Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal: una discapacidad prevenible

En un artículo anterior de Canal Chupete enfatizamos en la importancia de eliminar el consumo de alcohol desde que haces planes para salir embarazada. El alcohol produce en el feto severos daños que no son reversibles, lo afecta de por vida a esto se le conoce como “Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal” y ese será el tema de este post.

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¿Qué son los Trastornos del espectro alcohólico fetal?

Bajo la denominación de Trastornos del Espectro de Alcohol Fetal (TEAF), Fetal Alcohol Spectrum Disorders (FASD). Este síndrome fue descrito en 1968 por primera vez por el francés Paul Lemoine y sus colegas, 5 años después en un artículo de Ken Jones y David Smith en la revista The Lancet se describieron los signos morfológicos y criterios para realizar el diagnóstico. O sea es un síndrome que se incorpora a los anales de la medicina en etapa reciente.

Los TEAF agrupan un numeroso grupo de problemas de retraso en el crecimiento y desarrollo físico, anomalías faciales, disfunciones cerebrales, intelectuales y de conducta asociados al efecto del alcohol sobre el feto durante su vida dentro del útero. Entre ellos se engloba el Síndrome Alcohólico Fetal,

Han sido identificados más de 400 afecciones que pueden aparecen en personas con TEAF.

Las afecciones antes descritas se pueden evidenciar en la inteligencia, en las funciones ejecutivas, en el movimiento, el desarrollo del lenguaje, el aprendizaje y la memoria, el desempeño escolar, las funciones adaptativas y las alteraciones sicopatológicas. Se estima que beber durante el embarazo repercute en un 90% sobre el sistema nervioso central del bebé.

Se consideran que los Trastornos del Espectro de Alcohol Fetal (TEAF) es la principal causa de discapacidad, que puede ser prevenida completamente, si la madre y el padre asumen una conducta responsable ante la maternidad y la paternidad.

¿Por qué se producen los Trastornos del Espectro de Alcohol Fetal?

El alcohol consumido llega directamente al feto porque atraviesa el torrente sanguíneo y ejerce sobre el embrión o feto su efecto tóxico. Los trabajos indican que durante todo el embarazo afecta el sistema nervioso central y permanecen durante toda la vida, por su parte las anomalías faciales se asocian con su ingestión en el primer trimestre.

El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, y puede afectar al feto en desarrollo a través de numerosos mecanismos. Aunque parece afectar difusamente todo el cerebro, cierta vulnerabilidad selectiva en distintas células podría explicar su efecto sobre el embrión o feto en desarrollo.

El alcohol afecta directamente el desarrollo cerebral porque altera la  proliferación y la migración de las neuronas y también causa muerte de las células. Reduce el flujo de sangre por la arteria umbilical, afecta diversos mecanismos bioquímicos, altera los niveles hormonales, la síntesis de proteínas, los factores de crecimiento y aumenta el estrés oxidativo.

La resonancia magnética nuclear efectuada en niños que fueron expuestos durante su desarrollo intrauterino al consumo de alcohol muestra alteraciones.

El efecto del alcohol sobre el feto está relacionado con el nivel de consumo de alcohol, la frecuencia, la duración,  la susceptibilidad individual de la madre y el feto y la etapa del embarazo en que el embrión o feto fue expuesto. Se considera que hay factores de riesgos genéticos, nutricionales y asociados a otros hábitos poco saludables que pueden potenciar la propia severidad del efecto tóxico del alcohol.

En las etapas iniciales del embarazo cuando la mujer aún no conoce que está embarazada, el consumo de alcohol puede dar origen a abortos espontáneos o serias malformaciones físicas. Durante el primer trimestre el efecto del alcohol se manifiesta por un incremento en los defectos físicos o morfológicos. Cuando el consumo se produce durante el segundo y tercer trimestre del embarazo el efecto se manifiesta sobre el crecimiento, trastornos sensoriales, funcionales y de retraso mental.

¿Cuándo sospechar la presencia de Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal?

Como  previamente hicimos referencia bajo este síndrome se agrupan muy diversas y variadas afecciones por lo que en numerosas ocasiones la sospecha de la presencia de las mismas se relaciona con la historia de consumo de alcohol de la embarazada. El diagnostico además se dificulta porque hay una tendencia a ocultar el verdadero consumo de esta sustancia.

