En un post anterior de Canal Chupete abordamos el tema de los bebés grandes, pero en ocasiones el bebé no tan solo grande, es demasiado grande o gigante como algunos lo llaman, pero en términos médicos se denomina macrosomía fetal.
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Se estima que cada año en España nacen un 5,5% de los bebés con más de cuatro kilos. La macrosomía fetal implica un riesgo mayor para llevar a feliz término el embarazo y el parto. Esto sucede cuando no es atendida y controlada oportunamente.
Contenido
- 1 ¿Qué es la macrosomía fetal?
- 2 ¿Cuáles son los factores de riesgo de la macrosomía?
- 3 ¿Cómo se sospecha y se diagnostica la macrosomía fetal?
- 4 Complicaciones maternas asociadas a la macrosomía fetal
- 5 Complicaciones de los bebés muy grandes
- 6 ¿Se puede prevenir la macrosomía fetal?
- 7 Desterrando mitos sobre los bebés hermosos…
¿Qué es la macrosomía fetal?
La macrosomía fetal es el término utilizado para denominar a los recién nacidos que tienen un peso por encima de los cuatro kilogramos, o que su peso supera el percentil 90 acorde con la edad gestacional. La Asociación Española de Pediatría considera que además debe tenerse en cuenta que además implique un riesgo perinatal aumentado o que requieren cuidados especiales.
Diferentes trabajos demuestran que cuando el peso del recién nacido es superior a los 4,5 kilogramos las complicaciones aumentan de forma marcada. Se estima que entre el 3 y el 10% de los casos de macrosomía fetal se presenta cuando la duración de la gestación es superior a las 41 semanas de embarazo.
Lo señalado anteriormente es el comportamiento de la mayoría de los embarazos en los que se desarrolla la macrosomía fetal, lo anterior no implica que haya casos excepcionales en los que se ha producido un parto por vía natural sin complicaciones, pero no es lo que ocurre con mayor frecuencia.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la macrosomía?
Se estima alrededor de un 34% de los casos de macrosomía fetal se presenta en embarazadas que no tienen ningún factor de riesgo, pero en el resto de los casos se asocia con una o más de las siguientes circunstancias:
Madre diabética o antecedentes familiares
Aunque una de las causas más conocidas de la macrosomía fetal es la diabetes de la madre, tanto la gestacional como la pregestacional, en realidad es responsable de la quinta parte de los casos.
El aumento de peso excesivo del feto se relaciona con la deficiente metabolización del azúcar, el bebé produce insulina en exceso, provoca un aumento de peso y favorece la acumulación de grasa en el feto.
Obesidad materna y ganancia de peso excesiva
Los estudios evidencian que los casos de macrosomía fetal son tres veces más frecuente en las embarazadas obesas. Esto ocurre cuando las madres tienen una ganancia de peso muy elevada. Es aún más peligroso cuando se acompaña también de una talla elevada.
Edad, sexo del feto y duración de la gestación
El embarazo después de los 30 a 35 años propicia la presencia de la macrosomía fetal y más aún en los fetos varones y cuando hay antecedentes de macrosomía en embarazos anteriores.
Cuando los embarazos se prolongan más allá de las 40 semanas, las probabilidades de aparición de la macrosomía fetal aumentan.
Padres grandes
La genética es una de las causas de la macrosomía fetal, cuando los padres son de talla grande y es uno de los que no se puede controlar porque está sujeto a la influencia de los genes transmitidos por herencia.
¿Cómo se sospecha y se diagnostica la macrosomía fetal?
Uno de los indicadores que el obstetra controlará durante tus visitas de control y seguimiento será como el feto está creciendo en relación con la edad gestacional.
Medición de la altura del fondo uterino
La medición de la altura uterina, desde el borde superior del pubis hasta que se palpe el fondo del útero. Después de la semana 18 y hasta las 32 la altura uterina se corresponde en general con las semanas de embarazo, porque el útero crece 4 centímetros por mes.
