¿Qué hacer si tu hijo tiene una herida? Te ayudamos en este momento

Sufrir una herida es uno de los peligros a los que se exponen nuestros hijos en la identificación del mundo que los rodea o en el desarrollo de su espíritu aventurero y por supuesto explorar y vivir sus propias experiencias.

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Desde Canal Chupete repasamos como proceder ante esta situación que siempre crea alarma y preocupación en los padres, porque casi siempre se acompañan de sangramiento. Y pocas cosas asustan tanto como ver a nuestros hijos con sangre rutilante y si es en la cabeza, el mentón o la lengua pues aún nos asusta más porque son zonas donde el sangramiento es abundante.

Localización y tipos de heridas

La localización de las heridas que se producen en la infancia con mayor frecuencia son: frente, parte inferior del mentón, cabeza y rodillas. La severidad de las lesiones puede ir desde un rasguño a otras heridas de mayor consideración. El tipo y las características de la herida, determinarán la conducta a seguir, su aspecto orienta hacia como proceder en la atención a la misma.

Simples

Se localizan solo en la piel, no afectan otras estructuras. Solo se experimenta dolor local y poco sangramiento. Las heridas simples más comunes son las erosivas, causadas por la fricción o sea rozaduras al arrastrarse sobre el pavimento o la tierra.

Abiertas

En este tipo de herida hay separación de la piel. Acorde con la distancia entre los bordes será el proceder. Si están muy separados los bordes puede ser necesaria la sutura.

Cerradas

Este tipo de lesión se caracteriza por un hematoma en la zona afectada, son producidas como consecuencia de algún golpe. Cuando se producen es necesario descartar si está afectada la circulación o si compromete algún órgano.

Complicadas

Estas heridas son profundas y grandes, se caracterizan por hemorragia abundante y casi siempre se asocian a lesiones de músculos, vasos, nervios también pueden afectarse órganos internos.

Pasos a seguir para examinar y atender una herida en el hogar

La buena atención de una herida de la forma adecuada, influirá en su evolución y también evitará la aparición de complicaciones.

• Mantén la calma y propicia atenuar la impresión que la sangre pueda provocar en tu pequeño o la persona herida.
• Lávate las manos con agua y jabón antes de tocar la herida.
• Debes observar la herida y proceder de acuerdo a las características de la misma.
• Si hay hemorragia proceder de inmediato a tratar de detenerla. Observa las características de la sangre, si es oscura y sale por impulsos, lo más probable es que se deba a una lesión de una arteria.  Debe presionar con una gasa estéril o un panno de inmediato y trasladar al afectado a un centro de urgencias.
• Revisa si hay cuerpos extraños en la herida, pero nos los extraigas porque puede agravar el sangramiento. Deben ser extraídos en un centro de urgencias.

Cuando la herida es pequeña y sangra poco…

• Ante todo demostrar seguridad y restarle importancia a la herida y el sangramiento, tratar de calmarlo y atenderlo pero sin demostrar preocupación excesiva.
• En las heridas simples la mayoría por erosión, es conveniente realizar una limpieza con suero fisiológico estéril.
• Lavar la zona con agua abundante y algún jabón suave para limpiar la suciedad. Eliminar los restos de jabón.
• Secar con gasa estéril, no es conveniente el empleo del algodón porque puede dejar restos. Proceder desde la herdida hacia las áreas exteriores.
• Sobre la herida se puede aplicar alguna solución antiséptica con componentes como la povidona yodada o la clorhexidina al 2%. No se debe de emplear alcohol, pomadas o polvos.
• De acuerdo a la localización se puede colocar una banda adhesiva estéril.
• Es conveniente la revisión diaria de la curita para si está mojada cambiarla y emplear una nueva.
• Observar si la piel alrededor de la herida no se pone dura o rojiza porque estos pueden ser signos de infección.
• Cuando la herida comienza a cicatrizar se retira la banda y se deja al descubierto.