Se puede sospechar la presencia de Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal, cuando hay alguna de las siguientes evidencias:

• Fetos pequeños  y por debajo del peso al nacer y posteriormente crecimiento y desarrollo más lento.
• Afecciones en sus rasgos y faciales, como ojos pequeños y rasgados, cabeza y maxilar superior pequeños, oídos deformes, párpados caidos y nariz plana y corta.
• Malformaciones en el corazón, los riñones, el tubo digestivo o las extremidades.
• Mala coordinación y disminución del tono muscular.
• Retraso mental desde moderado hasta severo.
• Deficiencias visuales como miopía.
• Nerviosismo extremo e hiperactividad.
• Aparición de problemas de lenguaje, de concentración y de atención.
• Alteraciones neuroconductuales.

Categorías de los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal

Se aceptan que existen cuatro categorías de los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal. Ellas son:

1. Síndrome alcohol fetal

Cuando aparecen alteraciones en las 4 áreas fundamentales: dismorfia facial, retraso de crecimiento prenatal y/o posnatal,alteraciones en el sistema nervioso central y neuroconductuales. Puede acompañarse o no de los antecedentes de ingestión alcohólica por parte de la madre.

2. SAF parcial

Cuando hay evidencias de la exposición fetal al consumo materno de alcohol y debe estar presente la dismorfia y las anomalías neuroconductuales. Si no está confirmado el consumo prenatal de alcohol debe además haber alteración del sistema del nervioso central o del crecimiento.

3. Alteraciones neuroconductuales relacionada con el alcohol

Debe estar confirmada la exposición y las anomalías neuroconductuales, pudiendo estar presente o no el deterioro cognitivo. El diagnóstico para que sea definitivo es necesario efectuarlo en niños mayores de 3 años.

4. Defectos congénitos relacionados con el alcohol

Se considera de esta manera cuando hay evidencias de exposición prenatal y una o más de defectos congénitos mayores.

Pruebas y exámenes para comprobar la presencia de Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal

De acuerdo al momento del ciclo vital donde se vaya a efectuar el diagnóstico dependerán los exámenes que deben ser realizados. Lo primero siempre será la historia detallada de la madre y sus hábitos de consumo de alcohol. En numerosas ocasiones la madre niega completamente o parcialmente la ingestión de alcohol.

Por lo general se realizarán  exámenes de imágenes como resonancia y tomografía cerebral, ecocardiografía y ecografía abdominal. En la madre se indicarán los análisis para la detección del nivel de alcohol en sangre y de  drogas. De acuerdo a los síntomas serán los análisis complementarios requeridos. Pueden también ser necesarios biomarcadores genéticos y epigenéticos, así como otros de acuerdo al caso y la sospecha.

Al final lo más probable es que el niño tenga que ser analizado por varias disciplinas médicas y que requiera la evaluación nutricional, neurológica y psicológica. Cada caso requiere de un programa de intervenciones individuales acorde con las necesidades y potencialidades de cada uno. En caso de que la madre desee tener más hijos debe también educarse y advertirla sobre los peligros de su adicción en sus futuros embarazos.

Un examen del bebé puede mostrar un soplo cardíaco u otros problemas del corazón. Una anomalía común es una cavidad en la pared que separa el ventrículo izquierdo y derecho del corazón.

Manejo de los niños con Trastornos del Espectro Alcohólico

Como enfatizamos en los acápites anteriores los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal pueden ser 100% prevenibles básicamente a través de no ingerir ninguna cantidad de alcohol durante el embarazo.

Si la adicción al alcohol es detectada durante el embarazo, la embarazada debe conocer con detalles las consecuencias de su conducta sobre su bebé en desarrollo. El control y seguimiento de su embarazo ayudará a detectar algunos de los múltiples problemas que podría presentar.

Una vez que se ha producido el parto los niños afectados pueden presentar  problemas diferentes, algunos de ellos muy difíciles de manejar. Es muy importante poder hacer un diagnóstico, tratamiento y seguimiento de cada niño expuesto al alcohol durante su vida intrauterina. El área neurológica requiere una evaluación muy precisa para detectar precozmente su grado de afectación y comenzar los programas de rehabilitación adecuados para cada caso y así atenuar las discapacidades.

Se estima que cuando el diagnóstico se efectúa antes de los 6 años y se establece un programa individual el pronóstico puede ser más favorable. Este programa debe contemplar la educación especial individualizada e integradora, entrenamiento a padres y cuidadores en manejo conductual y de situaciones especiales, terapia especializada,  buen ambiente en el hogar, necesidades básicas cubiertas y ausencia de violencia.

El diagnóstico adecuado también permitirá adecuar los programas escolares a las posibilidades reales de cada niño, así las estrategias educativas y conductuales serán un traje a la medida para cada uno, recordando que las afecciones provocadas por el consumo de alcohol son permanentes. El mejor pronóstico es cuando el diagnóstico es temprano y se diseña un plan individual.

Evitar la exposición fetal al alcohol es un arma 100% efectiva para prevenir los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal y depende de ti.

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