A partir de la semana 28 se estima en cada visita el peso del feto y se evalúa. Una medida mayor de la esperada podría ser un signo de macrosomía fetal, también permite estimar las posibles afectaciones relacionadas con el líquido amniótico.
Ecografía o ultrasonografía
Al final del embarazo se podría hacer una estimación del peso y la talla fetal basado en las mediciones de diámetro de la cabeza del feto, el abdomen y la longitud del fémur. Se estima que con este método el rango de error se encuentra entre 300 y 550 gramos.
Es probable que además de estas pruebas el médico considere la conveniencia de hacer otros exámenes prenatales como la prueba en reposo para evaluar la frecuencia cardiaca del feto o un perfil biofísico fetal.
El diagnóstico confirmativo de macrosomía fetal solo se puede obtener después de que el bebé nazca y sea pesado.
Complicaciones maternas asociadas a la macrosomía fetal
Las complicaciones maternas asociadas a la macrosomía fetal son numerosas. Entre las más documentadas se encuentran:
- Incrementan las posibilidades de tener desproporción cefalopélvica, o sea menor capacidad de la pelvis para que pase la cabeza.
- Mayor posibilidad de traumatismos en el canal del parto, desgarro perineal y partos más difíciles, así como problemas posteriores en la pared vaginal.
- Mayor necesidad de practicar operaciones cesáreas.
- Aumenta la posibilidad de partos manipuladas.
- Las hemorragias después del parto son más frecuentes.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia considera cue cuando el peso fetal estimado es superior a 4,5 kilos se debe practicar una cesárea. Cuando existe macrosomía fetal no es conveniente que la embarazada para en el hogar.
Complicaciones de los bebés muy grandes
Al ser los bebés muy grandes los riesgos de un trabajo de parto más complicado aumentan y se podrían producir traumas obstétricos. Entre los más frecuentes se encuentra la distocia de hombros. Esto es consecuencia de la dificultad en la salida de los hombros del feto por el canal del parto. La Organización Mundial de la Salud, reporta que cuando está presente la macrosomía fetal este tipo de distocia afecta entre el 5 y el 9% de los partos en comparación con los partos con pesos inferiores que solo se presenta en el 1,4%.
También hay reportes de mayor incidencia de malformaciones congénitas. Otra de las complicaciones es la asfixia del recién nacido, así como la aspiración de meconio y aumentan las posibilidades de ingreso hospitalario después del nacimiento.
Cuando nace un bebé con peso muy elevado de una madre diabética, puede tener problemas en el metabolismo y regulación de su glucosa y presentar niveles bajos de azúcar en la sangre. También otras complicaciones podrían ser la ictericia, hipertensión pulmonar persistente, aumento de los glóbulos sanguíneos y dificultades respiratorias.
Se considera que las posibilidades de muerte de un bebé muy grande, alrededor del nacimiento es tres veces superior. Otros estudios relacionan la macrosomía fetal de hijos provenientes de madres obesas o diabéticas, tienen un mayor riesgo posterior de desarrollar diabetes mellitus tipo 2, obesidad y síndrome metabólico tanto en la infancia como en la edad adulta.
¿Se puede prevenir la macrosomía fetal?
La prevención está asociada a los factores de riesgo que tenga la embarazada, pero algunos consejos te pueden ayudar:
- Mantener una vigilancia y control del desarrollo de tu embarazo, acorde con las indicaciones de tu médico.
- Controlar la ganancia de peso en correspondencia con lo establecido para cada etapa de este y acorde con tu peso inicial.
- Hacer el diagnóstico temprano de la diabetes gestacional y chequear y controlar sistemáticamente los niveles de glucosa en sangre.
- Hay factores genéticos como el tamaño de los padres que no es posible modificar.
Desterrando mitos sobre los bebés hermosos…
En numerosas ocasiones los familiares se enorgullecen de un recién nacido con macrosomía fetal y exclaman: “Está muy hermoso imagínate pesó más de 5 kilogramos”, pero nada más alejado de la realidad. Así que contribuyamos a desterrar ese mito…Nada mejor que un bebé con un peso normal.
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