15 frases ideales para consolar a un niño que llora

Todo padre o madre ha pasado por la difícil tarea de consolar a un niño que llora. Además de la tristeza que está expresando el menor, sin dudas esto pone a prueba nuestra paciencia.

El llanto es el único medio que tiene el neonato para comunicarse con sus padres y avisar que tiene hambre, se siente solo o se encuentra enfermo. No obstante, en la medida que crece y aprende a comunicarse a través del lenguaje —tanto oral como corporal—, va desarrollando otras formas que dejan al llanto para situaciones extremas.

Para consolar a un niño, debes de emplear las frases adecuadas para que se sienta apoyado, comprendido y que te identifique como su mejor aliado

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Para consolar a un niño nunca le digas… “¡No llores!”

Esta frase es la primera que nos viene a la mente. Y no va a servir de mucho. aunque sea dicha de modo consolador, es una imposición. Con esta orden o no nos entenderán si son niños muy pequeños, o le haremos llorar aún más y se sentirán frustrados por no podernos complacer.

Pedirle a un niño que no llore es reconocer que la causa de su llanto no es real, ya sea como expresión de un problema físico o psicológico. De hecho le ordenamos que no sienta la razón por la que llora.

Otra frase completamente fuera de lugar son las declaraciones sexistas del tipo “¡Los hombres no lloran!” o “¡Las hembritas son las que lloran!”. Estás crean y refuerzan estereotipos que la sociedad actual lucha por eliminar. Si todos los géneros tienen glándulas lacrimales, están en su derecho a utilizarlas si las necesitan.

Frases para consolar a un niño

Estas 15 frases encierran mensajes positivos que ayudarán a consolar al menor de forma más efectiva. De hecho, puedes aplicarlas cada vez que desees consolar a alguien, a cualquier edad.

Consolar a un niño puede parecer una tarea imposible, pero hay frases y estrategias que podemos utilizar para detener su llanto. He aquí 15 de ellas

“¿En qué te podría ayudar?”

Hay momentos en que el niño aún no tiene la capacidad para solucionar algo y eso les frustra. En el momento que le ofrecemos nuestra ayuda, eso les consuela, aunque el resultado final no sea el deseado por él.

“Ahora no, tal vez luego”

Si es un llanto de rabieta, con un “no llores” se agrava el berrinche. Si el niño se comporta de esta manera, lo mejor es poner un límite respetuoso. A la vez, dejamos la posibilidad abierta para hacerlo en el momento más conveniente.

“Aquí estoy para ti”

En el momento que un niño lo está pasando mal, es muy importante saber que contará con la ayuda de sus padres. Quizás el sufrimiento no puede evitarse, pero gozará con la compañía de sus padres empress y es una uy buena estrategia para consolar a un niño.

“Entiendo que te sientas mal”

Esta es una forma de conectar con ellos. Con su apoyo y comprensión, ya el niño se sentirá confiado para poder expresar la razón de su llanto. Puede ser un buen momento para contarles una situación similar que tuvo solución al final. Esto genera empatía.

“Sé que te duele, pero vamos a curarte”

Cuando el llanto es provocado por un accidente real, lo primero que tendemos es a pedirle que no llore. Es mejor reconocer que se ha hecho daño, mostrando comprensión al problema y buscando la solución. El cambio de perspectiva les servirá de consuelo mientras llega el alivio.

“Llora cuanto necesites”

Con esta frase enseñamos a nuestros niños a expresar sus emociones. Que se desahoguen y expresen su angustia en nuestra compañía y apoyo es importante.

“Lo siento”

Puede que la causa del llanto sea algo que nosotros mismos hemos dicho o hecho. No existe un manual perfecto para ser padres, por lo que reconocer que hemos obrado mal y pedir perdón a nuestros hijos no es debilidad, sino una enseñanza. De la misma forma, si el daño no es nuestra responsabilidad, la frase “lo siento” demuestra empatía, apoyo y comprensión de sus sentimientos.

