El rincón de pensar es una estrategia disciplinaria que recrea, en forma modernizada, uno de los recursos pedagógicos más antiguos del mundo. ¿O no permanece en la memoria colectiva la imagen del niño enviado al rincón con un bonete de burro? Parece ser que el método se popularizó en España a partir del programa de televisión Supernanny, pero actualmente su efectividad está en discusión.
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Qué es y qué no es el rincón de pensar
La mayoría de las recomendaciones pedagógicas acerca del rincón de pensar insisten en destacar qué no es: no es un castigo, pero sí es una medida disciplinaria.
Es que, dentro del llamado modelo conductista en el que se inscribe este recurso, el rincón de pensar es considerado un castigo positivo. Por supuesto, con el objetivo de que la conducta no se repita.
Conocido también como silla de pensar o Time-Out en inglés, se propone crear un espacio de aislamiento en el que, en teoría, el niño debería calmarse y reflexionar sobre su comportamiento.
Seguramente tú como madre o padre al igual que nosotros, sientes una gran preocupación acerca de cómo disciplinar a los niños en forma efectiva, ya que los castigos como quedarse sin postre o no jugar con la consola de juegos durante un cierto tiempo no parecen ser demasiado efectivos.
El rincón de pensar es una técnica que funciona si se hace de forma correcta y consistente… ¡al igual que cualquier otro método! Además debe utilizarse varias veces para causar impacto.
Según los especialistas, el rincón de pensar funciona porque en realidad, el peor castigo para un niño es perder la atención de sus padres, y esto es lo que debe suceder el tiempo que el niño permanezca en el rincón.
Pero además, el rincón de pensar debe reservarse para un comportamiento realmente inaceptable. Para faltas menores hay otros métodos que funcionan tan bien como este.
Cómo implementar el rincón de pensar
La mayoría de los padres se preocupan acerca de la correcta implementación del rincón de pensar. Analiza estos consejos:
- Duración: No es cuestión de que el niño se pase todo el día en el rincón. El tiempo debe ser breve. Algunos especialistas recomiendan un minuto por cada año de edad del niño, otros entre uno y tres minutos.
- Ubicación: el rincón de pensar no necesariamente debe ser una esquina de la habitación con el niño sentado de cara a la pared. Puede ser cualquier lugar seguro, con tal de que esté lejos de tí. Si no hay forma de que esté alejado, desconecta dejando de prestarle atención durante esos minutos.
- Rabietas: simplemente ignóralo, ya que lo que está haciendo es tratar de llamar la atención. Una vez que el tiempo del rincón de pensar haya terminado, infórmale que a partir de ese momento puede salir del rincón cuando lo desee.
- Indiferencia: ¿Qué pasa si al niño no parece importarle tener que estar en el rincón de pensar? Déjanos decirte que… ¡no debes dejarte engañar! Si sigues el método con perseverancia durante el tiempo suficiente, funcionará. Los niños son capaces de estirar la cuerda todo lo que pueden para probar tu resistencia con métodos absolutamente creativos.
Controversias sobre el rincón de pensar
Según los especialistas Daniel Siegel y Tina Payne Bryson de la facultad de medicina de la UCLA, el rincón de pensar es una de las técnicas más recomendadas por los pediatras pero de acuerdo a las últimas investigaciones, no sería tan efectiva.
Pareciera que el mensaje silencioso que envía el rincón de pensar es que, cuando te equivocas o haces algo mal, te verás obligada a estar sola y experimentarás el rechazo.
Las investigaciones demuestran que los comportamientos infantiles agresivos o los que merecerían unos minutos en el rincón de pensar son, en realidad, una falta de autorregulación de las emociones y demuestran la necesidad de una conexión con los adultos que los cuidan.
Si la respuesta es aislar al niño, el cerebro lee esta experiencia en forma muy similar al dolor físico.
Además, se ha demostrado que muy pocas veces los niños piensan en su comportamiento cuando están en el rincón; en realidad, los padres pueden pensar que esto sucede, pero para los niños es un momento de enojo y sólo pueden pensar en la horrible suerte de tener un padre y madre tan malos que los condenan al rincón de pensar.
Alternativas al rincón de pensar
Sin embargo como de todos modos parece ser necesario imponer alguna cuestión disciplinaria… también los críticos del rincón de pensar han ideado algunas alternativas.
Por ejemplo:
- En vez de dejar solo al niño, sentarse juntos, hablar, consolar, enseñarles a controlar sus emociones y reflexionar sobre su comportamiento.
- Método de eliminación de privilegios: funciona bien con niños más grandes y adolescentes. Hacer una lista de las reglas importantes a seguir y advertir acerca de las consecuencias de romper dichas reglas. Se eliminarán privilegios como mirar televisión, jugar videojuegos o participar en fiestas, eventos deportivos o salidas con amigos.
- Sistemas de advertencia: consiste en establecer una escala de advertencias para que el niño perciba las consecuencias, que pueden ser por ejemplo pérdidas de privilegios como una escala del 1 al 3. Otra forma es colocar un papel por ejemplo en la puerta del refrigerador, con tres caritas sonrientes que se van tachando a medida que se producen las infracciones. Cuando están tachadas las tres caritas el niño pierde un privilegio. Este método parece ejercer una poderosa influencia para evitar llegar a la tercera carita.
- Recompensas por buen comportamiento: Los niños que cumplen todas las reglas son recompensados con su actividad favorita, como ayudar en la cocina o quince minutos más de televisión o videos.
- Multas: método para niños más grandes, que reciben una suma de dinero semanal o mensual. Consiste en establecer un sistema de multas por cada infracción, como no ordenar la habitación, pelear con el hermano o dejar la toalla tirada en el baño después de ducharse.
- Tareas adicionales: se asigna una lista de tareas adicionales de las que, por supuesto más desagraden a los niños, como ordenar los juguetes, doblar la ropa o ayudar a levantar la mesa después de comer. Los niños deben saber de antemano qué tarea les espera en caso de infringir las normas.
- Buenos ejemplos: busca buenos ejemplos a imitar para los niños, que resulten inspiradores de buen comportamiento como el cuento “El rincón de pensar” de Estrella Montenegro, acerca de un niño que no sabía qué era el rincón de pensar porque… ¡nunca se había portado mal!
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