Si hablamos de tecnología, hay opiniones contrapuestas y normalmente vienen de parte de aquellos que la viven de manera muy diferente. Hay quien piensa que la tecnología, lejos de hacernos avanzar, nos está haciendo retroceder; otros, sin embargo, opinan que tecnología es igual a progreso y que siempre será positiva.
Sea cual sea tu opinión al respecto, lo cierto es que todos estaremos de acuerdo en que los extremos nunca son buenos: ni podemos vivir aparte de ellos, porque nos aislaría, si podemos hacer que toda nuestra vida gire en torno a ella.
En el segundo caso, hay un grupo concreto más propenso a sufrir adicción a la tecnología: los niños y jóvenes. De hecho, los niños que están naciendo ahora tienen una exposición directa y constante con la tecnología desde que nacen. ¿Podemos hacer algo para que aprovechen todas sus ventajas, pero sin que en el futuro próximo sean niños y adultos enganchados a la tecnología?
No te pierdas nuestros consejos para tratar de hacerlo lo mejor posible respecto a este tema. Todos tenemos mucho que decir a la hora de hablar de adicciones y tecnología y nuestro papel como padres, tutores legales o, sencillamente, adultos, es vigilar por el cuidado de los más pequeños para evitar problemas futuros. Recuerda que siempre la tecnología debe ser su amiga, nunca una enemiga.
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Contenido
- 1 ¿Cómo evitar que nuestros hijos sean adictos a la tecnología?
- 1.1 De bebé, cuidado con sobreexponerlos:
- 1.2 Regala cosas no tecnológicas:
- 1.3 Fomenta la sociabilidad:
- 1.4 ¡No a la tablet para todo!:
- 1.5 Redes sociales sí, pero adaptadas:
- 1.6 No utilices la tecnología como un castigo o recompensa:
- 1.7 Busca alternativas divertidas:
- 1.8 En vacaciones, desconecta:
- 1.9 Recuerda que tecnología no es solo smartphone:
- 1.10 Da ejemplo:
- 2 Y recuerda, la tecnología no es tu enemiga:
- 3 Y si noto que mi hijo se está volviendo adicto a la tecnología, ¿cómo lo freno?
¿Cómo evitar que nuestros hijos sean adictos a la tecnología?
De bebé, cuidado con sobreexponerlos:
Antes, se decía que los niños nacían con un pan debajo del brazo. Ahora, lo hacen con una tablet. Y es que desde el momento en que llegan al mundo, tienen una sobreexposición brutal a la tecnología que hacen que lo tengan totalmente asimilado como algo normal e imprescindible: vigilabebés, tablets, smartphones, cámaras de fotos, televisor… Intenta no saturarle especialmente cuando es bebé: tú no le das importancia porque su nivel de interactividad con la tecnología es mínimo, pero esto puede sentar las bases del futuro.
Regala cosas no tecnológicas:
Llegan los cumpleaños o Navidades y corremos a buscar regalos tecnológicos, ya sean juguetes electrónicos o smartphones. ¿Recuerdas la ilusión que te hacía de pequeño que te regalaran un balón, un muñeco o un juego de manualidades? Los niños siguen siendo niños, y este tipo de regalos, aunque para ti ya estén obsoletos, a ellos les va a hacer disfrutar mucho.
Fomenta la sociabilidad:
Muchas veces somos nosotros mismos los que “encerramos” a los niños en casa por falta de tiempo para salir. Tenemos que trabajar y luego, en nuestro tiempo libre, hay que dedicarle un mínimo de cuidados a la casa. ¿Y el niño? En el sofá, con la tele o los videojuegos. ¡Error! Si te organizas bien con otros padres, podéis hacer que los niños estén entretenidos jugando al aire libre con otros niños de su edad sin que a vosotros os quite el poco tiempo que os queda. ¿Cómo? Podéis juntaros un grupo de primos, vecinos o amiguitos del colegio y que cada tarde uno de los padres lleve a los niños al parque. Eso sí, ¡prohibida la tecnología! ¡Hemos venido a respirar!
¡No a la tablet para todo!:
Lo sabemos, sabemos que no es fácil y que cuando el niño se pone muy pesado o coge una rabieta, la forma más fácil de callarle es ponerle ante la tablet o ceder a sus exigencias con un entretenimiento “enlatado”. Pero esto es un error: estamos haciendo que el niño coja dependencia a la tecnología. Ármate de paciencia y no cedas tan rápido.
Las redes sociales dominan también la vida de los más pequeños. Cada vez se inician antes en Facebook o Instagram y esto puede ser muy peligroso por razones que seguro ya has pensado. Pero incluso si tu hijo hace un uso responsable de las mismas, no debemos fomentar tu acceso a determinadas redes sociales demasiado pronto. Confundirán cómo relacionarse y es posible que se creen problemas sociales futuros. Existen redes sociales adaptadas a los niños, basadas en juegos y actividades educativas. Si quiere hacerse un Facebook o Instagram por el asunto de las fotos y los juegos en plataforma, podéis crear una cuenta familiar que gestionéis entre todos y que os sirva para estar en contacto con la familia o los amiguitos del cole y sus papás.