Cuando la herida sangra mucho y es producto de un corte grande o golpe fuerte…

• No se altere, ni se ponga nervioso, transmita calma y seguridad al afectado.
• La mayoría de las veces la hemorragia puede ser controlada sin grandes complicaciones.
• Lave con abundante agua y cubra con una gasa estéril o un pañuelo limpio.
• Comprima la herida de forma continua con los dedos por al menos 5 minutos.
• No quites la gasa de la zona afectada si se empapa coloca otras sobre la anterior.
• Si fuera posible levanta la parte afectada por encima del nivel del corazón.
• No retires objetos extraños porque puede ser que al extraerlos provoques más sangrado.
• Ante dolor marcado administra paracetamol o ibuprofeno nunca aspirina.
• Traslade al afectado al Servicio de Urgencia.

¿Cuándo la herida de tu hijo, necesita asistencia médica?

La gran mayoría de las heridas, pueden tratarse en el hogar, pero hay ocasiones que requieren asistencia médica. Entre estos casos se encuentran:

• Cuando la herida no deja de sangrar después de hacer presión sobre la misma por al menos 10 minutos.
• Si la herida es grande y afecta músculos, huesos o tendones.
• Si hay objetos en su interior como vidrios, objetos cortantes, tierra o cuando no se puede limpiar adecuadamente.
• Cuando la herida es grande y profunda lo mejor es asistir a un cuerpo de urgencias porque podría requerir puntos de sutura.
• Si la herida está localizada en la cara, cuello, articulaciones, tórax, abdomen, espalda o genitales lo mejor es asistir a urgencias.
• Las heridas causadas por mordeduras o quemaduras deben ser atendidas por especialistas.
• Cuando la herida conduce al desprendimiento de una parte del cuerpo, la parte desprendidas se debe conservar en una bolsa o recipiente con hielo. Lo más común es la falange de algún dedo.
• Si el infante herido comienza a perder la conciencia y se pone frio o pálido.

Ante estos signos de gravedad de la herida no dudes en acudir a un servicio especializado. Alli el especialista evaluara el proceder mas recomendado, podría que solo fuera necesario un afrontamiento de los bordes con algún pegamento especial. En otros sería necesario emplear puntos de sutura y cuando se trata de zonas más profundas afectadas podría ser necesaria una intervención quirúrgica más compleja. Siempre el objetivo será lograr la mejor cicatrización posible para evitar las cicatrices.

¿Cuáles pueden ser las complicaciones de una herida?

Aunque las heridas son muy alarmantes muy raramente sufren complicaciones en niños que no padecen ninguna enfermedad de base. Hoy se dispone de excelentes y eficientes materiales de curaciones que ayudan a la cicatrización de las heridas.

Los problemas fundamentes que se pueden asociar con los cortes son las hemorragias y las infecciones.

Cuando se trata de heridas sobre vasos sanguíneos importantes que provoquen un gran sangramiento la hemorragia puede conducir a un shock con pérdida del conocimiento. Es por eso que se debe tratar de frenar el sangramiento de inmediato.

La infección en la zona de la herida en los dias posterioes es una complicación. Se manifiesta por fiebre y dolor en la zona alrededor de la herida. Puede retrasar la cicatrización. Las infecciones severas pueden generar otras complicaciones.

Previniendo las heridas en el hogar

Como siempre enfatizamos que la mejor cura es la prevención, por eso es muy conveniente que revises y crees las condiciones en el hogar para evitar las heridas. Aquí algunas sugerencias:

• Protege las esquinas de mesas escritorios, bordes de chimenea y otros con esquineros de goma para evitar las heridas con estas esquinas.
• No permitas que tu hijo juegue con objetos afilados o cuchillos para evitar heridas innecesarias.
• Se cuidadoso al abrir una lata de conservas evitando que estee al alcance del pequeño.
• Ser cuidadosos con mesas de cristal o ventanales de cristal transparente con las que puedan chocar.
• Las tijeras tanto para el corte de uñas o trabajos manuales deben tener bordes redondeados.
• Los alrededores de la piscina pueden propiciar las caídas y los resbalones de los pequeños.
• Estar atentos a la manipulación de objetos de cristal como vasos y botellas, evitar que bajen escaleras y corran con ellos en la mano.

Recuerda que siempre debes evitar el peligro y tratar de detectar cualquier amenaza al bienestar de tu hijo.