Algunas mamás son tan afortunadas que no necesitan ningún truco para alimentar al bebé: lo pegan a su teta y simplemente esperan que termine de mamar. Pero otras necesitan algún tipo de apoyo, ya sea por falta de experiencia o porque sus bebés son demasiado inquietos o o perezosos. ¿Es tu caso? Entonces los collares de lactancia pueden ayudarte. En esta nota investigamos todo lo que necesitas saber.
Aprende más sobre: Collar de lactancia
Collares de lactancia: una solución creativa a algunos problemas de la lactancia
La lactancia materna se está revalorizando; cada vez más madres alimentan a sus bebés únicamente con leche materna hasta los seis meses de edad.
Además, van cayendo los prejuicios acerca de la lactancia materna en lugares públicos. Las madres jóvenes no tienen ningún problema en ponerse a alimentar a sus bebés en el lugar en que se encuentren cuando el hambre reclama: el tranporte público, el parque o el restaurante, y ya nadie se asombra al ver una mujer amamantando a su bebé.
Estos cambios en la sociedad ayudan a facilitar la lactancia materna. Sin embargo, hay otros problemas que podrían hacer que las mujeres abandonaran la lactancia y recurrieran al biberón quizás demasiado pronto para el bebé.
Por ejemplo, la madre Naturaleza no parece haber tenido en cuenta que los bebés, a las pocas semanas de nacer, comienzan a ejercitar sus pequeños deditos y uñas nada menos que en el cabello y la delicada piel de los senos de mamá. Esto se debe al llamado reflejo palmar, que hace que los bebés cierren la mano instintivamente.
Así, sus manos y dedos terminan enredados en el cabello, la ropa, una cadenita colgada al cuello o lo que sea de mamá… ¡en el mejor de los casos! Ya que este reflejo puede traducirse en tirones, pellizcos y arañazos.
Los bebés más grandes comienzan a descubrir el mundo y comienzan a llevar a la boca todo lo que encuentran, además que querer jugar con cualquier cosa que esté a su alcance.
Esto puede ser muy divertido mientras estamos en casa y el bebé se encuentra tranquilo en su cuna o su rincón pero… si debemos amamantar, o tenemos que salir con el bebé en brazos, deja de ser tan divertido para comenzar a hacerte sentir incómoda y… no queremos eso, ¿no es cierto?
Para paliar todos estos problemas aparecieron los collares de lactancia. Sinceramente no sabemos quién tuvo la brillante idea, pero quien fuera merece todos nuestros aplausos.
Los collares de lactancia son una solución novedosa, creativa e inteligente porque te ayudan a sentirte bonita y bien arreglada en los momentos más críticos como… ¡amamantar al bebé!
Cómo funcionan los collares de lactancia
Como su nombre lo indica, los collares de lactancia son… ¡collares! Pueden ser de madera, silicona o ganchillo, con cuentas de colores o forradas con tejido de ganchillo.
Son suaves, elaborados con materiales no tóxicos, suaves y llamativos.
Son ideales para que los bebés los utilicen como juguete, para entretenerse o satisfacer sus deseos de chupar, tocar y tomar entre las manos. Si están en la etapa de dentición, pueden colocarse en el refrigerador para enfriarlos y así cuando los muerdan calmen el dolor de la salida de los dientes.
Si lo llevas en un porteador, se sentirá encantado de tener algo de mamá que tocar y morder o para jugar mientras tú realizas tus tareas.
Precauciones con los collares de lactancia
Este accesorio no está exento de críticas. Según el presitigioso antropólogo Ashley Montagu, los collares de lactancia distraen al bebé en el momento de la lactancia que es, además de la alimentación, la instancia en la que se crean y fortalecen los vínculos afectivos entre la madre y el hijo.
Este tipo de distracción interfiere con los momentos de reconocimiento, concentración y atención en la tarea de alimentarse que es primordial para el bebé y el placer recíproco que madre e hijo pueden brindarse.
Es que, según los especialistas, el proceso de la lactancia es mucho más que simplemente alimentar al bebé, y se debe evitar cualquier circunstancia que logre distraer el bebé y capte su atención en el momento de la lactancia, cuando debería producirse el encuentro más íntimo y afectivo entre la mamá y el bebé.
La interrupción de este vínculo produce cambios en las sensaciones corporales, olor, temperatura, textura de la piel, respiración y ritmo cardíaco que pueden alterar las percepciones del bebé.
Si la idea es utilizar collares de lactancia, te recomendamos utilizarlo en momentos específicos, por ejemplo, cuando el bebé está demasiado activo o muy perezoso, e ir tomando en cuenta las reacciones del bebé para no perjudicar ese vínculo tan preciado que debes construir.
Toma en cuenta que los collares de lactancia no son un juguete, por eso nunca deben dejarse al alcance de los niños mientras no estén alrededor de tu cuello y tengas al bebé en brazos.
También te recomendamos ser cuidadosa con los materiales: elige collares de lactancia seguros, suaves, elaborados con materiales inocuos, y no te dejes llevar tanto por el colorido ya que, como lo hemos dicho otras veces, el sentido de la vista tarda casi un año en desarrollarse completamente y al principio el bebé sólo distingue algunos colores y en especial le llaman la atención los contrastes.
Otra buena idea es elegir collares de lactancia que vayan con tu estilo, ya que en realidad son accesorios para la madre y lo mejor es encontrar aquellos que mejor combinen con tu forma de vestirte.
Desde este punto de vista, revisando en Internet hemos descubierto los collares de lactancia más variados y tentadores que pueden combinar con cualquier estilo como clásicos, modernos o étnicos.
En síntesis: seguros, sentadores, fáciles de utilizar y que no interfieran en el vínculo.
Si tomas en cuenta estos detalles, seguramente tú y tú bebé disfrutarán muchísimo los collares de lactancia.
Más revisiones de productos: Silla de paseo