de algunos tipos de antibióticos.

Hay numerosos síntomas y signos muy frecuentes en los primeros años de vida que pueden ser tratados sin necesidad del uso de antibióticos. Entre ellos:

Secreción nasal y tos

Por lo general la secreción nasal y la tos son causados por agentes virales o alérgicos. Ninguna de estas manifestaciones mejora con el uso de antibióticos. Ante síntomas severos debe ser evaluado por el pediatra.

Dolor de garganta

El dolor de garganta el 80% de las veces es causado por virus. Debe ser tratado con antibióticos solo si se diagnostica la presencia de estreptococos.

Infecciones del oído

Los antibióticos no tienen efectividad en la mayoría de las infecciones en el oído y son aún menos efectivos en niños mayores. La mayoría de las infecciones óticas desaparecen por sí solas en dos o tres días y si el dolor es fuerte el ibuprofeno o el acetaminofeno pueden aliviarlo.

Diarrea agudas

La gran mayoría de los episodios de diarrea aguda son ocasionados por agentes virales y se resuelven con medidas generales que eviten la deshidratación.

Las infecciones virales no mejoran con el uso de los antibióticos porque estos no son efectivos cuando se trata de enfermedades virales que son los que predominan en bebés y niños pequeños

Enfermedades que no requieren el uso de antibióticos

En los niños las infecciones virales más frecuentes y que no requieren tratamiento con antibióticos son numerosas, pero entre estas se destacan:

  • Bronquitis
  • Resfriado común o catarro
  • Influenza o gripe (influenza)
  • Bronquitis
  • La mayoría de las infecciones del oído
  • Algunas infecciones de los senos paranasales
  • Gastroenteritis viral

Algunas enfermedades que requieren el uso de antibióticos

Los síntomas de la mayoría de las infecciones bacterianas tienen una localización específica y pueden afectar prácticamente todos los órganos y sistemas, desde el corazón, el cerebro o los pulmones hasta la piel. Para mencionar algunas de las que se presentan en la etapa infantil y que si requieren tratamiento de antibióticos se encuentran:

  • Onfalitis
  • Faringitis y amigdalitis estreptocócica       
  • Celulitis o absceso faríngeo o periamigdalino     
  • Laringotraqueítis o traqueobronquitis micoplásmica    
  • Otitis media aguda        
  • Sinusitis aguda     
  • Tos ferina    
  • Neumonía
  • Flemón dentario  
  • Gastroenteritis persistente
  • Cistitis y pielonefritis     
  • Fiebre botonosa    
  • Fiebre tifoidea
  • Meningitis bacteriana  
Los antibióticos son empleados en las infecciones bacterianas y en la mayoría de los casos las bacterias son sensibles a la acción de estos

Prevención de enfermedades infecciosas

Además del tratamiento con antibióticos los más importante es prevenir la aparición de infecciones, para ello hay dos elementos claves: las vacunaciones y los hábitos higiénicos.

Las vacunaciones juegan un papel primordial para prevenir la aparición de diversas enfermedades tanto virales como bacterianas, por eso es que resulta primordial cumplir con el calendario de vacunaciones establecido para cada Comunidad Autónoma.

Educar a tu hijo en los hábitos higiénicos básicos relacionados con el lavado de manos, la higiene personal, el uso correcto de los medios de protección, respetar los periodos de exclusión y todo aquello que pueda ayudar a ser expuesto o diseminar una infección.

¿Cómo deciden los médicos si tu hijo necesita antibióticos?

Los pediatras indicarán el uso de antibióticos cuando hay evidencias de que la infección es causada por bacterias. En muchas ocasiones los síntomas orientan a los médicos sobre el diagnóstico. En algunas hay pruebas de diagnóstico rápido para poder determinar si hay presencia de bacterias patógenas como el estreptococo en la garganta.

En otras hay que recurrir a la toma de muestras de sangre, secreciones, heces o fluidos como la orina o el líquido céfalo raquídeo.

Los síntomas clínicos y el estado general del niño pueden alertar al profesional, si se puede esperar a que el sistema inmunológico enfrente al agente microbiano, lo que se llama conducta expectante o es necesario comenzar un tratamiento empírico basado en la pericia y la experiencia médica.

Por ejemplo, si se trata de una neumonía bacteriana y hay síntomas clínicos y respiratorios pues se comenzará el tratamiento de inmediato, aunque no esté el resultado del examen bacteriológico del esputo o del líquido céfalo raquídeo si se sospecha de una meningitis bacteriana.

En otras ocasiones cuando está el resultado del antibiograma o sea de la sensibilidad de las bacterias a los antibióticos podría ser necesario cambiar el antibacteriano.

Los antibióticos son medicamentos efectivos contra las enfermedades bacterianas, pero cuando no son bien utilizados se pueden producir reacciones adversas y resistencia a ellos

¿Por qué no dar antibióticos a tu hijo cuando no son necesarios?

Tomar un antibiótico cuando no es necesario puede conducir a diferentes situaciones como son:

  • La infección si es viral se mantendrá no importa si le das el antibiótico o no, por lo general permanecerá por un periodo aproximado de 7 días.
  • El antibiótico tampoco impide que una infección viral se transmita de una persona a otro y cuando es bacteriana dependerá del periodo de transmisión de cada bacteria.
  • Darle antibióticos no mejorará el estado general del niño cuando el origen de la infección es un virus.
  • El uso reiterado de los antibióticos puede causar resistencia a los mismos y posteriormente si es necesario su uso pues los microrganismos no sean sensibles a su efecto.
  • Cada año crece el numero de niños afectados por los efectos adversos a los antibióticos.
  • Los antibióticos actúan negativamente sobre la flora normal del organismo, que normalmente es beneficiosa y puede permitir el desarrollo de otros microorganismos.
La resistencia y las reacciones adversas a los antibióticos son problemas derivados de su abuso y mal uso. Los padres pueden ayudar a que estos problemas sean disminuidos

¿Qué pueden hacer los padres para ayudar al uso adecuado de los antibióticos?

  • Siempre ofrécele a tu hijo los antibióticos en la forma indicada por el pediatra, no saltes ninguna dosis, ni acortes el tratamiento, aunque el niño se sienta mejor.
  • No le administres antibióticos que no sean recetados por su médico para la afección específica, ni que te recomiende algún conocido, ni que te hayan sobrado de otras ocasiones.  
  • Revisa detenidamente el prospecto de los antibióticos para que le brindes a tu hijo la dosis recomendada por el médico, ni más ni menos. Si le das menos puede no ser efectivo el tratamiento y si le das en exceso puede producirle reacciones adversas.
  • Ante síntomas de reacciones adversas a los antibióticos acude de inmediato a un facultativo en particular si aparece falta de aire, erupciones cutáneas, diarreas y cólicos abdominales o si tiene úlceras en la boca.
  • Nunca le solicites al médico que le recete antibióticos a tu hijo para sentirte tranquila, porque pueden convertirse en enemigos de su salud futura.

La colaboración de los padres es fundamental para utilizar los antibióticos de forma responsable y segura para tu hijo. Puedes hacer mucho para no se produzca un abuso de estos útiles productos.

Ten presente…

El uso de los antibióticos sigue siendo un tema a debate debido por una parte al abuso de estos por ser indicados en afecciones o sintomatologías que no lo requieren y por otra el serio problema de la resistencia y las reacciones adversas a los antibióticos.

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