¿Qué hacer frente a los terrores nocturnos de tu hijo?

Entre los trastornos del sueño más comunes en ciertas etapas de los niños y adolescentes se encuentran los terrores nocturnos. Si estos son frecuentes en situaciones normales, se imaginarán lo que está sucediendo en estos tiempos de la pandemia de COVID-19, donde el estrés, la ansiedad, la nueva normalidad y la incertidumbre le imponen nuevos retos y estilos de vida  a la familia y por supuesto impacta también a los pequeños.

Comprender y saber cómo ayudar a tu hijo ante los terrores nocturnos te ayudará a ti también a enfrentarte a esos minutos que parecen interminables

Te invito a leer: Sueño y desarrollo infantil, ¿cómo se relacionan?

¿Cómo se manifiestan los terrores nocturnos?

Debes sospechar que tu hijo padece de terrores nocturnos o miedos del sueño, cuando presenta episodios repetidos de miedo muy intenso, acompañado de gritos, temblores y agitación del cuerpo. Puede manifestar estas crisis ocasionalmente cuando durante el sueño nocturno repentinamente:

  • Se sienta de forma brusca en su cama.
  • Mueve sus piernas, brazos y hasta todo el cuerpo.
  • Grita con angustia y temor.
  • Su frecuencia cardiaca y respiratoria se eleva.
  • Se ve muy alterado y sudoroso.
  • Tiene los ojos muy abiertos y su mirada permanece fija. Puede tener las pupilas dilatadas.
  • Puede pegar, patear y salir corriendo o tener una conducta agresiva.
  • Permanece dormido y es difícil de despertar.
  • No responde al consuelo, es muy difícil de calmar.
  • Al día siguiente no recuerda nada o tiene muy pocos recuerdos.

Los terrores nocturnos es una experiencia no deseada durante el sueño (parasomnia). Son más frecuentes cuando hay antecedentes familiares de su presencia. Se estima que afecta entre el 3 % al 6 % de los niños y la mayoría de las veces desaparecen antes de arribar a la adolescencia.

Una de las manifestaciones de los terrores nocturnos es el llanto inconsolable, y al otro día no se acuerda de nada

Diferencias entre las pesadillas y los terrores nocturnos

Los terrores nocturnos son diferentes a las pesadillas, son mucho más severos y dramáticos. El niño sigue durmiendo y al día siguiente no recuerda lo que le sucedió.

Los terrores nocturnos no suelen ocurrir durante las siestas. Por las noches ocurren durante el primer tercio del sueño. Son más frecuentes entre los 4 y 12 años y tienden a desaparecer en la medida que el niño crece y madura el sistema nervioso.

¿Por qué se producen los terrores nocturnos en los niños?

Los terrores nocturnos están relacionados con una excitación en demasía del Sistema Nervioso Central durante el sueño. Ocurren en la transición de una etapa del sueño a otra. Aproximadamente el 80 % de los niños que los padecen tienen antecedentes de tener algún familiar que lo presentó o era sonámbulo.

Los terrores nocturnos son más frecuentes en niños que presentan algunas de las siguientes situaciones:

  • Muy cansados o estresados.
  • No duermen las horas necesarias acorde con su edad.
  • Consumo excesivo de cafeína.
  • Fiebre elevada.
  • Estrés y ansiedad.
  • Puede ser ocasionada por algunos medicamentos.
  • Afecciones médicas como apnea obstructiva del sueño o el síndrome de piernas inquietas.
  • Cuando cambian de ambiente o están fuera del hogar.

¿Repercute en la salud de tu hijo los terrores nocturnos que padece?

Los terrores nocturnos, pueden conducir a alteraciones en el sueño y como el niño no descansa los suficiente puede ocasionar somnolencia por el día y afectar el desempeño escolar.

El niño puede sentir pena sobre su comportamiento y en ocasiones puede sentir temor a compartir con amigos durante la noche y de cierta forma afectar sus relaciones sociales. Cuando los terrores nocturnos son muy severos puede llegar a lesionarse el mismo o a las personas cercanas.

¿Cómo actuar ante los terrores nocturnos?

