Lo conocido sobre la pandemia COVID-19 y el embarazo

Hoy vamos a sintetizar lo que actualmente es conocido y lo recomendado sobre el COVID-19 y el embarazo. Este artículo se basa en los criterios de expertos y asociaciones de profesionales relacionados con la pandemia del COVID-19 (SARS-CoV-2).

Todavía hay pocos datos sobre la evolución de las infecciones por coronavirus COVID-19 y el embarazo, pero los expertos consideran que debe ser tratado como un embarazo de alto riesgo. Diferentes organismos han emitido sus recomendaciones, entre ellos la Organización Mundial de la Salud, el American College of Obstetricians and Gynecologists, Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia y Ginecología, Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología, International Society of Ultrasound in Obstetrics and Gynecology y la Sociedad Mexicana de Urología Ginecológica.

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Sin dudas estar embarazada en medio de la situación que el mundo atraviesa con la pandemia del COVID-19 es una gran preocupación, porque aún no existe la suficiente experiencia para darle una adecuada respuesta a todas las inquietudes. Aunque todavía hay más preguntas que respuestas, aquí te presento lo que sugieren los expertos.

¿El COVID-19 y el embarazo es una mala combinación?

Todavía los datos son insuficientes para llegar a una conclusión definitiva, pero algunos expertos consideran  que hasta ahora los datos no evidencian que haya un curso más severo del COVID-19 durante el embarazo. Pero hay un 2% de mujeres que pueden desarrollar diabetes gestacional y alguna hipertensión arterial, estas son precondiciones que afectan en toda la población el curso de la enfermedad. Y el COVID-19 por si solo es una situación muy seria.

¿Qué precauciones debe tener una embarazada frente a la extensión del COVID-19?

Se desconoce que el embarazo por sí mismo haga más sensible a la adquisición del COVID-19. Pero para todo el mundo constituye una afección severa y el no haber suficiente datos no implica que se descarte una mayor susceptibilidad. Por lo tanto todo lo que pueda hacer una embarazada para prevenir la adquisición de este virus es poco para evitarla.

Extremar las medidas de lavado frecuente de las manos, no tocar sin protección superficies donde se puedan acumular los virus, no tocarte la cara, ni los ojos, ni la boca. Tomar todas las medidas de aislamiento social y si tuvieras que hacerlo permanecer a 6 pies de otras personas. Lo anterior implica que no debes asistir a reuniones familiares, fiestas e inclusive no recibir visitas en tu propio hogar.

¿Cuándo se debe sospechar la presencia de COVID-19 en una mujer embarazada?

Cuando una embarazada acude a la consulta de rutina de control de embarazo y mientras dure el periodo epidémico de COVID-19, se le debe preguntar detalladamente sobre viajes recientes, labor que realiza, contactos con personas afectadas, y manifestaciones respiratorias.

Se recomienda que si una mujer embarazada ha viajado a un país o región  afectada por COVID-19 en los últimos 14 días, o si ha estado en contacto cercano con una persona en la que se ha confirmado la infección debe practicarse la prueba de diagnóstico del nuevo coronavirus. La prueba se realiza en secreciones orofaríngeas y consiste en el análisis del ácido nucleico del  SARS-CoV-2. Esta prueba se recomienda aun cuando la mujer no presente síntomas.

¿Cuál será el tratamiento de una embarazada con COVID-19?

Para el tratamiento de una gestante con COVID-19 se aplican los mismos principios que para el resto de la población y algunas específicas. Las decisiones dependerán de la confirmación del diagnóstico y de la sintomatología clínica. Entre las pautas generales se encuentra:

• Medidas de aislamiento precoz.
• Control de la infección.
• Toma de muestras para el diagnóstico de COVID-19 y otros virus respiratorios.
• Oxigenoterapia si es necesario.
• Evitar la sobrecarga de fluidos.
• Tratamiento con antibióticos de forma empírica, si se sospecha coinfección bacteriana.
• Monitorización de la dinámica uterina y el bienestar fetal.
• Ventilación mecánica precoz en caso de deterioro de la función respiratoria; individualizar el momento más adecuado del parto.

Embarazadas asintomáticas con infección por CoVID-19

Se recomienda que las embarazadas que están infectadas con COVID-19, por tener una prueba que confirma el diagnóstico y no tiene síntomas de la infección debe de practicársele una ecografía cada 15 días para observar el crecimiento fetal y también evaluaciones mediante Doppler. Ellas deben permanecer en el hogar y chequearse durante al menos 14 días, también las que tienen síntomas leves y las que se recuperan.