Para consolar a un niño debes emplear las frases adecuadas y si tu eres la causante de su llanto puedes pedirle perdón y le darás al mismo tiempo una lección

“Volveré más tarde”

Sobre todo, en niños pequeños, separarse de los padres puede ser angustiante. Eso ocurre con mayor frecuencia cuando empiezan a asistir a la guardería o a la escuela en los primeros meses. Decirle a un niño en estas circunstancias que no llore no va a calmar su angustia. Pero si los tranquilizamos diciéndoles que volveremos más tarde (y claro que lo haremos) con los días irán adaptándose a nuestra ausencia.

“Mañana lo verás diferente”

Todos, tanto menores como adultos, nos cerramos en rotundo con determinadas circunstancias. Pueden explicárnoslo mil veces: no queremos o no podemos entender determinada situación. En estos casos, lo mejor es tomar distancia y revalorar al día siguiente. Así, les tranquilizamos de momento y posponemos las discusiones para un día diferente.

“No será siempre así”

Los niños atan cabos pronto y un hecho que salga mal siempre saldrá así en el futuro. Puedes combatir ese fatalismo con esta frase, para que estén dispuestos a aceptar que las cosas pueden solucionarse o modificar.

“Te entiendo”

Nos puede parecer una frase manida, pero decirle a un niño que entiendes el porqué de su llanto a veces es más que suficiente. Cómo sea, no debe menospreciar su llanto ni con un “no es para tanto” o un “no llores por esa tontería”.

“Te escucho”

En ocasiones los niños lloran porque no pueden expresar con palabras sus sentimientos. Si nos ponemos a su nivel, hacemos contacto visual y le damos nuestra escucha activa, podremos lograr que él se haga entender y pueda expresar lo que siente. Funciona muy bien para consolar a un niño

“Todo va a estar bien”

También funciona con nosotros esa frase que nos refuerza que, por más grande que sea nuestro sufrimiento en este momento, eventualmente encontraremos una salida a nuestras dificultades. Da ánimo frente a la tristeza y la mejor de las ayudas: la esperanza.

Nunca debes de restarle importancia al llanto de un niño porque es su forma de reflejar un sentimiento y en muchas ocasiones no sabe cómo solucionar el problema que lo afecta

“Tranquilo, vas a hacerlo bien”

El niño tiene que saber que cuenta con nuestro apoyo ante cualquier situación. Esta frase es muy apropiada para momentos en que el llanto provenga del temor a fallar. Si él piensa que padres sus padres creen que es capaz, se enfrentará con más seguridad.

“Lo solucionamos juntos”

Una vez más la estrategia de “¿En qué te puedo ayudar?”, pero ya no es un ofrecimiento de ayuda, sino un apoyo directo. También enseña que, aunque no siempre se puede evitar que las cosas malas sucedan, sus padres estarán allí para buscar la forma de repararlo y sin dudas será una buena forma de consolar a un niño .

Y una última recomendación para consolar a un niño

Ayudar a tu hijo a cultivar y manejar las emociones es una gran responsabilidad que los padres asumen como parte de su desarrollo integral. Nunca le restes importancia a su llanto, aunque desconozcas su causa detrás de él se pueden ocultar serios problemas que en numerosas ocasiones el no está aun maduro para manejar y enfrentar.

Detrás del llanto de un niño se pueden ocultar serios problemas, siempre atiéndelos porque expresan una emoción y tu eres quien mejor puede ayudarlo a enfrentar esos conflictos

Siempre debes de inspirarle confianza, infundirle seguridad y confianza para que te identifique como su mejor amigo y seas su mejor aliado a la hora de solucionar sus conflictos. Lo que para ti no tiene trascendencia para él puede afectarlo severamente.

Las frases anteriormente mencionadas no serán soluciones mágicas que vayan a consolar el llanto al instante. Pero sí son herramientas que te ayudarán a enfrentar mejor estos momentos, sin desesperarte y lo más importante haciéndole sentir que a ti te importan sus sentimientos y que siempre estas ahí, apoyándolo en todo momento.

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