El crecimiento y desarrollo es una de las etapas más importantes en la vida. Durante este tiempo se forma la base que constituirá no solo el físico, sino la personalidad del futuro adulto. Crecer saludable es vital para un correcto desarrollo social, afectivo y emocional.
Para conocer más sobre la importancia de este tema te invito a leer: Buena alimentación en niños, un buen futuro
Crecer no solo significa la adquisición de determinada estatura y peso, también los conocimientos nuevos, la incorporación de habilidades, capacidades y aptitudes que determinarán la personalidad y la manera de interactuar con los demás. Es imprescindible entonces prestar una atención especial si se quiere lograr un crecimiento saludable y también tener en cuenta el mejor entorno para alcanzarlo de manera exitosa.
Contenido
- 1 Nueve
pautas para crecer saludable desde edades tempranas
- 1.1 1. Comer bien y en familia
- 1.2 2. Estimular el ejercicio y la actividad física
- 1.3 3. Proporcionar una guía, seguridad y confianza
- 1.4 4. No utilizar presiones o “regalos” para crecer saludable
- 1.5 5. Dormir las horas necesarias acorde con la edad
- 1.6 6. Desarrollar hábitos correctos de higiene para crecer saludable
- 1.7 7. Limitar el uso de las pantallas e incentivar la lectura
- 1.8 8. Aprender a gestionar las emociones para crecer saludable
- 1.9 9.- Estimular la autoestima para crecer saludable
Nueve pautas para crecer saludable desde edades tempranas
Aunque no son las únicas, estas directrices marcan un camino que contribuirá a crecer saludable. Son aplicables a cualquier edad, pues siempre estamos en constante crecimiento, pero mientras más temprano las incorpores, mejores serán los resultados.
1. Comer bien y en familia
Una nutrición adecuada, balanceada y que cubra los requerimientos, debe ir de la mano de las rutinas para realizar cada comida. Para crecer saludables es necesario incorporar alimentos a la dieta que contengan proteínas, carbohidratos y energía unida al consumo de vitaminas A, C y D cada día, así como los minerales esenciales en particular calcio y fósforo. Además de ingerir agua en cantidades que mantengan hidratado al cuerpo.
Comer solo, sobre todo en la infancia, puede ser contraproducente. La compañía que provee la familia durante la hora de la cena aporta numerosos beneficios, entre los que se incluye el incremento de la autoestima, mejores hábitos alimenticios por imitación e influye en la formación de habilidades comunicativas desde edades tempranas.
2. Estimular el ejercicio y la actividad física
Para alcanzar un ritmo de vida que le permita a tu hijo crecer saludable no basta con cuidar la alimentación. El ejercicio físico es un cimiento esencial que no puede ser descuidado. Una de las principales metas es la de crear una rutina diaria de ejercicios o practicar algún deporte que sea atractivo y tribute al desarrollo del organismo.
El ejercicio ayuda, además, a estimular el apetito y mejorar los hábitos de alimentación. Está demostrado que la realización continua de actividades al aire libre disminuye la inapetencia en aquellos que la padecen.
3. Proporcionar una guía, seguridad y confianza
Deben existir modelos que muestren la forma correcta de realizar las cosas. Al proporcionar una guía y ejemplo se establece un camino a seguir, lo cual no significa que se deba abandonar la idea de que no hay nada mejor para un crecimiento saludable que mantener una actitud positiva durante el aprendizaje. La atención de las necesidades primarias es básica para lograr este punto.
Este aprendizaje se sustenta en la seguridad y la capacidad de crecer sin temores, en libertad y contribuyendo a la formación de su personalidad.
4. No utilizar presiones o “regalos” para crecer saludable
Es muy importante que no se empleen “sobornos” de ningún tipo para premiar o repudiar algún comportamiento en específico, sobre todo aquellos de tipo alimenticio. Esta costumbre, además de crear conceptos errados desde edades tempranas, puede causar un desbalance nutricional severo en algunas ocasiones.
Por otra parte, llegará un momento en que se formará una impresión totalmente errónea: todas las actitudes y pautas que tributen de una forma u otra al crecimiento saludable estarán condicionadas por la recompensa que “premie” los esfuerzos realizados. Cualquier regalo que se ofrezca, una golosina, por ejemplo, debe ser sincero y separado en una porción justa.
5. Dormir las horas necesarias acorde con la edad
Puede suceder que después de un largo y ajetreado día, el pequeño o adolescente no sienta la necesidad de ir la cama a descansar. No obstante, es fundamental que se descanse de ocho o nueve horas seguidas para que se produzcan los procesos metabólicos que ayudan a recuperar al organismo de las fatigas del día.
Al dormir se incrementa la formación de la hormona que contribuye al crecimiento, aproximadamente a partir de los veinte minutos de sueño ininterrumpido. De esta manera, sistemas como el inmunitario emplean este tiempo para regenerarse y luchar con eficiencia contra las toxinas y gérmenes que amenazan el cuerpo a diario.
6. Desarrollar hábitos correctos de higiene para crecer saludable
Otro de los consejos para crecer saludable es establecer una serie de costumbres higiénicas duraderas. Estas son prácticas que contribuyen a una mejora de la salud general y la presencia física. Dentro de estas están el lavado de los dientes después de cada comida, el baño con abundante agua a diario y el uso de ropa limpia.
Este último punto es fundamental, pues en los tejidos de la ropa se acumulan las sustancias de desecho del cuerpo, por lo que mantenerla higienizada ayuda a no caer enfermos. Algo muy importante también es la limpieza frecuente de las manos, rutina que contribuye a eliminar las posibles bacterias y virus que se adquieren al entrar en contacto con superficies sucias a lo largo del día.
7. Limitar el uso de las pantallas e incentivar la lectura
Las pantallas son parte incuestionable de la vida moderna, y constituyen parte integrante de la televisión, los teléfonos móviles, las tabletas, las computadoras entre otras. Sin embargo, el uso desmedido de estos equipos no es recomendable para el desarrollo intelectual y físico: permanecer durante horas frente a una pantalla limita su desempeño en otras actividades.
No obstante, ya sea de forma digital o física, es necesario promover el hábito de la lectura. Este estimula el lenguaje y fortalece los procesos cognitivos en los que interviene la imaginación y la memoria. Como otros añadidos, leer también favorece el rendimiento académico y el beneficio espiritual y personal.
8. Aprender a gestionar las emociones para crecer saludable
Cuando se habla de crecer saludable, uno de los puntos que frecuentemente se olvida es lo relacionado con la inteligencia emocional . Esta comprende aspectos que van desde aprender a comunicarse con los demás sin herirlos, hasta desarrollar una actitud consciente hacia los propios sentimientos y manejar el estrés diario.
Una correcta gestión de las emociones permitirá tener una mayor capacidad para, no solo adaptarse a las situaciones adversas de la vida diaria, sino además sacar provecho de estas. Identificando las emociones y echando por tierra cualquier modelo preconcebido y erróneo, ayudará a alcanzar un mejor patrón de interacción social en el entorno que se habita.
9.- Estimular la autoestima para crecer saludable
Para crecer saludable uno de los valores que es importantísimo fortalecer desde las primeras etapas de la vida es la autoestima. Cuando un niño aprende a sentirse positivo, exitoso, seguro es capaz de enfrentar todos los retos que enfrentará en su andar por la vida.
El desarrollo de la autoestima es fundamental para lograr el éxito en las cosas más simples hasta las más complejas. Influirá en sus logros académicos, en su desempeño en las relaciones sociales, en las decisiones que tomen en su futuro, en su bienestar, en su impacto social y lo más importante en su propia felicidad.
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