Cuando tu hijo se despierta sobresaltado, con gritos y muy agitado lo más probable es que reclame la ayuda de los padres:

  • Debes permanecer a su lado mientras se mantenga el episodio para evitar que se lesione, acércate suavemente.
  • No los despiertes porque no reaccionará ante tu reclamo.
  • Obsérvalo pacientemente y no intervengas, el episodio pasará en unos minutos.
  • Cuando se le pase lo más probable es que solo se duerma tranquilamente sin recodar lo sucedido, pero si está irritable acarícialo y consuélalo hasta que se duerma.
Cuando se presentan los terrores nocturnos debes acudir a acompañar a tu hijo, porque puede autolesionarse

Cuando se trata de pesadillas y no de terrores nocturnos lo más conveniente es tratarlo de despertar muy suavemente, cerciorarte de que no existe peligro alguno en su entorno y acariciarlo hasta que logre conciliar el sueño nuevamente.

¿Hay tratamiento para los terrores nocturnos?

No existe un tratamiento específico para los terrores nocturnos, las opciones de tratamiento se relacionan con las causas asociadas a su presentación. Entre ellas se encuentran:

Reducir el estrés, el mejor aliado contra los terrores nocturnos

La creación de rutinas diarias con horas fijas para dormir, con actividades relajantes y agradables antes de acostarse son hábitos saludables que pueden contribuir a crear un ambiente disipado. No es recomendable el uso de equipos electrónicos previo el descanso, ni el empleo de teléfonos celulares. Acorde con la edad del niño y la severidad de los terrores nocturnos pudiera ser necesario el empleo de diferentes terapias de relajación  para el tratamiento del estrés.

Dormir las horas requeridas

Según las recomendaciones de la Academia Americana del Sueño, el niño debe de dormir  durante su primer año de 12 a 16 horas diarias en total incluyendo las siestas, desde los 1 a 2 años de 11 a 14 horas, de 3 a 5 años entre 10 a 13 horas.  Entre 9 y 12 horas desde los 6 hasta los 12 años y posteriormente entre 8 y 10 horas diarias. Asegurarse de que tu hijo tenga el descanso requerido ayudará a reducir los terrores nocturnos.

El sueño es básico para el desarrollo infantil, propiciar las horas de descanso reparador necesarias acordes con la edad del niño ayudará a prevenir los terrores nocturnos

Evitar el cansancio extremo para desterrar los terrores nocturnos

Una de las causas que puede estar asociada a la presentación de los terrores nocturnos es el cansancio extremo de ahí que el mismo se debe evitar. Tampoco es conveniente que se quede despierto hasta muy tarde.

Investigar problemas de salud asociados a la calidad del sueño

Diferentes afecciones como la apnea obstructiva del sueño y algunos problemas mentales pueden conducir a la presentación de los trastornos nocturnos, es por ello que siempre es conveniente descartarlas.

Uso de medicamentos

Por lo general los medicamentos antidepresivos u otros no son empleados para tratar estas afecciones en los niños. En casos muy poco frecuentes con comportamientos muy agresivos pudieran ser una opción.

Otras prácticas que ayudan

Si los terrores nocturnos se presentan a la misma hora todas las noches, algunos expertos recomiendan despertar al niño 15 minutos antes para ver si ayuda a evitarlos.

¿Cuándo debes de consultar a un médico si tu hijo padece de terrores nocturnos?

Los terrores nocturnos ocasionales no deben preocuparte, pero si estos episodios son muy frecuentes y llegan a alterar las horas de sueño necesarias acorde con cada edad pues es conveniente consultarlo con el pediatra. 

Debes de consultar con su médico, si los terrores nocturnos aumentan su frecuencia de aparición, si se convierte en un patrón y provoca afectaciones en su comportamiento, en sus relaciones sociales o en su desempeño escolar.

Si los episodios se manifiestan de forma muy severa y atentan contra la seguridad del pequeño o se mantienen después de la adolescencia pudiera ser necesaria una consulta especializada.

Entre los trastornos del sueño más comunes en ciertas etapas de los niños y adolescentes se encuentran los terrores nocturnos, sus causas pueden ser muy diversas

Y recuerda…

Comprender y saber cómo ayudar a tu hijo ante los terrores nocturnos te ayudará a ti también a enfrentarte a esos minutos que parecen interminables y a no preocuparte en demasía por algo que el superará por sí mismo en el transcurso de algunos años. Así podrás aliviar tus propias preocupaciones y ayudarlo a dormir mejor. Pero si los terrores nocturnos son reiterados o empeoran, habla con su médico para saber si es necesario acudir a un especialista

Para conocer más sobre el tema te recomiendo la lectura de: ¿Qué hacer ante los miedos infantiles más frecuentes?