Cuando realizas el primer control prenatal, seguramente lo primero que quieres saber es tu fecha de parto. Déjanos decirte que, excepto que se trate de un parto programado, tu médico te informará una fecha probable de parto. Esta fecha se irá ajustando a medida que avance el embarazo y finalmente… ¡la fecha exacta sólo se sabrá el día del nacimiento de tu bebé! Hoy analizaremos las distintas probabilidades. ¿Nos acompañas?
Descubre cómo calcular: Fecha probable de parto
Fecha de parto… ¿o fecha probable de parto?
Técnicamente hablando, un embarazo tiene una duración de 40 semanas… ¡y no 36 como sería lógico pensar si se sabe que el embarazo dura 9 meses!
Esta diferencia se debe a que los médicos consideran por una parte la edad gestacional, y por otra la edad fetal y que es muy difícil o casi imposible, determinar el día exacto de la concepción del nuevo ser.
En realidad, la duración del embarazo y la estimación de la fecha de parto ha sido motivo de controversia durante siglos. De hecho, una de las reglas que se utilizan es la Regla de Naegele y fue enunciada en 1812, pero las controversias y formas de calcular la fecha de parto no han terminado.
En general se calcula que un embarazo dura un promedio de 280 días, es decir 40 semanas, a partir del primer día del último período menstrual ya que la ovulación no se producirá sino hasta dos semanas después de tu última menstruación.
Pero esta no es una fecha exacta ya que puede ocurrir que:
- No tengas ciclos menstruales regulares de 28 días de duración.
- No recuerdes la fecha de tu último período menstrual.
- Tengas ciclos menstruales irregulares o ciclos largos.
- Estabas tomando anticonceptivos orales.
Si se dan cualquiera de estas situaciones, tu médico determinará una fecha probable de parto mediante una calculadora o rueda de embarazo e indicará la realización de una prueba de ultrasonido durante el primer trimestre.
Esta prueba permite comparar la fecha de parto probable en función del primer día del último período menstrual y la que surge de las medidas del feto. Estas fechas raramente coinciden, pero a menos que haya una diferencia significativa, tu médico no modificará la fecha de parto estimada.
Fecha de parto programada
En la mayoría de los casos, es mejor dejar que el parto ocurra en forma natural. Sin embargo, a veces es necesario un procedimiento médico para ayudarte a iniciar el trabajo de parto. Este procedimiento se denomina inducción del trabajo de parto.
La inducción puede ser necesaria por razones médicas o si el embarazo se extiende hasta dos semanas más de lo previsto. Sin embargo, cada vez es más frecuente que los médicos e incluso las mujeres embarazadas opten por una fecha de parto programada sin ningún motivo médico.
Algo que comenzó como una excentricidad de ricos y famosos se está extendiendo cada vez más. Muchas mujeres toman esta decisión por varias razones, como por ejemplo asegurarse de que mamá y su pareja estarán juntos el gran día o eliminar miedos y estrés sabiendo de antemano la exacta fecha de parto.
Sin embargo, la inducción del trabajo de parto mediante sustancias químicas produce el inicio del proceso dentro de las 24 a 48 horas por lo que… ¡ni siquiera así puedes saber con total exactitud la fecha de parto!
Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, los partos inducidos se han cuadruplicado en España en los últimos años y pueden llegar a superar el 33% de los partos anuales. Actualmente se sabe que hasta el 50% de los partos inducidos pueden finalizar en una cesárea. Y un parto inducido por razones no médicas sólo sería mejor que un parto espontáneo, después de la semana 39 y con un embarazo de bajo riesgo.
Otro caso de la fecha de parto conocida es la programación de una operación cesárea. Es conocido que los partos por cesárea son cada vez más frecuentes. Hay motivos médicos para programar un parto por cesárea, pero también puede ser que tu médico te de la opción de una cesárea electiva.
La cesárea electiva proporciona seguridad acerca de la fecha de parto y puede programarse por diversos motivos, por ejemplo si el feto no ha encajado la cabeza en el canal de parto y se aproxima la fecha de parto estimada, o hay un trabajo de parto muy prolongado, o si la futura madre se siente muy ansiosa o con temor.
Es importante saber que el parto por cesárea electiva no está libre de riesgos y generalmente no está cubierto por los seguros de salud.
Ventajas del parto natural
Realmente, lo mejor es dejar que todo suceda naturalmente. El parto es el resultado de un sorprendente encadenamiento de hechos afortunados: el tamaño y posición del feto, la preparación de tu organismo, el trabajo de las hormonas…
Todo esto hace que el bebé nazca en el momento exacto para él y la madre. El único, pequeño inconveniente, es que… ¡nadie sabe cuándo será ese momento con exactitud!
Si no saber con precisión la fecha de parto te quita el sueño y has pensado en un parto programado, te invitamos a reflexionar seriamente sobre el asunto.
Si realmente no hay motivos médicos, si has llevado adelante un embarazo saludable, tu futuro hijo se ha desarrollado de acuerdo a lo previsto y no hay mayores problemas… ¿por qué preocuparse? Todo llegará a su tiempo.
En realidad, no solamente no tienes certeza acerca de la fecha de parto: ¡tampoco sobre el sexo del bebé! Ya que por muy precisas que sean las ecografías siempre hay un margen para el error.
Además:
- Los partos inducidos y cesáreas tienen un tiempo de recuperación mayor que el parto natural.
- Existe un mayor riesgo de complicaciones.
- Este tipo de intervenciones se adelantan el parto natural (35 a 37 semanas de embarazo).
Nuestro consejo es que dejes que todo suceda naturalmente y que tu futuro hijo te sorprenda con un esperado pero no calculado día de nacimiento.
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