Inducción del parto y maniobra de Hamilton, ¿en qué consisten?

Cuando tu embarazo pasa de las 40 semanas y tu parto no se ha presentado podría ser que tu matrona o tu médico te aconsejen la inducción del parto y te hablen de la maniobra de Hamilton como una de las opciones para propiciar el parto.

Si esto sucede, surgirán en tu cabeza algunas preguntas como: ¿qué es, para qué sirve, me dolerá, podría tener complicaciones? A continuación te responderemos estas y otras preguntas para que estés informada y no te asustes por este término que podría ser que nunca antes hayas escuchado.

¿En qué consiste la maniobra de Hamilton?

Como previamente hemos explicado cuando se acerca el final del embarazo el útero comienza su preparación para el parto y uno de los signos es el borramiento del cuello uterino y su dilatación. Podría ser que el médico considere conveniente acelerar el inicio del parto mediante la maniobra de Hamilton.

Los dedos se introducen en el cuello uterino para desprender las membranas amnióticas
La maniobra de Hamilton consiste en un movimiento circular con los dedos introducidos por el cuello uterino que debe tener al menos 1 centímetro de dilatación

Esta maniobra consiste en introducir el dedo del médico por el cuello uterino cuando hay una dilatación superior a 1 centímetro y hacerlo girar en su interior con un movimiento circular. Esto permite despegar las membranas amnióticas de la pared uterina, en respuesta hay una reacción uterina y se producen contracciones uterinas.

Estas contracciones dan origen a la liberación de una sustancia llamada prostaglandinas que ayuda a completar la maduración del cuello uterino y así propiciar el parto.

Este procedimiento favorece el inicio del trabajo de parto en un periodo entre las 24 y 48 horas, pero no siempre es efectivo. Su efectividad estará relacionada con el grado de maduración del cuello uterino.

La embarazada debe autorizar la maniobra de Hamilton
Al practicar la maniobra de Hamilton se liberan prostaglandinas que pueden ayudar a que el parto se desencadene entre las 12 y 24 horas posteriores a este procedimiento

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), considera a la maniobra de Hamilton como un método de inducción mecánica del parto y señala en sus protocolos que su eficacia para iniciar el parto no ha sido bien establecida.

Por lo general esta maniobra no necesita preparación especial que no sea la información adecuada sobre la misma. Es usual que se realice en una de las últimas consultas de seguimiento de tu embarazo después de uno de los últimos monitoreos previos al parto.

¿Qué es conveniente tener en cuenta al aplicar la maniobra de Hamilton?

No todas las embarazadas que se encuentran al final de su gestación son tributarias de la maniobra de Hamilton. De seguro el profesional de la salud que la atiende antes de aplicar este procedimiento tendrá en cuenta estos criterios:

  • Está indicada esta maniobra después de la semana 39 de embarazo y se valora que es conveniente no prolongar el embarazo por problemas relacionados con la salud de la madre o el feto. Nunca por comodidad de los servicios de salud.
  • La embarazada no debe de haber roto aguas por lo que la bolsa de líquido amniótico debe estar integra.
  • El cuello uterino debe estar dilatado al menos un centímetro y blando. Lo mejor es que se realice una determinación del Test de Bishop y que el mismo sea mayor o igual a 4.
  • La posición del feto debe ser cefálica, no debe de aplicarse cuando el feto tiene posición pelviana o transversa.
  • Cuando la inserción de la placenta es baja o previa no debe efectuarse.
  • Debe contarse con la aprobación de la embarazada por lo que antes de proceder a su ejecución debe de explicarsele en que consiste y por qué considera que es conveniente el desarrollo de la misma y que ella exprese su consentimiento verbal o escrito.
Posición fetal al final del embarazo
Al practicar la maniobra de Hamilton se debe tener en cuenta la posición fetal antes de consultar con la embarazada su consentimiento

¿Qué siente la mujer cuando el médico efectúa esta maniobra?

La sensación que la embarazada perciba siempre dependerá de su propia sensibilidad al dolor, muchas lo describen como un tacto vaginal normal, otras lo consideran un tacto vaginal un poco más doloroso. Algunas embarazadas consideran que es muy doloroso especialmente en las que van a  parir por primera vez.

Las contracciones que se generan después de efectuar la maniobra de Hamilton pueden ser dolorosas. Generalmente se puede presentar un ligero sangrado, expulsión del tapón mucoso si previamente no se había producido su salida y puede tener un poco de flujo.

¿Cuándo se indica la maniobra de Hamilton?

La maniobra de Hamilton podría estar indicada para evitar la prolongación del embarazo. Se debe de practicar después de las 39 semanas y antes de las 41 semanas y cuando el parto no se ha presentado y el profesional de la salud que la atiende considera que es conveniente inducir el parto.

