Estás en la semana 35 de embarazo y en pocas semanas más… ¡podrás conocer a tu hijo! ¿Estás preparada para el gran día? En esta nota repasaremos todos los detalles de tu embarazo esta semana y cómo debes prepararte para el parto, ya que a partir de la semana 37 el embarazo se considera a término temprano.
Averigua qué ocurrirá: Semana 37
Semana 35 de embarazo: cambios en el feto
En la semana 35 de embarazo el feto mide unos 50 cm. y pesa alrededor de 2,4 Kg. Sin embargo a partir de ahora comenzará a aumentar de peso rápidamente, ganando hasta 340 gr. por semana. Ya está casi completamente formado y una ecografía esta semana lo mostraría muy parecido a un bebé recién nacido. Sus riñones ya están desarrollados y el hígado comienza a procesar los desechos.
No tiene mucho lugar para moverse, de manera que el patrón de movimientos es un poco diferente al que tenía anteriormente. Los movimientos fetales disminuyen, pero pueden ser más bruscos.
Si aún no lo has hecho, es importante que comiences a contar los movimientos fetales. Según el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos se debe calcular cuánto tarda en realizar 10 movimientos. Lo ideal es que sientas los 10 movimientos en 2 horas. Si la cuenta no ha llegado a 10 movimientos fetales al cabo de la segunda hora vuelve a intentarlo más tarde. Si te parece que se mueve poco, consulta con tu médico, y también si el recuento de movimientos disminuye significativamente.
Practicará muchos movimientos de succión y comenzará a descender hacia la pelvis.
Continúa acumulando grasa; en este momento cerca del 15% de su cuerpo es grasa, pero cuando nazca tendrá cerca del 30%. Toda esta grasa le servirá para regular la temperatura cuando se encuentre fuera de tu panza.
Semana 35 de embarazo: cambios en tu cuerpo
¿Sabías que sólo el 5% de los bebés nacen en la fecha probable de parto calculada por el médico? En base a este dato, es muy probable que ante cada contracción o síntoma te preguntes si son signos de trabajo de parto. En realidad, si el parto se produjera en esta semana sería considerado prematuro, pero sólo tu médico podrá decirte si existe ese riesgo en tu caso.
En esta semana el feto debería estar colocado en la posición óptima para el nacimiento, es decir, cabeza abajo. Si aún no lo ha hecho, consulta con tu médico, pero todavía tiene tiempo para girar.
Sin embargo, muchas futuras mamás, en especial primerizas, y probablemente llevadas por la ansiedad, practican algunos trucos interesantes para animar al feto a darse vuelta. Por ejemplo pasar tiempo en cuatro patas moviendo las caderas, o rebotando suavemente en una pelota de parto.
Un síntoma de la semana 35 de embarazo son las dificultades para respirar, ya que el útero se encuentra ahora justo debajo de tu caja torácica. Cuando el feto se acomode cabeza abajo en tu pelvis aliviará esta presión pero… ¡aumentará la presión sobre la vejiga! En consecuencia probablemente tendrás que hacer más viajes al baño.
En cuanto a la atención médica, probablemente desde esta semana tu médico quiera verte una vez por semana hasta el momento del parto.
Semana 35 de embarazo: estudios de esta semana
Entre esta semana y la semana 37 tu médico indicará una prueba para detectar la presencia de bacterias en el canal de parto, que podrían transmitirse al bebé en el momento del nacimiento. Específicamente, se intenta detectar la presencia de la bacteria GBS, tomando muestras de la superficie de la piel vaginal y del ano.
Esta bacteria vive en la vagina e intestino de muchas mujeres sin causar ningún daño, pero su presencia en el momento del parto puede causar daños al bebé. Entre el 10 y el 30% de las mujeres tienen estas bacterias. Si es tu caso, probablemente te suministrarán antibióticos en forma endovenosa durante el trabajo de parto para evitar el contagio del feto.
Semana 35 de embarazo: nuestros consejos
¡En pocas semanas serás mamá! Te aconsejamos tomar las cosas con calma y prepararte para que los primeros días en casa con el bebé sean una fuente constante de alegría y amor y no haya nada de qué preocuparse.
Para comenzar es importante tener lista la bolsa para la maternidad. Ya hemos hablado de los imprescindibles de la bolsa de maternidad.
Las mujeres de algunas comunidades acostumbran visitar a la parturienta llevándole toneladas de comida, pero esto no se da en todas partes. Si no tienes la suerte de pertenecer a una de esas comunidades, te recomendamos revisar tus alacenas y refrigerador y guardar todos los alimentos que sea posible, y también preparar y congelar una buena cantidad de porciones de alimentos.
Todo será más fácil si lo único que hay que hacer es abrir unas latas o descongelar unos muslos de pollo.
No estará de más repasar los planes del gran día (cómo llegarás hasta la maternidad, quién te acompañará en el momento del parto, quién se ocupará de los otros niños o las mascotas si los hay) y por supuesto dejar a la vista todos los teléfonos importantes.
Dediquemos unos párrafos a la pareja de mamá, ya que a partir de esta semana el centro de la atención se desplazará casi exclusivamente a ella. Procura involucrarte lo más posible en el nacimiento, pero sin pretender convertirte en el protagonista pues en realidad, el único y gran protagonista del día será… ¡el recién nacido!
Prepárate tú también para ser ese día un apoyo para la madre y también informáte si podrás grabar el nacimiento o cuál será tu papel en la sala de partos.
Mientras tanto les sugerimos estos ejercicios relajantes:
- Danza lenta: Tú: coloca tus brazos alrededor del cuello o cintura de tu pareja y balancéate como si estuvieses bailando lentamente. Él: aprovecha para dar masajes en la espalda de la futura mamá.
- Pausa: Él: sentado en una silla estable con las piernas abiertas, masajeará tu cuello y hombros. Tú: en cuclillas entre sus piernas, apoyando los codos en sus muslos para lograr apoyo y estabilidad.
- Balanceo: mécete suavemente sentada en una silla, al borde de la cama o sobre una pelota de parto.
- Balanceo sobre manos y rodillas: apóyate sobre tus manos y rodillas en una estera de yoga o en el suelo y balancéate de adelante hacia atrás.
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