¿Tu bebé llora desconsolado al atardecer o por la noche? Puede que esté presentando cólicos del lactante, que son un malestar bastante común en los primeros meses de nacido.
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Los cólicos del lactante son también conocidos como cólicos de gases, cólicos vespertinos o del anochecer, cólicos de los tres meses o alboroto paroxístico del lactante. La presencia de los cólicos del lactante no es una enfermedad en si, es una manifestación fisiológica y en solo un 5% de los casos están relacionados con algún problema orgánico o de alguna enfermedad.
Que tu bebé manifieste este síntoma no quiere decir que estés haciendo algo mal como madre. Para tu tranquilidad, incluso cuando los cuidan personal médico especializado, los niños con cólicos lloran durante la noche el doble del tiempo que aquellos que no lo tienen.
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¿Qué provoca los cólicos del lactante?
Nadie puede afirmar con certeza el por qué aparecen. Se especula que se deben a la inmadurez del sistema digestivo del bebé ante los nuevos alimentos que está tomando, ya sea la leche materna o de fórmula, que le provocan dolor de abdomen. Como esta dolencia desaparece sobre los tres o cuatro meses de edad, esta hipótesis parece ser lógica
También se ha asociado con la ingesta de aire involuntaria que ocurre mientras el bebé se alimenta, llamada aerofagia. Estos gases se acumulan en su pancita causando incomodidad. Otras hipótesis incluyen que el llanto que conllevan es un reclamo por la presencia materna o una manifestación de estrés infantil.
Como factores que propician la aparición de esta molestia está el que nuestro bebé sea el primogénito, o que sus padres sean fumadores.
Edades en que se presentan los cólicos del lactante
Suelen aparecer en las primeras dos o tres semanas después del nacimiento, y tienden a disminuir luego de los tres o cuatro meses de vida. El estudio de la frecuencia de la aparición de los cólicos en los lactantes ha arrojado resultados muy dispares, pero se estima que aparece entre un 5-19% de los bebés y algunos consideran que se presenta hasta en un 40%. Aunque pueden manifestarse a partir de las 3 semanas de nacido, la mayor incidencia aparece sobre la semana 6.
Síntomas de los cólicos del lactante
En los cólicos es común que se presente irritabilidad, acompañado de llanto en especial en las tardes-noches y por la noche. Estos son en forma de ataques intensos y abruptos al final del día, durante los cuales el bebé adopta una posición clásica que se asocia a esta dolencia: dobla los muslos hacia el abdomen, aprieta los puñitos, tensa el abdomen y se le enrojece la cara.
Estos ataques pueden ir de minutos a horas, y en el período entre estos el niño se muestra feliz y asintomático, come bien y aumenta de peso normalmente.
¿Cómo se hace el diagnóstico de los cólicos?
Obviamente, la mayor dificultad para hacer el diagnóstico es que el bebé no puede comunicarnos cómo se siente o que le duele más que con su llanto.
Sí el lactante padece de cólicos, estos se manifiestan en forma de llanto fuerte al menos durante 3 horas al día, 3 veces por semana y durante 3 semanas. Eso, en el supuesto que hablemos de un bebé bien cuidado y alimentado, sin ninguna enfermedad diagnosticada previamente.
El diagnóstico de los cólicos se hace entonces por exclusión de otras posibles dolencias o incomodidades. En primer lugar se descartan primero los motivos más obvios para el llanto, como el hambre, que el pañal esté sucio o que la temperatura a la que se encuentre no sea adecuada.
Lo siguiente es confeccionar una historia clínica al detalle en busca de otros motivos para el llanto, como traumatismos o hernias. Si el bebé no está aumentando de peso normalmente o su temperatura rectal es mayor de 38° C, puede sospecharse de un trastorno gastrointestinal o una infección, en cuyo caso se procedería a realizar análisis complementarios.
Si el peso del bebé es adecuado y es normal al examen físico, no se precisan más pruebas. No obstante, si en la historia familiar hay algún caso de dermatitis atópica, eccema, rinitis o asma, puede sospecharse que los cólicos del lactante se deben a alguna alergia alimentaria. Esta conclusión se refuerza si existen vómitos o heces de consistencia alterada.
¿Cómo actuar frente a los cólicos del lactante?
La mejor herramienta de la madre para evitar los cólicos del lactante es una depurada técnica de alimentación que prevenga a su bebé de ingerir aire. También se debe ayudar luego de cada toma a que el niño expulse los gases a través del eructo.
La experiencia popular recomienda poner al bebé en el antebrazo, de forma que el abdomen del pequeño descanse sobre el mismo y esto puede producir cierta mejoría. Otros recomiendan los masajes abdominales ligeros o movimiento de las piernas hacia arriba.
El uso de fármacos para el alivio de los cólicos en el bebé no se aconseja, ni existe un medicamento de probada eficiencia para estos casos. Nunca le administres a tu hijo un medicamento que no sea indicado por su pediatra.
El paso del tiempo será el medicamento más eficaz para calmar los cólicos del lactante, es una situación transitoria y debes de aprender a no perder la calma, porque lamentablemente no hay ninguna medida, que sea efectiva en todos los bebés. Lo que en unos funciona puede no ser efectiva en otros.
Si son producidos por alergénos alimentarios…
Si se establece que los cólicos del lactante son producidos por alérgenos alimentarios en la leche materna, la madre debe evitarlos en su alimentación. Se conoce que sustancias contenidas como por ejemplo en las proteínas del huevo; el gluten presente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena, y otras variedades. También la leche de vaca y el cacahuete pueden desencadenar respuestas alérgicas en el bebé.
Otra alternativa es que estas moléculas pasen a la leche materna en cuestión de minutos y se mantienen en el organismo durante varias horas. Esta medida ayuda a reducir los cólicos, pero posteriormente deben realizarse pruebas específicas para conocer a que productos el bebé es intolerante. Cualquier variación en la dieta de la madre debe ser orientada por un especialista, de forma que la leche materna no tenga carencias nutricionales que lejos de proteger al niño lo expongan a una mala alimentación.
En los bebés que no reciben leche materna, los cólicos pueden mejorar si se utilizan fórmulas hidrolizadas en lugar de aquellas que basan su composición en leche de vaca. En estos casos se presume que el niño es intolerante a la lactosa, aunque esta conclusión debe corroborarse con estudios posteriores.
¿Cómo evolucionan los cólicos del lactante?
Aunque los cólicos generan mucha preocupación en los padres, lo normal es que desaparezcan luego de los tres a cuatro meses de nacidos, presumiblemente en la medida que el tracto digestivo del bebé madura. Los cólicos no afectan en nada el crecimiento y desarrollo del niño.
En este sentido, los padres deben hacer acopio de paciencia. La preocupación y el estrés derivado del llanto descontrolado pueden generar conflictos en la pareja e incluso maltrato infantil. Por ello, es de suma importancia tomar conciencia que esta situación es completamente pasajera y por encima de todo, evitar la ansiedad y el estrés que puede generar.
Conociendo todo lo anterior de seguro estarás más preparada para atender a tu pequeño y ayudar a que sus molestias sean menores. Pero lo más importante es mantener la calma no desesperarte y si los cólicos aparecen frecuentemente y muy intensos acude al pediatra porque aunque es poco frecuente, detrás de ellos se pueden ocultar otros problemas orgánicos o afecciones y cuanto antes sean atendidas siempre su evolución será más favorable.