No utilices la tecnología como un castigo o recompensa:
“Si te lo comes todo, te dejo jugar un rato con la tablet”, “si sacas buenas notas te compro un móvil”… De este modo, estamos enviándole a nuestros hijos un mensaje equivocado. No utilices siempre la tecnología como castigo o recompensa: desarrollarán una relación de dependencia y frustración hacia ella que puede fomentar la adicción.
Busca alternativas divertidas:
Tú, como adulto, seguro que sabes que hay muchas cosas no relacionadas con la tecnología que pueden ser muy divertidas. ¡Transmíteselo a ellos! Hacer deporte, ir a la playa, salir de excursión, descubrir una nueva ciudad, jugar a las cartas (¿dónde quedaron las cartas?), los juegos de mesa, las manualidades o escribir, a mano, un diario o incluso confeccionar su propio periódico. Piensa en los gustos del niño e inventa actividades en las que no intervenga nada de tecnología.
En vacaciones, desconecta:
Llegan las vacaciones y es el mejor momento para disfrutar del sol, del aire y de la calle. ¡No les dejes encerrados en casa o en el hotel! Aprovecha para pasar unos días libres de tecnología y, aunque al principio le parezca difícil, seguro que se acostumbra rápido y ni siquiera la echa de menos. No te decimos que le quites todos los trastos tecnológicos los tres meses de verano, pero si vais de viaje una semana, ¡fuera tecnología! Seguro que con las actividades del equipo de animación del hotel, la piscina o sencillamente la playa, tu hijo está muy entretenido. Y si se pone muy pesado, seguro que siempre puedes “chantajearle” con un helado 😉 Eso nunca falla, ¿verdad?
Recuerda que tecnología no es solo smartphone:
Es posible que pienses que tu hijo no es adicto a la tecnología solo porque aún no le has comprado un smartphone, pero es posible que te equivoques. Como te decimos, hay muchos trastos relacionados que pueden estar empezando a hacer de tu hijo un pequeño adicto a la tecnología: tablet, videoconsola, televisor, cámaras… Presta atención a las actividades que escoge tu hijo en su tiempo libre y analiza si hay una alta presencia de tecnología.
Da ejemplo:
Por último, recuerda que tu hijo sigue tus pasos y que tú eres un modelo a seguir para él. Si tú te pasas el día enganchado al Whatsapp o si no dejas de hacerte selfies para colgarlos inmediatamente en las redes sociales, ¿qué mensaje le estás transmitiendo? Piénsalo y aprovecha para “desintoxicarte” tú también. Igual, aunque no te hayas dado cuenta, tú eres más adicto a la tecnología que tu pequeño, pero no le das importancia porque se supone que eres una persona adulta y madura responsable de si misma.
Y recuerda, la tecnología no es tu enemiga:
No asocies tecnología a daño. Ni mucho menos. Como te hemos comentado al principio de este artículo, la tecnología le puede hacer mucho bien a tu hijo siempre que no se convierta en una adicción. Con un uso responsable, controlado y con alternativas, la tecnología siempre será su aliada. Además, es un excelente bagaje para su futuro currículum. Hoy en día, si eres un patoso tecnológicamente hablando, te será mucho más difícil encontrar trabajo. Y si eso es hoy, imagínate dentro de 20 o 30 años, cuando tu hijo quiera buscar un empleo…
No hay mejor manera de empezar a aprender que hacerlo desde la infancia. Aprender a escribir rápido a ordenador y saber desenvolverse en un entorno tecnológico (ordenadores, móviles, sistemas operativos, navegación, redes…) es fantástico y le será de mucha ayuda en el futuro. Además, existen muchos trabajos relacionados 100% con ella: ¿y si el trabajo ideal de tu hijo es ese? No le limites en este aspecto, a fin de cuentas, la tecnología también está relacionada con su formación.
Y si noto que mi hijo se está volviendo adicto a la tecnología, ¿cómo lo freno?
Si observas en él conductas poco saludables respecto a la tecnología, ¡no lo ignores! Es un problema como cualquier otro y lo bueno es que, por suerte, tiene solución. Pero tienes que saber cómo hacerlo. No basta con que simplemente le castigues quitándole todos los trastos tecnológicos, esto creará el efecto contrario y desarrollará una dependencia mayor.
Primero, trata de reducir el tiempo de exposición a la tecnología poco a poco, sin que apenas él sea consciente de ello. Sigue los consejos que te hemos dado anteriormente y limítale el tiempo. Lleva tú el control sin que él se dé cuenta de que le estás controlando.
Habla con tu entorno. Los padres de otros niños de su círculo también te pueden ayudar y seguro que están de acuerdo en que, entre todos, busquéis alternativas para vuestros peques. A fin de cuentas, es un problema que os puede afectar a todos.
Por último, si ves que el problema te empieza a preocupar demasiado, consulta con un profesional. Hoy en día, dado el impacto de este tema en nuestra sociedad, hay psicólogos y especialistas especializados en la adicción de los jóvenes a la tecnología.
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