La semana 21 de embarazo marca exactamente la mitad del camino. Cuando tenías por delante los nueve meses del embarazo parecía que este momento no iba a llegar nunca… Prepárate para disfrutar una de las mejores etapas del embarazo, sin las preocupaciones y temores del comienzo ni la ansiedad de las últimas semanas.
Descubre qué ocurrirá: Estas serán las próximas semanas de tu embarazo
Cambios en el feto en la semana 21 de embarazo
Para comenzar, es interesante saber que hasta esta semana la longitud del feto se medía desde la coronilla hasta el coxis, debido a la posición fetal. Sin embargo a partir de ahora se medirá desde la coronilla hasta los talones. En la semana 21 de embarazo, el feto mide unos 21 a 27 cm. de largo y pesa alrededor de 340 a 360 gramos.
Los párpados y cejas han terminado de formarse esta semana y pueden comenzar los parpadeos. La mayor actividad del feto consiste en tragar líquido amniótico; de hecho sus papilas gustativas están desarrolladas y puede percibir los diferentes sabores del líquido amniótico de acuerdo a tu alimentación.
El líquido amniótico hasta ahora tenía la función de proteger al feto, pero ahora al tragarlo ayuda a la maduración del aparato digestivo y le provee calorías. Sus intestinos pueden absorber pequeñas cantidades de azúcar que llegan al intestino grueso. Sin embargo todos los nutrientes siguen llegando al feto a través de la placenta.
Los glóbulos rojos eran producidos por el hígado y el bazo del feto. Sin embargo, el hígado dejará de producir glóbulos rojos unas semanas antes del parto, y el bazo dejará de hacerlo en la semana 30. Ahora la médula ósea también contribuye a la producción de glóbulos rojos y de hecho, en el tercer trimestre la mayoría de los glóbulos rojos provendrán de la médula ósea.
Los órganos sexuales también continúan desarrollándose; si esperas una niña, su vagina ya estará completamente formada.
Su piel ha comenzado a recubrirse de una sustancia blanca y cerosa llamada vermix. Protege su delicada piel de los efectos del líquido amniótico y permanecerá hasta el momento del nacimiento, incluso en los recién nacidos pueden verse áreas recubiertas de vermix.
Cambios en tu cuerpo en la semana 21 de embarazo
A medida que aumentas de peso, puedes notar algunas venas varicosas en tus piernas. Esto le sucede a la mayoría de las embarazadas. En las mujeres embarazadas, las várices se deben a la presión del útero y los cambios en el flujo sanguíneo. La hinchazón de las piernas puede desaparecer, pero el problema de las várices es que cuando llegan… ¡ya no se van!
Por eso es necesaria la prevención de las várices durante el embarazo. Sigue estos consejos:
- Haz ejercicios suaves para fortalecer los músculos y hacer circular la sangre hacia arriba.
- Realiza caminatas tranquilas, de unos treinta minutos de duración tres veces por semana.
- Cuando te recuestes, mantén los pies elevados para aliviar la hinchazón y mejorar la circulación. La elevación debe ser por encima del nivel del corazón, tres o cuatro veces por día durante quince minutos.
- Utiliza un cojín de embarazada para mantener las piernas elevadas cuando duermes.
- No permanezcas parada o sentada por largos períodos. Cuando te pares o te sientes, flexiona y estira las piernas cada dos minutos para mantener la sangre circulando.
- Mantén las piernas humectadas.
- Evita aumentar excesivamente de peso (no es cierto que la embarazada deba comer por dos).
- Utiliza prendas sueltas y tacones bajos.
Otra consecuencia del aumento del tamaño del útero es la presión que ejerce sobre el tracto urinario, lo que provoca, no solamente ganas de orinar más frecuentes, sino también infecciones bacterianas. Si estas infecciones no se tratan, pueden desembocar en una infección de los riñones como bien lo explica esta cartilla de la Fundación Nemours.
Para prevenir las infecciones bacterianas bebe abundante líquido, mantén una correcta higiene vaginal, evita las prendas ajustadas y prefiere la ropa interior de algodón. Procura orinar antes y después de las relaciones sexuales.
Recomendaciones para la semana 21 de embarazo
Sería conveniente que comenzaras a pensar en el curso de preparación para el parto, informándote acerca de los lugares donde puedes tomarlo y lugares disponibles. Consulta con tu médico las dudas que tengas sobre este curso.
En nuestra experiencia, es muy necesario hacerlo ya que adquirirás algunas técnicas de relajación y respiración que serán muy útiles en el momento del parto. Toma en cuenta también la conveniencia de que tu pareja también asista a las clases. Ganará en tranquilidad y seguridad y podrá ayudarte mucho más cuando llegue el momento.
Tal vez te descubras hablándole a tu bebé… ¡No te preocupes! No sólo es perfectamente normal sino que además… ¡puede oírte! Si le hablas a menudo, seguramente reconocerá tu voz cuando nazca. Aprovecha todas las oportunidades, lee en voz alta, canta algunas canciones infantiles… ¡Te desafiamos a descubrir sus gustos musicales! Lo comprobarás si se muestra más activo ante determinados ritmos.
Otra cuestión que puede convertirse en tu pasatiempo favorito en estos días, es la elección del nombre. Probablemente ya sepas si vas a tener un niño o una niña, pero de todos modos puedes pensar en el nombre perfecto para tu bebé. ¿Necesitas ayuda? Lee algunos artículos sobre nombres de niño o niña, inspírate en tus filmes, novelas o lugares favoritos… ¡Hay muchísimas opciones!
Hablando del sexo del bebé, si ya lo sabes y todavía no lo comunicaste, seguramente tu familia y amigos estarán ansiosos por saberlo. ¿Qué te parece jugar un poco y dar algunas pistas en las redes sociales? Por ejemplo, podrías publicar una fotografía de tu panza con una cinta o una prenda de los clásicos colores celeste para niño o rosa para niña… ¡o ambos colores para despistar! Después de todo, hay muchas formas creativas para comunicar el sexo del bebé.
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