¿Te han recomendado beber infusión de manzanilla en el embarazo? La manzanilla es una de las hierbas más utilizadas en fitoterapia. Sus propiedades se conocen desde los tiempos más remotos. Originaria de Eurasia y actualmente extendida por todo el planeta, los antiguos egipcios la consagraron a Ra, dios del Sol, los griegos la llamaban “pequeña miel” y los romanos la empleaban para el tratamiento de problemas femeninos. Precisamente de ahí proviene su nombre científico: Matricaria chammomilla.
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En la actualidad tiene una amplia gama de aplicaciones, no sólo en la medicina natural sino en la cosmetología y varias industrias, y el té de manzanilla simplemente se va ganando un lugar dentro de las preferencias de los consumidores casi a la par del té y el café.
Sin embargo… ¡cuidado! La manzanilla no es una planta tóxica pero tiene algunos componentes que pueden provocar alergias, problemas digestivos y vómitos entre otras desagradables consecuencias que vamos a analizar en este artículo.
Por otra parte, si bien la medicina natural no está contraindicada en el caso de las embarazadas, sí se recomienda utilizar las dosis más pequeñas posibles y en el caso de la manzanilla debemos tomar precauciones adicionales. Entonces… ¿qué tal se llevan manzanilla y embarazo? Vamos a descubrirlo.
La manzanilla, una planta y mil usos
La manzanilla es una planta herbácea aromática, de la misma familia que las margaritas; de hecho son bastante parecidas. Las flores son pequeñas, de hasta 2,5 cm de diámetro; con las flores se preparan las distintas infusiones. Se deben recoger en primavera y hasta el primer mes del verano; se dejan secar a la sombra y deben conservarse en un lugar fresco, seco y oscuro, durante no más de un año. La flor también es comestible y las hojas disecadas se utilizan como hierba aromática.
Las flores son ricas en diversos componentes que determinan sus propiedades medicinales: los principios activos son el alfa-bisabolol y el camazuleno, aceites esenciales que se forman a partir de sustancias como la matricina, le otorgan sus propiedades sedantes y antiinflamatorias. El ácido antémico es un principio amargo de efectos eméticos. También contiene cumarinas, flavonoides, fructosa, ácidos grasos, vitamina C, betacarotenos y colina.
Se utiliza en medicina natural para la preparación de infusiones para beber ante distintas afecciones, para emplear como un colirio natural en baños oculares, friegas con aceite de manzanilla para calmar dolores, macerados para fricciones, enjuague bucal para calmar el dolor de muelas o llagas en la boca, compresas para problemas cutáneos, y finalmente para la preparación de productos de cuidado personal como champúes, productos para aclarar el cabello, cremas nutritivas y mascarillas reparadoras.
Manzanilla y embarazo
Beber infusión de manzanilla en el embarazo puede ser bueno mientras sea con prudencia y prestando atención a los efectos secundarios. En realidad, en la mujer embarazada los distintos procesos metabólicos se producen de una manera un poco diferente que en la que no lo está, y esto puede producir modificaciones en la forma en que actúan las distintas sustancias que contienen las plantas medicinales.
La manzanilla es una de las plantas recomendadas para determinadas afecciones que ocurren durante el embarazo; sin embargo te rogamos tener en cuenta las contraindicaciones de la manzanilla para evitar problemas y obtener el bienestar esperado.
Antes de consumir infusiones de manzanilla durante tu embarazo, ¡consulta con tu médico! Descarta los aceites esenciales: están completamente desaconsejados para el embarazo.
Analicemos a continuación los problemas más habituales de las embarazadas y cómo puede ayudarlas la infusión de manzanilla en el embarazo:
- Problemas digestivos, gases, reflujo, acidez: actúa por sus propiedades digestivas, antiespasmódicas y carminativas. Prepara una infusión con una cucharadita de flores secas por taza de agua. Beber después de las comidas.
- Nervios: la manzanilla tiene propiedades sedantes. Prepara una infusión igual que la anterior y bebe una taza antes de dormir. También puedes preparar un baño mezclando el agua de la bañera con una infusión de manzanilla bien cargada.
- Retención de líquidos: se considera a la manzanilla un diurético suave.
- Problemas de la piel: prepara una infusión bien cargada dejando hervir el agua con las flores secas unos 15 minutos; humedece compresas en este líquido y aplícalas en la piel afectada por granos, ampollas o dermatitis.
Efectos secundarios y contraindicaciones de la manzanilla en el embarazo
Como decíamos al comienzo, la manzanilla no es una planta tóxica, pero contiene un elemento alérgeno: las lactonas sesquiterpénicas, que junto con sus propiedades antiinflamatorias o antibacterianas tienen también un efecto tóxico.
Por otra parte volvemos a recomendarte preparar las infusiones con la menor cantidad posible de partes de la planta, ya que el consumo prolongado o excesivo de infusiones de manzanilla puede causar irritación del aparato digestivo y vómitos. Las dosis recomendadas, siempre que no exista contraindicación médica, son de 3 gr. de flores secas por taza de agua hirviendo. Si utilizas una crema para el rostro con manzanilla, evita el contacto con los ojos;
La infusión de manzanilla puede interactuar con fármacos como sedantes o anticoagulantes, aumentando su efecto; si padeces alguna alergia evita el consumo de infusión de manzanilla.
El uso prolongado de infusiones de manzanilla puede provocar:
- Mareos
- Vómitos
- Conjuntivitis
- Intranquilidad
- Trastornos gástricos.
La manzanilla romana o amarga, una planta diferente
Si estás investigando acerca de manzanilla en el embarazo, seguramente te has topado con algunos sitios que informan las propiedades abortivas de la manzanilla, desaconsejando su utilización durante el primer trimestre del embarazo.
En realidad, se refieren a una prima lejana de la manzanilla: la manzanilla romana o manzanilla amarga. Se diferencian por sus propiedades, ya que sus principios activos son más poderosos que los de la matricaria, pero además el aspecto de la planta es diferente: la manzanilla romana o amarga es más rastrera y casi nunca supera los 30cm de altura, mientras que la matricaria puede alcanzar hasta los 60cm de altura.
De todas formas, como lo explica esta cartilla de NIH, si estás embarazada, evita el consumo de manzanilla romana ya que ésta no es segura y no se tiene bastante información acerca de cómo puede afectar tu organismo o el de tu bebé.
