La semana 18 de embarazo se ubica, en una línea de tiempo imaginaria que fuera desde el inicio hasta el final del embarazo… ¡casi en la mitad! El feto ha cambiado mucho y ya se parece bastante al bebé que será cuando nazca; además, dentro de poco se podrá saber con bastante certeza si es niño o niña. Mientras tanto tú no debes descuidar tu alimentación, incorporando suficiente calcio. Puedes encontrar más información sobre el embarazo semana a semana con el calendario de embarazo de la Fundación Nemours.
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Semana 18 de embarazo: cambios en el feto
En la semana 18 de embarazo, el feto mide 14 a 18 cm. de largo y pesa alrededor de 160 – 200 gr.
Se están produciendo grandes cambios; por ejemplo las orejas ya llegaron a su posición definitiva y pronto comenzará a funcionar su sistema auditivo: podrá escuchar los latidos de tu corazón y hasta sonidos fuertes que lleguen a través del líquido amniótico. También se están formando sus ojos; en esta semana mira hacia adelante y las retinas pueden detectar la luz.
Los huesos del feto, que hasta esta semana eran cartilaginosos, ahora comenzarán a endurecerse. Los primeros huesos en endurecerse son las clavículas y los huesos de las piernas.
El sistema nervioso comienza a recubrirse de mielina, una sustancia vital para el correcto desarrollo y funcionamiento después del nacimiento. Los genitales comienzan a formarse; si el feto es femenino, la semana 18 del embarazo es clave para la formación de los ovocitos en sus ovarios. Si es masculino, los genitales podrían ser visibles alrededor de la semana 20 del embarazo con la realización de los estudios correspondientes.
Mientras tanto, el feto se siente muy cómodo en la panza materna. La gran novedad de esta semana es que… ¡comienzas a sentir sus pataditas! En realidad, el feto agita sus brazos y piernas y ya tiene realiza movimientos de rotación ya que tiene lugar para moverse, dar patadas, rodar y voltear. Además, se posible que se agarre del cordón umbilical y juegue con éste.
Estudios de la semana 18 de embarazo
Entre las semanas 18 y 20 de embarazo, el médico te indicará la realización de la segunda ecografía. Esta ecografía sirve para observar el feto, ver que todos sus órganos sean normales y que la placenta es saludable, determinar la edad gestacional y descubrir malformaciones.
La ecografía a veces permite descubrir el sexo del feto. Sin embargo, si prefieres no saber si es niño o niña y sorprenderte en el momento del nacimiento, no olvides decírselo al ecografista, para que no diga nada cuando realiza la ecografía. Al final del estudio seguramente te dejará ver la ecografía: pregunta todo lo que desees y no dejes de pedir una copia para ir armando el álbum de tu futuro hijo.
Si consigues saber el sexo del feto seguramente sentirás la tentación de comenzar a pensar nombres de niño o niña… Si aún no se puede determinar, entonces te recomendamos realizar una lista de los nombres que más te gusten para cualquiera de los dos casos.
Si es necesario que te apliquen alguna vacuna, el segundo trimestre es el momento indicado. Pero debes tener en cuenta que durante el embarazo sólo pueden aplicarse algunas vacunas y únicamente si son muy necesarias y está demostrado que no causarán ningún perjuicio al feto.
Cambios en tu cuerpo en la semana 18 de embarazo
A la semana 18 de embarazo debes haber aumentado unos 4 Kg. de peso. A medida que llegas a la mitad del embarazo puedes sentir algunos malestares y dolores que aceptas como síntomas del embarazo, pero si no te sientes bien y los dolores persisten, no dejes de consultarlo con tu médico.
Tu organismo está muy ocupado protegiendo y alimentando a tu futuro hijo. La formación de los huesos requiere toneladas de calcio; si la placenta no proporciona suficiente calcio, el feto comenzará a tomarlo de tu propio organismo, debilitando tus huesos y dientes.
Recuerda que una alimentación rica en calcio incluye alimentos que ayuden a absorción del mineral, ya que si se combinan de manera inadecuada el calcio no se fijará adecuadamente. Por ejemplo, deben evitarse los alimentos ricos en oxalatos aunque también contengan mucho calcio, como las acelgas o las espinacas. En cambio debes preferir frutas frescas, lácteos y derivados, cereales, aceites vegetales, huevos y carnes entre otros.
La experiencia de sentir los movimientos del feto es muy movilizadora. Al mismo tiempo de llenarte de emoción y compartir lo que sientes con tu pareja y tus otros hijos si los tienes, te ayudará a sentirte más tranquila y olvidar temores anteriores. Aprovecha que todo va bien para fortalecer tus vínculos con tu pareja y retomar tu vida sexual.
Otros cambios que puedes notar:
- En las mamas: oscurecimiento y mayor sensibilidad en los pezones, secreción de calostro.
- En el abdomen: aparición de la línea negra,
- En la vagina: aumento de flujo por la secreción hormonal.
- En la piel: cambios notables, como aparición de manchas en el rostro.
Cuidados en la semana 18 de embarazo
Como ya lo comentamos para otras semanas del segundo trimestre, debes prestar atención a los cambios que se producen en tu cuerpo para consultar con tu médico ante cualquier duda.
Evita los productos de higiene personal que contengan perfumes o sustancias químicas y prefiere la ropa suelta de algodón. También debes descansar lo suficiente; si sientes pesadez o dolor en las piernas, acuéstate con los pies elevados a la altura del corazón. Recuerda que pueden presentarse calambres en las piernas debido a la disminución de calcio.
Si tienes que realizar un viaje en avión, procura hacerlo en esta época. Cuando finalice el segundo trimestre será más difícil y algunas compañías no permiten pasajeras embarazadas después del sexto mes de embarazo.
Toma en cuenta estas recomendaciones de viaje:
- Viaja con ropa cómoda, calzado cómodo y medias que no ajusten.
- Coloca el cinturón de seguridad por debajo de la pelvis.
- Lleva en tu equipaje de cabina todo lo que creas que puedes necesitar (aunque haya algo de más).
- Si el viaje es muy largo levántate y camina por el pasillo unos minutos por cada hora de viaje.
- No te preocupes por la comida, es preferible volar con el estómago poco cargado.
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