Movimiento circular en la parte inferior del útero
La maniobra de Hamilton es empleada para desprender las membranas amnióticas de las paredes uterinas y generalmente se realiza en la última consulta de seguimiento del embarazo

Esta valoración se debe acompañar de un criterio médico que justifique la decisión por considerar que existen problemas en la madre o el feto que pueden comprometer su salud de continuar el embarazo.

Puede ser una alternativa previa a la inducción con medicamentos del parto, siempre y cuando se considere necesaria la finalización de la gestación.

Madurez cervical y resultados de la maniobra de Hamilton

Existen diversos trabajos que apoyan el criterio de que el éxito de esta maniobra está relacionado directamente con las condiciones iniciales del orificio cervical. Cuando la madurez del cuello uterino es mayor las probabilidades de lograr la inducción son mayores.

Este test tiene en cuenta 5 elementos fundamentales: el grado de dilatación, el borramiento, la posición y la consistencia del cuello uterino. Y junto con estos cuatro criterios el encajamiento de la cabeza fetal en la pelvis.

Cada uno de los 5 elementos previamente expuestos se agrupa en cuatro niveles diferentes y se otorga una puntuación cuantitativa, si es menor de 4 el test no es indicativo de maduración y si está por encima de ese valor es intermedio o satisfactorio cuando su valor es igual o superior a 9.

¿Pueden presentarse  riesgos o complicaciones con la aplicación de la maniobra de Hamilton?

Esta práctica en sentido general se considera poco invasiva y con muy poco riesgo para la embarazada, pero con poca frecuencia se pudieran presentar algunos riesgos y complicaciones, entre ellos se encuentran:

  • Podría dar origen a la rotura de la bolsa de las aguas, si esto sucede se iría perdiendo el líquido amniótico y si unas horas no se presenta el parto, se debe proceder a la inducción con medicamentos.
  • En ocasiones pudiera producir un desprendimiento parcial de la placenta.
  • El útero podría responder con contracciones muy intensas y seguidas, lo que se conoce como hiperdinamia uterina.
  • No hay consenso sobre la presencia de infecciones después de este procedimiento. La SEGO considera que no hay evidencias de que aumente las infecciones y sus defensores aseguran que no hay ningún tipo de riesgo de infección.
Ligero sangramiento después de la maniobra de Hamilton
Después de efectuar la maniobra de Hamilton puede producirse un sangramiento ligero y un aumento de las secreciones vaginales

En caso de producirse sangramiento abundante, salida de líquido indicativo de rotura de la bolsa de aguas, dolor intenso en la zona pélvica del abdomen, fiebre, malestar general, contracciones muy frecuentes o que el bebé no responda a la estimulación externa debe acudir de inmediato a un servicio de urgencias.

Los efectos de la maniobra de Hamilton sobre la salud del feto o el recién nacido no son respaldados por trabajos científicos.

Una larga historia, pero aun hoy controvertida

La maniobra de Hamilton fue descrita en 1810, por el profesor James Hamilton y en años posteriores se ha defendido su uso y en casi todas las guías clínicas de obstetricia y ginecología, todavía la siguen recomendando. Otros expertos cuestionan su eficacia frente al desarrollo de los métodos farmacológicos actuales.

Basan su criterio en que las nuevas formulaciones medicamentosas y vías de aplicación de las prostaglandinas han aumentado la eficacia de los tratamientos para la inducción del parto, no siendo necesario  en ocasiones el uso de la oxitocina. Basado en lo anterior es que no hay un criterio unánime al respecto y si se ratifica que el empleo de la maniobra de Hamilton debe estar autorizado por la embarazada e indicado por razones de salud.

En un estudio efectuado en el 2016 que analizó los trabajos publicados en esta temática en los últimos 15 años, en las bases de datos más importantes en las ciencias médicas concluyó que existían pocas evidencias científicas y recomendaba mayor número de estudios para llegar a conclusiones definitivas.

Al final, tú decides…

Si en las consultas del final de tu embarazo proceden a efectuarte un tacto vaginal y te hablan de la maniobra de Hamilton, investiga cuales son las razones que la justifican y el por qué no sería conveniente esperar más tiempo a que se presente el parto.

Embarazada aprobando la ejecución de la maniobra de Hamilton
Antes de su ejecución la embarazada debe autorizar la realización de la maniobra de Hamilton

Efectúa todas las preguntas que consideres y decide si es lo más adecuado para ti. En estos años en que lo natural está cobrando terreno, las amantes de las prácticas no medicadas de seguro recurrirán a esta alternativa.

Es por ello muy conveniente que estés informada sobre este procedimiento y puedas tomar una decisión correcta sobre el posible empleo de esta maniobra para intentar desencadenar tu parto.

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