Debido al aumento de peso y el cambio en el centro de gravedad de las embarazadas por el peso adicional del feto, muchas gestantes manifiestan ciática en el embarazo durante la segunda mitad del proceso de gestación. Este dolor es provocado por la adopción de posturas incorrectas o extrañas al cuerpo, y es muy frecuente en esta etapa.
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Comienza en la parte baja de la espalda y llega hasta la mitad de uno de los glúteos, pero si la afectación es severa el dolor puede irradiarse. Afectando toda la extensión de la pierna y llegar hasta la corva tras la rodilla e incluso hasta el talón o el pie. En ocasiones son tan fuertes que pueden llegar a comprometer la movilidad de la extremidad, o aparecer de forma súbita y propiciar caídas u otros accidentes.
¿Por qué se llama ciática?
Precisamente, esa región dolorosa se corresponde al trayecto del nervio ciático (también llamado nervio isquiático), que parte de 5 raíces nerviosas en la columna vertebral en la zona lumbar. Se le considera el nervio más voluminoso y largo del organismo, recogiendo la sensibilidad y transmitiendo las órdenes de movimiento en la cara posterior del muslo y toda la pierna.
De esta forma, se denomina ciática, neuritis ciática, ciatalgia o lumbociática al dolor a lo largo del recorrido de este nervio, que se advierte sobre todo en la pierna que más se utiliza. El nervio pasa por la región de la pelvis, que debido al embarazo y las malas posturas puede sufrir pinzamientos y contracturas en cualquiera de las 5 raíces nerviosas que le dan origen.
Este proceso es el que genera los dolores, que pueden ser entre ligeros a muy fuertes. También causa debilidad, entumecimiento o sensación de hormigueo en una pierna.
Ciática y embarazo
Durante la segunda mitad del embarazo el peso y tamaño del útero aumentan, por lo que la gestante tiende a empujar la pelvis hacia adelante para compensar el equilibrio. Con ello, su columna queda en una postura inusual, causando pinzamientos de los nervios.
Otros factores que propician la aparición de estos dolores son la distensión de los músculos abdominales y debido al efecto que ejercen algunas hormonas en particular la progesterona. Esta hormona facilita la relajación de algunos ligamentos del organismo. Entre las articulaciones sobre las que se manifiesta su efecto se encuentran la pelvis y la cadera para asi facilitar el propio trabajo de parto. Pero esto a su vez determina que las posibilidades de que se comprima el ciático aumenten.
Estos cambios no son para nada banales: el útero puede aumentar hasta 20 veces su tamaño en la medida que el feto se desarrolla. Esta situación se agrava si no es el primer embarazo, o si existe un defecto en la columna de base como la escoliosis o las hernias discales. También es más frecuente en las mujeres gestantes jóvenes, cuando hay trastornos del sueño o aquellas que sufren de depresión.
En cuanto a la evolución, depende mucho de la gestante que la padezca. En la mayoría de los casos se manifiesta como un dolor leve que puede soportarse. El mismo se intensifica con acciones como pararse o sentarse, durante la noche, al realizar un movimiento brusco como reír, toser, o luego de una caminata relativamente larga.
Alrededor del 50% de las embarazadas padecen dolor lumbar en forma de ciática, por lo que no se puede decir que sea inusual. Nótese que este padecimiento puede ser padecido por cualquier persona aunque no esté embarazada, pero es más frecuente en las gestantes.
Evitando la ciática en el embarazo
Los ejercicios que fortalecen la parte baja de la espalda y la pelvis son muy recomendables. Entre ellos, los mejores son la natación, el yoga o el stretching. Estos contribuyen además a evitar y aliviar el dolor de las piernas que aparece en el embarazo.
También la gestante puede incidir en su postura, evitando el uso de sillones, estar mucho tiempo sentada o utilizar taburetes. No debe tampoco cruzar las piernas en la posición de sentada.
En las noches la gestante debe dormir sobre un colchón lo suficientemente rígido. También ayuda una almohada colocada entre las piernas si se duerme de lado, o bajo ellas si duermes boca arriba.
El calzado es otro factor que influye en la aparición de la ciática. Se recomienda una altura de tacón medio entre 3 a 5 centímetros, ni muy alto ni plano. Las zapatillas deportivas son el ejemplo de calzado adecuado, pues tienen una altura que se adapta a la posición fisiológica de la espalda.
Otro factor que desencadena estos molestos dolores es el sobrepeso. No subir lo suficiente puede ser malo para la salud fetal y de la madre. Ganar demasiado peso trae aparejado también problemas en el embarazo como la diabetes gestacional.
Aliviando los dolores de la ciática en el embarazo
En el caso de que la ciática en el embarazo aparezca, a los consejos anteriores debemos sumar formas de aliviarnos.
Métodos de alivio sencillos son el masaje de la zona afectada. Para ellos, utiliza aceite de hipérico o de enebro. Estos siempre deben ser administrados por profesionales certificados competentes, que tengan experiencia en el manejo de embarazadas.
También los baños calientes y la aplicación de calor son beneficiosos. Gracias a estas acciones se logra relajar los músculos, de manera que no compriman al nervio ciático.
Ante una crisis de dolor, no se recomienda el reposo en cama. Este tiende a empeorar la ciática en el embarazo. También puede incrementarla el levantar desde el suelo objetos pesados.
Si el dolor es severo, puede ayudar el consumir vitaminas del grupo B. Estos actúan de forma favorable sobre los nervios. También los complementos de magnesio, con acción de relajante muscular. Es necesario evitar a toda costa el uso de analgésicos orales, y solo tomarlos bajo prescripción médica estricta.
Los dolores disminuyen en la estación calurosa. Si la segunda mitad de tu embarazo coincide con el buen tiempo, tienes mucha suerte. La ciatalgia va a desaparecer cuando tu bebé nazca y el útero regrese a su tamaño normal.
¿Cuándo debo ir al médico por ciatalgia?
En el caso que los dolores de la ciática en el embarazo sean demasiado intensos, acude al médico. Este aconsejará el tratamiento más apropiado para que puedas convivir y superar el dolor.
Pero si el dolor en la zona lumbar:
- Es muy intenso o provocado por una caída.
- Tienes fiebre acompañando el dolor.
- Disminuye la sensibilidad de una o ambas piernas.
- Tienes falta de coordinación o debilidad muscular o
- Presentas dolor en la parte baja de la espalda al final del segundo o tercer trimestre (posible parto prematuro)
Debes acudir al médico sin demora, pues puedes estar padeciendo de alguna complicación en el embarazo.
Te invito a leer este artículo para informarte más sobre las Complicaciones del embarazo, conócelas y actúa a tiempo