Sexo y embarazo: sí es posible continuar haciendo el amor

El sexo y embarazo pueden ir de la mano y no representa ningún riesgo para la madre o el bebé. Este está rodeado y amortiguado por un líquido amniótico, además, está protegido por el útero y una capa de músculos. Adicionalmente, el tapón de moco dentro de su cuello uterino ayuda a resguardarlo contra las infecciones.

3 preguntas y 3 respuestas más comunes sobre sexo y embarazo

Es normal tener ciertas dudas sobre el sexo y embarazo. La principal es si piensas que puedes lastimar al bebé. Es verdad que existen ciertas circunstancias en las que  posiblemente  debas modificar tu actividad sexual o abstenerte. Para aclarar las interrogantes más comunes continúa leyendo.

¿Cuándo debería decir que no al sexo?

Los médicos pueden decirte que te abstengas de tener relaciones cuando se presenta alguno de estos problemas:

  • Placenta previa.
  • Labor prematura.
  • Insuficiencia cervical.
  • Sangrado vaginal inexplicado o secreción anormal.
  • Cuello uterino dilatado
  • Membranas rotas
  • Brote de herpes genital tuyo o de tu pareja.
Todo el sexo y embarazo
Es falso que el pene puede tener contacto con el bebé.

¿Cómo asegurar que el sexo no sea riesgoso?

Durante la etapa de gestación, el coito puede ser parte de tu rutina. Los músculos que se encuentran en el útero y el líquido amniótico están encargados de rodear al bebé. Esto ayuda a protegerlo. Además, el tapón mucoso que se encuentra en el cuello uterino crea una capa protectora que evita las infecciones.

Gran parte de las mujeres piensan que el pene puede tener contacto con el bebé, lo que es totalmente falso. Este tapón mucoso bloquea cualquier abertura que pueda sufrir el cuello uterino. Así que, por muy profunda que sea la penetración, nunca llegara a donde se encuentra el feto.

¿Cómo influye tu vida sexual durante el embarazo?

Durante los nueve meses de embarazo puede ir cambiando el deseo y el interés sexual.  Gracias a que los niveles hormonales, la líbido puede verse afectada, aumentando o disminuyendo. Algunos de los cambios más comunes que puedes sentir durante el embarazo son:

Primer trimestre

De los primeros cambios que ocurren durante el embarazo es la producción de hormonas. Estos pueden traer una serie de malestares que hacer perder el interés en el sexo. Entre los síntomas está el cansancio, las náuseas, el dolor de pechos, hacer pipí frecuentemente y los vómitos.

Segundo trimestre

Durante este trimestre es probable que te encuentres mucho mejor. Los malestares del primer trimestre han desaparecido o puedes controlarlos. Como el abdomen aún es pequeño, puedes mantener relaciones cómodamente. El deseo sexual se incrementa con mayor frecuencia.

Durante la gestación, las mujeres pueden acumular hasta 3 libras de sangre. Esta circula debajo de la línea de la cintura que permite orgasmos con mayor facilidad y puedan ser múltiples. Es posible que al tenerlos, sientas contracciones alrededor de la vagina, pero no debes preocuparte.

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El deseo sexual se incrementa durante el segundo trimestre.

Tercer trimestre

Es común que en el final del embarazo se pierda el interés por mantener relaciones sexuales. Como el abdomen está más grande, algunas posiciones pueden resultar incómodas. Por ejemplo, las del misionero, luego del cuarto mes, hace presión en los vasos sanguíneos por el peso del bebé.

Apetito sexual en los futuros padres

Varios hombres ven a su pareja igual o más atractivas cuando están embarazadas. Algunos hasta las ven mucho más bonitas durante este periodo. Las razones que pueden afectar el sexo y embarazo con tu pareja pueden ser la ansiedad o nerviosismo. Es normal que el hombre disminuya su deseo por esta razón.

Tu pareja también podría pensar que durante el coito el pene lastime al bebé. Si esto le preocupa, pídele que te acompañe a una cita prenatal para aclarar sus dudas. Una comunicación fluida los ayudará a disfrutar de los encuentros íntimos, evitando cualquier miedo que pueda aparecer.

Posiciones más cómodas para embarazadas

Uno al lado del otro, en ángulo:

Cada uno se tumba de costado, creando con sus cuerpos una forma de V. Pon una almohada debajo de tu espalda para apoyarla mientras enfrentas a tu compañero. Descansa ambas piernas sobre su cadera. Esta posición permite mantener la mayor parte de su peso fuera de tu vientre.

Tú arriba

Esta posición puede funcionar durante todo el embarazo. Ponte a horcajadas sobre tu pareja mientras él yace boca arriba. Así no tendrás demasiado peso sobre el abdomen y podrás controlar la penetración, con la profundidad deseada. Además, podrás moverte como quieras.

Uno al lado del otro, desde atrás:

Acuéstate con tu compañero frente a su espalda y déjalo entrar por detrás. Ten algunas almohadas a la mano para apoyarte a medida que progresa el embarazo. La penetración tiende a ser menos profunda en esta posición. Eso es algo bueno, porque las embestidas profundas pueden volverse incómodas en los últimos meses.

Al borde de la cama

Cambia la parte inferior a un lado o al pie de la cama y recuéstate con las rodillas dobladas. Luego del primer trimestre, coloca una almohada debajo de tu espalda  para que no quedes completamente plana. Dependiendo de la altura de la cama, tu pareja puede arrodillarse o pararse.

Posición del misionero

Acomoda una almohada debajo de ti para que estés inclinada. Pues, esta posición será ideal luego del primer trimestre. Asegúrate de que tu pareja se sostenga a sí mismo para que su peso no esté en su estómago. Esta es una de las posiciones tradicionales que debes cuidar durante el embarazo.

Cómo se complementa el sexo y embarazo
Es normal que sientas cólicos durante el acto sexual.

No todo es penetración

Si el sexo con penetración es incómodo, ustedes pueden encontrar otras formas de intimidad. Por ejemplo, recibir y dar sexo oral es una forma segura de satisfacción para ambos. La masturbación en pareja puede ser otra técnica para que la falta de penetración no se convierta en un problema.

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Razones para consultar a tu doctor luego de las relaciones sexuales

Ya te contamos que el sexo y embarazo pueden ir de la mano tranquilamente. Sin embargo, pueden existir ciertas señales que son mejor que consultes con un doctor. Es normal que sientas cólicos durante el acto sexual, también cuando estés en el orgasmo o justo después. Si no pasa luego, háblalo con el médico.

No dudes en llamarlo si notas algo fuera de lo común en el encuentro íntimo. Si no estás segura que puedas mantener relaciones o que tienes miedo de afectar al feto. Si el doctor te informa que no es seguro, pregunta si se refiere solo a la penetración. Recuerda que el sexo y embarazo son posibles si tienes los cuidados necesarios.