Cuando los especialistas en ecografía le realicen este procedimiento a una embarazada que tenga la sospecha, la probabilidad o tenga la confirmación de tener el COVID-19 debe proceder a desinfectar todas las superficies de los transductores, siempre acorde con las especificaciones de cada fabricante.

¿Si una embarazada adquiere el COVID-19 como puede proteger a su hijo?

Como es conocido no hay tratamientos efectivos contra la infección del COVID-19. Si la embarazada piensa que puede estar infestada y tienes algunos síntomas debes llamar al médico que te atiende. Podría recomendarte que permanezcas en el hogar si tus síntomas son leves, te podría recomendarte estar bien hidratada, descansar y tomar acetaminofén para mantener la temperatura controlada. Si los síntomas empeoran o si se presentas falta de aire debes de localizar a tu médico y asistir a urgencias de inmediato.

COVID-19 y el embarazo ¿Puede afectar a mi bebé?

Una de las preocupaciones fundamentales sobre el COVID-19 y el embarazo es si la infección con este virus podría ocasionar problemas en desarrollo del bebé o el mantenimiento del embarazo.

La fiebre sea producida por el COVID-19 u otras causas puede aumentar el riesgo de defectos al nacimiento. Al final de la gestación los problemas respiratorios severos se relacionan con partos prematuros y se ha observado que madres afectadas por el nuevo coronavirus parieron antes de tiempo. No se puede afirmar que el virus de por si haya sido el responsable de este comportamiento.

¿Puede pasar el COVID-19 durante el parto al recién nacido?

Hasta ahora no hay evidencias de que la mujer no pueda parir por vía vaginal si tiene la infección por COVID-19, ni que el bebé adquiera el virus durante su vida intrauterina. Hasta ahora se considera que el recién nacido se contagia por la gotículas respiratorias expulsadas por los estornudos o las secreciones nasales después del nacimiento.

¿Qué hacer con el recién nacido de una madre positiva al COVID-19?

El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos[4] considera que los bebés nacidos de madres positivas al COVID-19, deben ser aislados con una observación rigurosa de sus síntomas durante al menos 14 días o hasta que el virus desaparezca. La lactancia materna directa no se recomienda durante ese periodo.

Algunos expertos consideran que es conveniente no retirar el vérnix caseoso o sea la capa blanquecina que lo cubre al nacer y mantenerla por las primeras 24 horas, porque tiene propiedades protectoras.

¿Se afectará la atención a mi parto durante la pandemia?

La atención a tu parto podría mantenerse de la  forma prevista con anterioridad, pero dependerá de la situación particular de cada localidad, por lo que debes averiguar detalladamente.

Pero si estas infectada lo más probable es que vayas a una sala de aislamiento con presión negativa donde se llevaría a cabo el parto y la atención neonatal y podría ser necesaria la participación de varios especialistas en un centro con todas las condiciones.

También se recomienda que los acompañamientos y visitas se eliminen para que exista menor riesgo de infestar a la madre y a su recién nacido.

Si una mujer embarazada tiene una infección confirmada, la programación de su parto estará en dependencia de las condiciones maternas, fetales y de las semanas de gestación.

¿Puedes darle el pecho a tu bebé si eres positiva?

Las pruebas realizadas hasta ahora en la leche de madres positivas a COVID-19, no evidencian presencia del virus en la misma, pero se puede transmitir por las emisiones respiratorias de los padres, el cuidador o el personal de salud. La opción más segura es extraerse la leche con bomba y que se la ofrezca una persona no contagiada. Si de todas formas no quieres renunciar al contacto directo con tu pequeño, lávate bien las manos y emplea máscara de protección. Debes proceder de igual forma si lo alimentas con leche maternizada.

Y para concluir

Todavía hay numerosas preguntas que no tienen respuesta, como podrían ser la posibilidad de transmisión de la madre al feto y los posibles efectos en los diferentes trimestres del embarazo. También el comportamiento de las infecciones graves en la madre y su evolución a largo plazo, pero la experiencia acumulada con relación a la aparición de otros nuevos virus enseña que es muy necesario estar muy atentos y tomar todas las medidas preventivas para evitar las posibles consecuencias negativas del COVID-19.

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